Parte 043: Astucia.

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—Es incorrecto—Hablo Aria, estaba sentada al borde del catre junto a Caleel

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—Es incorrecto—Hablo Aria, estaba sentada al borde del catre junto a Caleel.

—Tú dijiste que irías a donde yo iría ¿Correcto?

Aria asintió una vez.

—Correctamente, pero no creo que sea la mejor opción. Haz sido herido y quieres volver a salir ¿Con qué fin?

—Solo es... Una expedición.

— ¿Por qué querrías hacer una expedición? ¿Por qué estar rodeados de aquellos próximos Estudiados? —La voz de Aria no mostraba ninguna emoción ni piedad.

—No serán estudiados, Aria.

Ella lo miro.

—Es incorrecto. —Repitió como si no hubieran hablado de nada antes.

Caleel resoplo y miro a Aria con suplica, después le vino a la mente el recuerdo de la chica de ojos verdes grisáceos con la que solía trabajar en el área.

— ¿Aun lo recuerdas? —Musito Caleel de forma lejana. Aria lo miro, él sabía que esa mirada ya no era humana, no era la mirada de los ojos verdes grisáceos, ahora era una mecánica, una mirada azul luminoso con destellos plateados danzando por ellos.

— ¿Recordar, qué? —Su voz era monótona, casi mecánica. Ella era una Mecanice.

—Cuando nada de esto se había extinguido. —Suspiro con pesar. Aria lo miro, él sabía que ella estaba intentando revisar si la base de datos que le habían planteado aun funcionaba. Nada.

—No hay información respaldada.

—Lo sé... Yo te la borre.

Aria lo contemplo sin entender.

—Mi objetivo es no perderte de vista.



Caleel salió del Refugio y encontró a los hermanos Kwon guardando algunas cosas en cajas en la cajuela del auto. Habían logrado conseguir otro un tanto mejor que el que Sebastián había conseguido. Observo como Jong empujaba amistosamente a Tae y después reían.

—Siempre son así, son como un equipo. Realmente unidos—Musito una voz, Caleel siguió la voz y encontró a Shannon colocándose una chamarra.

—No es necesario que vengan.

—Tienes razón, pero queremos ir. —Hablo con voz amable.

— ¿Por qué?

Shannon se encogió de hombros.

—Esos locos tienen una enorme curiosidad por todo...—Caleel miro de nuevo a los chicos quienes ahora bromeaban entre ellos como tontos. —Además, confían en ti. Creen que hay esperanza en este mundo tan podrido.

— ¿Y qué hay de ti? —No la miro, su vista seguían fija en los hermanos, Shannon dio un respingo.

—Otra vez con tus preguntas absurdas. —Intento que su voz sonara molesta.

Caleel la miro y ella se sobresaltó ante eso.

— ¿Vas a besar mis labios? Cada que hago una pregunta que consideras estúpida lo haces.

Shannon se puso colorada y no dijo nada. Caleel la miro esperando su respuesta pero después su mirada se desvió al ver a Aria caminar hacia ellos.

—Aria...—Shannon giro en su dirección con irritación visible en su rostro.

—Sigo pensando que es incorrecto.

— ¿Qué es correcto para ti? —Hablo Shannon con desdén, Aria la miro sin expresión.

—Seguir mi objetivo, naturalmente.

—Qué objetivos tan raros. A ustedes los Maquinarios sí que les falta un tornillo—Se golpeó su sien con su dedo.

—El termino Maquinario no existe en mi vocabulario. Soy nativa de Tieria al igual que Caleel.

—Cuando me importe lo que digas te avisare, por lo mientras te recomiendo que te compres una vida si es que tienes alguna oportunidad, que por cierto, lo dudo. —Shannon se giró sobre sus talones y camino en dirección al carro.

—Noto cierta molestia en su tono de voz. —Hablo Aria. Caleel negó y se acercó a cubrirla con el suéter que le habían dado.



— ¿Es aquí? —Pregunto Tae mientras se estacionaba, habían llegado a lo que parecía antes ser un museo, aunque estaba tan abandonado y descuidado que daba un sombrío aspecto.

—Me imagine algo de cristal o metal, con luces llena de robots—Bromeo Jong, miro a Aria y Caleel. —Sin ofender a los presentes.

Todos ignoraron a Jong, posiblemente fastidiados de sus bromas, Jong miro como todos bajan del auto dejándolo solo.

— ¡Oigan, espérenme!—Grito de malas, mientras se baja a una increíble velocidad y alcanzaba a los demás que poco a poco ingresaban al museo.

El Clínico P fue el primero en entrar y activo un interruptor para alumbrar aquel salón, dejando boquiabiertos a todos por el equipo con el que contaba, algunos aparatos estaban cubiertos por sábanas blancas, él Clínico se acercó a una máquina y quito la sabana provocando una ligera nube de polvo.

—Creo que he quedado ciego. —Bromeo Jong con la boca abierta. —Lo más cercano que tuve fue una laptop touch... Rota y que no prendía, por cierto... Pero en mi mente era touch.

La habitación en la que habían entrado estaba parcialmente limpia, con varios monitores y otras maquina extrañas para los chicos a excepción de Caleel y Aria. Un sinfín de pitidos sonaban.

— ¿Cómo le hiciste para robarte esto? —Pregunto Tae. El Clínico de encogió de hombros.

—Astucia.

Aria frunció el ceño por primera vez. El Clínico la miro, sabía que ella estaba dudando de esto y pensando en una solución al engaño. Se acercó a ella y de la nada le clavo lo que parecía una pluma totalmente blanca en el cuello. La saco y Aria lo miro con espanto, tres puntos se habían marcado de su sangre como un tatuaje. Después de unos segundos ella se desvaneció en sus brazos.

— ¿¡Que hace!? —Grito Caleel mientras se acercaba a ella, El Clínico P deposito a Aria en los brazos de Caleel.

Renegados ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora