C.A II "Amar y ser amado" [2]/Kookmin (Omegaverse)

El final: Evento de gatos (I)

Octubre era el mes de los felinos, con grandes celebraciones que exaltaban a los reyes del mundo y una de las festividades favoritas de Jimin, era la celebración del río donde se exaltaba al gran cauce que traía cardúmenes enteros de sagradas truchas. Desde que tenía uso de razón y mucho antes, desde el vientre de su madre, asistía a ese evento, solo cuando estuvo embarazado falto a tan importante evento, pero ya totalmente recuperado y con sus bebés de ocho meses, estaba más que preparado para comenzar la tradición de asistir siempre con su propia familia.

Jungkook y Jimin se repartieron las tareas, mientras el omega limpiaba y cambiaba a los bebés, el Alfa los cuidaba y les daba su merienda antes de salir de casa. Joon era el último que quedaba por pasar por un baño, mientras Hye fue el primero y desde hace rato se encontraba aburrido, solito en su corral, su papá estaba masajeando las encías de Shin, pues era la primera a quien le empezaban a salir los dientes, preocupando a la joven pareja por las repentinas fiebres y abstinencia a comer.

Un pequeño bloque azul cayó desde lo alto de la limitación del corral, llamando la atención de Jungkook, quien miro en dirección a Hye, quien lo miraba notablemente enojado, con su pequeña frente arrugadita y su boquita llena de saliva que creaba burbujitas cuando la abría para intentar hablar -¿Qué pasa pequeño?

-A...a...pa- Trato de articular la rosada lengüita, a su papá le gustaba mucho cuando trataba de hablar, si decía algo nuevo obtendría atención. Pero Shin ronroneo, esa tramposa sabía cómo ganarse la atención de sus padres, ¿Por qué a todos les gustaba que ella ronroneará? Al intentar imitarla, sus abultados labios solo creaban sonidos húmedos y más burbujas de saliva que bajaban por su regordete mentón.

Mientras en el baño, Jimin lavaba con cuidado cada pliegue entre los gorditos de su bebe más grande, el gran Joon dormía como un tronco y comía por dos cachorros, iba a ser un lobo alfa en toda regla. Como cada juguete que le pertenecía a Joon, la forma de una ardilla era su elemento favorito, más si chillaba cuando la apretaba entre sus regordetes deditos.

-Muy bien grandote, vamos a secarte- Lo saco de la bañera para ponerlo encima de una gran toalla beige, con la cual lo envolvió, secándolo suavemente, a la par que el bebé reía por la sensación agradable. La mata de cabello negro apenas cubría la cabecita de Joon al igual que la de Shin, el único con abundante cabellera era Hye, con su desordenado y abundante copete rubio.

Le puso un body gris para darle mayor facilidad para cambiar a su forma lobuna, al igual que sus hermanos que llevaban tiernos vestidos con la decoración de la cara de un gatito en el pecho. Agarro la maleta con todo las herramientas para sobrevivir a una salida con tres cachorros y salió a la sala, solo faltaba que Joon comiera para poder partir tranquilos.

-Traigo al último comensal- Anunció el gatito, restregando suavemente su nariz por el cuellito de su cachorro, era muy celoso, se encargaba de marcar a sus bebés con su olor después de cada baño o siesta, solo debían oler a él, casi ni dejaba que Jungkook los marcará.

La sala estaba a rebosar de balbuceos sin sentidos, los quejidos de Hye, quien se mecía entre apoyarse en el corral y botar cosas, para luego dejarse caer de colita y buscar un nuevo objeto para tirar. Los suaves quejidos de Shin que se convertían en ronroneos cuando le sobaban sus sensibles encías y los gorgoteos y risas de Joon cuando su padre jugaba que la cuchara era una ardilla, dando pequeños saltitos alrededor del cachorro hasta que esté la agarraba con su pequeña mano y él mismo se le llevaba a la boca.