Mía

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Al día siguiente, enfrenté a Kyle. Me pasaba viendo con intensidad, al igual que todos los chicos de la clase. 

Dimitri se veía molesto y por eso se sentó a mi lado, cubriendo mi cuerpo con el suyo y la pared de mi lado. No quería que los demás me vieran y agradecí eso.

Las clases pasaron y miré el cristal de su muñeca, estaba con la punta rojo escarlata, pero en el principio tenía un azul intenso, bajando a ser verde y luego amarillo para pasar a naranja y por último al rojo. ¿Qué significaba todos esos colores?

Al salir al recreo llamé a Dimitri y le pregunté

  —Mira, es sencillo, el azul significa tristeza, el verde enojo, el rojo tu excitación de hormonas, pero eso no es tu culpa, es por el tiempo del mes...—dijo mirándome de arriba a abajo— el amarillo significa inquietud, el naranja significa peligro. Para la tarde se hará de un solo color. He puesto los colores al mío, por lo que ya sabes que tu piedra no tendrá nunca más de un color—asentí y mordí mi manzana—oye Alex—lo miré, él tomó mi manzana y señaló mi mordisco—¿cómo puedes tener una mordida tan pequeña?—sentí como el calor subía a mis mejillas y le recriminé con los ojos, Dimitri mordió el otro lado de la manzana, arrancando un buen pedazo y dejando en ridículo mi pequeño mordisco—los lobos no suelen tener pequeñas mordidas... eso no nos sirve para cazar.—su explicación me puso nerviosa, mi manzana fue comida por Dimitri y todos volvieron a entrar a sus clases. 

Nos tocaba educación física. 

  —¡Qué sorpresa! ¡Dimitri viene por primera vez a esta clase!—dijo el profesor, todos miraron a Dimitri de reojo—por esta vez veremos pelear a Dimitri con todos los voluntarios, para mañana señores trabajaremos en parejas—explicó el profesor, todos nos comenzamos a sentar fuera de la arena. Dimitri comenzaba a estirar, sus musculosos brazos derretían a cualquiera.

—¡Quiero ser el primero!—miré a un chico, musculoso pero no tanto. Se sacó la camiseta y se puso delante de Dimitri—¿No pelearás en tu forma lobuna?—él negó con la cabeza—¡Pues claro! ¡Si eres una maldita escoria que ni siquiera puede transformarse! Debieron asesinarte cuando tuvieron oportunidad—me molestaba la manera en que le estaba hablando a Dimitri. ¡Él se podía transformar! ¡Incluso lo podía hacer con rapidez y varias veces seguidas!

  —No es eso, es que si me transformo te mataré—dijo con una sonrisa arrogante, el profesor chifló con sus dedos dentro de la boca y la batalla comenzó.

El primer golpe lanzado fue del voluntario, pero Dimitri lo bloqueó y lo devolvió con una patada, era ver un destello de luz moverse, además de que por ser tan rápido levantaba una nube de humo. 

No pasaron ni cinco minutos cuando el rubio estaba en el suelo ensangrentado. Ni un solo rasguño, solamente por golpes. 

—¡Siguiente!—esta vez fue una chica, ella si logró darle uno que otro golpe sin ser bloqueado, pero para Dimitri era como si le hicieran cosquillas. No tenía piedad, era una fiera en medio de la arena. 

La chica una vez que estaba acostada en el suelo gritó suplicando que la pelea se detuviera. 

Así pasaron los alumnos, uno tras otro caían sin derrotar al chico de la cicatriz.

Por último una persona levantó la mano y saltó dentro de la arena, el combate que no quería que sucediera. 

Según había leído en uno de los libros en las clases. Para asesinar a un hombre lobo hay que morderlo en la yugular siendo otro hombre lobo más fuerte que él.

Kyle se lanzó sobre Dimitri quién cayó al suelo y recibió tres golpes en la cara. Pero el peligrisáceo se sacó de encima al moreno, quién comenzaba a transformarse, a diferencia de ellos dos, Dimitri se transformaba mucho más rápido que cualquiera, y de tamaños. Él era mucho más grande, no solamente en altura, sino en masa muscular y todo lo demás, se podría decir que era mucho más grande que Argos, ¡quién es más alto que Dimitri en forma humana!

Magic NatureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora