Aquel niño se levantó decidido y camino hacia donde Caleel se encontraba, se sentó con sus piernas cruzadas a unos escasos centímetros de él.
—Tú... ¿No me odias? —Murmuro Caleel aun sintiéndose mareado por el golpe. Llevo su mano a su frente donde sentía como su piel golpeaba con dolor.
Aquel niño negó.
—Mi mamá... Siempre decía que no podemos juzgar a las personas por actos de otros.
Caleel miro fijamente al niño y pudo notar como se hacía el fuerte por no derramar lágrimas.
—Mi mamá fue valiente ¿Sabes? Quisiera ser fuerte como ella...—Gimoteo el niño, mientras intentaba todo por conseguir una actitud fuerte-
Caleel tomo aire y se sentó justo al lado de aquel niño. Cuidando todos sus movimientos como si fuera algo muy toxico para el pequeño.
—Luces bastante fuerte.
El niño gimoteo y negó frenéticamente.
—Tom... Tomás.
Caleel tardo en darse cuenta de que aquel niño estaba presentándose.
—Tom... Yo...
—No te odio, no sería justo. Probablemente creciste sin saber nada...
«—Bien hecho, Caleel.
Aquella Clínica con cabello tan corto y de un color negro palmeo el hombro de un Caleel de nueve años. Había desarrollado su primer sistema.
— ¿Qué nombre quieres darle?
Caleel observo aquellos botones de un azul fosforescente y volvió su mirada a la Clínica.
—Shirley.»
Caleel se llevó una mano a su cabeza y se quejó del dolor.
— ¿Estas bien? ¡Oye! ¡Shannon! —Grito Tom mientras salía de la habitación.
—Menos mal no fue nada—Musito Shannon —Tom se asustó—Lo último lo dijo casi como un murmullo solo para ella, observo detenidamente a Tom quien se había quedado dormido mientras limpiaba la herida de Caleel.
—Él...—Murmuro Caleel sin quitar la mirada de Tom. «Está infectado ¿No es así?»
Shannon se levantó y camino a la salida.
—Tenle paciencia y... —Shannon suspiro—Tuviste suerte de no morir hoy.
Caleel suspiro.
—Gracias por...
—No lo malinterpretes, maquinario —Espeto Shannon. —Hoy tuviste suerte, no se sabe que pasará mañana... todos aquí te odian ¿Sabes? Pero bueno... yo no pongo las reglas.
Shannon se giró sobre sus talones y salió de aquella diminuta habitación, Caleel se sintió derrotado... Por primera vez no sabía exactamente qué hacer y la única persona que estaba con él en esos momentos se había perdido.
—Shirley...—Musito derrotado.
«—Es una lástima, tenía mucho potencial—Afirmo Marcus O'Donell.
El Clínico anoto algunos datos en su agenda y después la guardo en su bolsillo.
—El cuerpo no aguanto lo suficiente.
Marcus llevo su mano a su barbilla y después las elevo al aire.
—Bueno, siempre hay ganadores y perdedores. —Murmuro como si no fuera nada importante, como si hablaran de manzanas dependiendo de la calidad.
Observo ambos cuerpos en las camillas, noto como uno estaba cubierto por una sábana blanca mientras que el otro aún seguía dormido. Un niño con parte de su cabeza rapada y conectada con cables delgados a una máquina.
—Señor...
Marcus escondió sus manos en sus bolsillos y se dirigió a la salida.
—Área 2, veremos qué tal se desarrolla.
— ¿Y el cuerpo de la pequeña?
Marcus suspiro con cansancio.
—Deséchalo, ya no sirve.
Marcus salió de aquella sala, el Clínico comenzó a colocarse unos guantes de color verde agua con demasiada delicadeza y asintió.
—Tuviste suerte, pequeño. »
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Renegados ©
Ficção CientíficaEN EDICIÓN En los años futuros el planeta Tierra dejo de existir como algún día lo conocimos. Los humanos olvidaron que lo eran y comenzaron a rendir tributo a la tecnología, la cual comenzó a sacar provecho de todo. La guerra dejo de suceder, aunqu...