Parte 028: Yo puedo salvar mi pellejo.

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La caminata fue lo más largo que pudo haber hecho

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La caminata fue lo más largo que pudo haber hecho. Caleel sentía que podría caer en cualquier momento, ya no tenía agua. Y deseaba con todas sus fuerzas regresar al Refugio. Casi recobro sus fuerzas cuando escucho a Evan gritar que estaban a unos cuanto metros. Quizás no fue el único ya que muchos chicos intentaron recobrar sus fuerzas.

—Qué mal te ves. —Caleel se asombró, debido a que estaba sediento quizás no grito. No se había percatado de que Shannon estaba a su lado, se veía más enérgica que él, su rostro ahora estaba manchado de tierra y sangre y tenía un ligero moretón en su pómulo izquierdo. Su cabello que siempre estaba peinado en una coleta con mechones rebeldes por todos lados se veía más despeinado de lo habitual. — ¿Qué?

Caleel negó.

—No note cuando estabas parada junto a mí.

Shannon soltó un bufido.

—Deberías estar alerta ¿Tus píldoras de energía se acabaron?

— ¿Cómo sabes de la pastilla? —Frunció el ceño Caleel y después Shannon lo imito.

— ¿De qué hablas? —Espeto.

Caleel se mordió la lengua.

—Nada importante.

—Raro—Se quejó Shannon y siguió caminando en silencio al lado de Caleel.

—Buen trabajo, por cierto. —Hablo Shannon después de unos minutos en silencio.

— ¿Sobre qué? —Interrogo Caleel.

—En la tienda, te las apañaste para salir con vida.

Caleel negó.

—En realidad el crédito ha sido para Evan. Si él no hubiera llegado a tiempo...

Shannon miro en dirección a Evan.

—Me entere que es tu primo—Soltó Caleel cambiando de tema rápidamente. Shannon lo miro con cautela.

—Lo es—Soltó de forma brusca. — ¿Algún problema?

— ¿Por qué sería un problema?

—Por lo regular hay idiotas que piensan que por que Evan es mi primo no tengo de que preocuparme, no me van a comer esas cosas porque Evan estará ahí pero en realidad que se vayan a la fregada. Yo sola puedo salvar mi pellejo. Es más peligroso estar en una sala con Evan ebrio que a fuera con cientos de Alterados.

Caleel rio.

—No te rías, es enserio—Hablo Shannon en un tono amable. —Evan es muy impulsivo y a veces grosero pero es solo un chico, se preocupa por todos esa es la diferencia.

—Bueno, tienen el mismo carácter.

—Te voy a romper la cara si lo vuelves a decir, tornillitos—Rio Shannon. — ¿Tu no tenías familia?

Caleel pensó por un momento.

—Es extraño... Tuve una hermana en Tieria. Su nombre es Alejandra, pero no era como tal mi hermana de sangre. Crecimos juntos... Otto nos crio.

—Hablas de ese tal Otto sin entusiasmo.

—Me entrego a Mark Innovación... O por lo menos tengo un recuerdo borroso de eso.

— ¿Recuerdo borroso?

—Es difícil... Desde que deje de tomar la pastilla de Recuperación, todo cambio... Quizás borraron todas mis memorias o me controlaron, no lo sé.

Shannon hizo un sonido pensativo.

—Eres extraño, tornillitos.

Caleel suspiro.

—Quien lo diría. Tú también me pareces muy extraña.

—Retráctate, Tornillitos—Rio.

Caleel iba a decir algo pero Evan lo interrumpió al gritar que habían llegado. Caleel miro al frente y sintió alivio.

— ¿Qué es esto? —Murmuro Tae, él observaba el piso. Caleel observo marcas de una rueda con ciertos gramajes en la llanta.

—No lo sé... parece como un vehículo, pero uno extraño.

Caleel miro fijamente la tierra y trato de distinguir las marcas, después sintió como el pánico se apoderaba de él.

—Vigilantes—Soltó con la respiración entrecortada y corrió en dirección al Refugio, Shannon grito su nombre y Evan lo siguió pisándole los talones. Al llegar a la puerta Evan empujo con todas sus fuerzas la puerta y un arma apunto su pecho.

Shannon y Caleel enmudecieron. 

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