Evan entrecerró los ojos mientras los inspeccionaba a los dos.
— ¿Qué hacen los dos aquí?
Shannon miro a Evan.
— ¿Qué creías? Lo llevaba donde me dijiste.
Evan se cruzó de brazos y los miro detenidamente.
—Bien, adelante. Han tardado mucho.
—Tornillitos se detuvo a ser curado por Kavita.
Evan miro a Caleel, una mirada insegura.
—Sí, lo noto. —Fue lo único que dijo mientras lo mirada profundamente, una mirada que se sentía como un láser. —No perdamos tiempo entonces.
Los tres chicos caminaron por un pasillo para ser llevados a una habitación que al parecer fungía como una pequeña oficina para Nicolás. Al entrar, Nicolás le pidió a Evan y a Shannon que lo dejaran a solas con él. Escucho como les decía que no demorarían nada y que esperaran con paciencia.
—Ven, muchacho. —Hablo Nicolás, mientras sacaba una caja de madera que había debajo de una mesa podrida. Caleel se acercó a donde estaba.
—El día que llegaste tuvimos que quitarte algunas cosas, disculpa por eso. —Lo dijo con vergüenza.
—Supongo que está bien. —Respondió con inocencia.
—Lo estaba, claro. O por lo menos yo pensaba eso, pero ahora que puedo tener confianza en ti porque ¿La puedo tener, verdad? —Caleel asintió. —Bien, perfecto. Tómala, chico.
Caleel se acercó con cautela, una vez llego a la caja se inclinó sobre ella y observo su pequeño maletín donde llevaba cosas indispensables como un cambio de ropa, una tarjeta de beneficio (Dinero) que ahora ya no le serviría para nada, aquel aparato que su hermana le dio antes de partir y un pedazo de tela que tenía envuelto algo. Al hacer memoria recordó aquella tarjeta que extrajo del área del Clínico R.
«No sé qué es esto... pero lo quieren» le había dicho a su hermana.
—Bien, me siento cómodo al darte tus cosas.
Caleel tomo aquella placa y la guardo en su bolsillo.
—Le diré a Jong que llevo esto a tu habitación.
Caleel asintió.
—Ahora quiero que escuches. —Caleel levanto la vista y noto como Nicolás tenía un semblante preocupado. — ¿Quiénes son esas personas? Esas que visten de negro, aquella que vienen de tu... Ciudad o lo que sea.
Caleel trago saliva.
—Vigilantes. —Soltó con inseguridad.
—Ah, Vigilantes. Que buen nombre tienen, les queda bien. Haz notado que ellos han venido ¿Verdad?
Caleel asintió lentamente, sentía como sus manos temblaban.
—Han venido tras mi...—Susurro. Nicolás se llevó una mano a su mandíbula, de una forma pensativa.
—Tal vez... Pero ellos se fueron. Atacaron pensando que estabas aquí pero... Se fueron los malditos y no sé porque.
—Ellos no son estúpidos. Son entrenados altamente, dedujeron que no estaba aquí y fueron tras de mí.
—Tienes razón, lo supieron pero... Hay algo que no termina de convencerme.
Caleel enarco una ceja.
—Sígueme, muchacho.
Nicolás abrió la puerta y se encontró con Evan recargado en la pared y a Shannon sentada en el suelo jugando con su daga. Nicolás negó para si como diciendo "Estos chicos".
— ¿Qué es lo que no termina de encajar? —Hablo Caleel mientras caminaban, le sorprendió que para la edad de Nicolás caminara muy rápido.
—Si esas cosas fueron tras de ti, ¿Por qué la dejaron?
Caleel dio un respingo.
— ¿Dejar a quién? —Fue Shannon la que hablo.
—Ataco un poco, pero cuando la acorralaron... Ellos simplemente la dejaron.
Llegaron a una habitación alejada a las otras, el pasillo estaba en silencio.
—Con razón vi gente acampando en el pasillo de reunión—Se bufo Evan.
«Se fueron porque tenían miedo» ¿Pero porque? ¿Miedo de quién?
«Estaré bien, intentare todo por estar en contacto contigo» Alejandra había dicho eso. ¿Ella habrá cruzado hacia donde estaba él?
—Miedo, temor o supervivencia. Son solo personas, Evan—Hablo Nicolás. Había dos chicos ahí haciendo lo que parecía guardia. Nicolás les dijo que estaba bien que se marcharan, aquellos chicos obedecieron sin antes fulminar con la mirada a Caleel. Él trago saliva y siguió a Nicolás quien había entrado a la habitación.
«—Está dando respuesta—Musito Caleel mientras seguía arreglando la pierna izquierda del nuevo Mecanice que estaba en la camilla. Miro a aquella chica, a quien había nombrado Aria en varias ocasiones. Ella seguía arreglando parte de su cabeza con mucha concentración. Tenía la vista clavada en cierta zona y respiro cuando por fin pudo repararlo.
—Finalizado, Myles. —Hablo.
"Zona afectada completa. Se ha arreglado en un 99.9%"
Aria respiro tranquilidad y miro a Caleel.
— ¿Lo haz arreglado?
—Informe, Myles. —Susurro Caleel mientras dejaba sus herramientas en una mesita flotante.
"Zona afectada completa. Se ha arreglado en un 99.9%"
Caleel sonrió y Aria le regreso la sonrisa.
—Está terminado. —En cuanto Caleel menciono eso, el Mecanice abrió los ojos.»
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Renegados ©
Science FictionEN EDICIÓN En los años futuros el planeta Tierra dejo de existir como algún día lo conocimos. Los humanos olvidaron que lo eran y comenzaron a rendir tributo a la tecnología, la cual comenzó a sacar provecho de todo. La guerra dejo de suceder, aunqu...