Horarios

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En los primeros meses de vida es importante estimular a los cachorros, sabía que era importante, Jungkook lo hizo leer varios artículos sobre la psicología del crecimiento que explicaban por edad que era importante potenciar en los infantes, además de recomendar varias actividades para realizar. Era importante que implementara cada tarea, sus hijos dependían de sus dotes como padre para desarrollarse sanos, no podía fallarles a sus preciadas semillitas. Además quería mantenerlos activos durante el día, para que en la noche durmieran sin interrupciones, porque Hye lloraba casi toda la madrugada, no podían dejarlo en el corral, solo se tranquilizaba si estaba en los brazos de su papá. El ruido molestaba mucho a Shin que parecía querer competir al llorar con más ganas.


Pasaban toda la noche atendiendo a esos dos quejumbrosos, dándoles masajes, envolviéndolos y jugando, hasta que volvían a dormirse, mientras que Joon, era demasiado tranquilo, le preocupaba no estar dándole la atención suficiente, el pequeño no se quejaba nunca, ¿Cómo sabría que estaba bien? Estaba tan pendiente de sus cachorros que olvido que Jungkook trabajaba y ya tenía marcadas ojeras por el poco descanso, tenía que establecer horarios para que el Alfa pudiera dormir, descansar como era debido.


Era hora del juego, ya sabía que distraía a los pequeños llorones aunque en las indicaciones no especificaba que era realmente bueno, canciones de cuna o música clásica de aves, supuso que lo más indicado era preguntarles a los cachorros, después de todo era para ellos -Muy bien pequeños- Se acercó al corral donde los tres bebes medio dormitaban, despertando instintivamente al oír la voz de su papi -Pondré dos melodías- Acerco al limitado campo visual de los recién nacidos, dos de sus dedos levantados, que Shin trato de tocar dando manotadas al aire, mientras Hye solo trataba de mirar la carita de su progenitor, Joon quería volver a dormir -Van a reír cuando escuchen lo que más les guste ¿De acuerdo?- Los miro con una gran sonrisa, mientras oprimía play en el reproductor.


La primera era una canción de cuna, con un sonido relajante, como de un arroyo corriendo y notitas de xilófono, no quería dormirlos, así que puso la suave canción de los ruiseñores, era más animada, perfecta para tenerlos activos, luego les puso sus mamilas y amarro cuidadosamente cascabeles a sus manitas, así se entretenían con su propio movimiento, solo pos si acaso, acerco el carrusel colgante que tanto le gustaba a Hye, esos ojitos curiosos que apenas distinguían formas, adoraban los colores y los rostros de sus padres.


Bajo la melodía combinada de varios canarios, se acercó a su muy dormilón lobito -Joon bebé, no es bueno que duermas tanto- Acerco su pequeño dedito a la naricita del cachorro, animándolo a que abriera esos ojitos. Cuando por fin molesto lo suficiente para que el bebé le prestara atención, acerco el gracioso juguete de una ardilla chillona. Joon se animó a tratar de tomarla y Jimin dejo que apretara con su mano, la suave cola de esta, al instante profirió el típico ruido del chillido de una ardilla, alarmando al cachorro que de inmediato dejo de sostenerla, estaba funcionando de maravilla -Muy bien, sabía que era a ti quien le gustaba las ardillas, mi lindo Joon será un hábil cazador.


Miro de nuevo a su gatita y lobito, quienes seguían agitando suavemente sus manitas, bueno Hye trataba de pegarle a los caballitos que giraban sobre su cabecita. Miro el reloj, aun no era la hora de su biberón y ninguno había llorado por un cambio de pañal. Jimin se regodeo de su buena sincronización, estaba organizando su tiempo peeerfectamente.


-Joon tienes un papi muy responsable, si señorito- Canturreo mientras alzaba a su cachorro, este lo miraba con una sonrisa y agitando los piececitos que estaban suspendidos en el aire -Y yo tengo cachorros demasiado tiernos y muy listo, por eso traje libros- Trato de medio sentarlo, aunque se dejaba caer en su regazo, sin intención de mantenerse derecho, por lo que tuvo que sostenerlo rodeándolo con su brazo, apoyando el suave libro en las regordetas piernitas -Mira mi amor- Lo incito a poner su manita en la textura solo un poco rasposa, despertando el interés del pequeño, que golpeo la tapa mientras observaba el extravagante dibujo de un gato.

C.A II "Amar y ser amado" [2]/Kookmin (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora