El esperado baile llegó, era bastante tarde cuando Nana me comenzó a gritar porque no quería alistarme y ya nuestras citas nos esperaban fuera.
—¡Déjame en paz! No pienso maquillarme, y si lo hago, ¡lo haré yo misma!—grité molesta, ella me lanzó el maquillaje, lo atajé para no ser golpeada y salió furiosa, bufé cuando llamaron la puerta—Nana, te he dicho que me dejes en---
Miré hacia arriba y me topé con esos ojos metálicos que se burlaban de mí.
—¿Por qué tanto problema para ir a una fiesta? No me dirás que no irás, ya conseguimos nuestras citas... tienes que ir o te mataré—lo fulminé y me aparté dándole el paso a pasar dentro, Elenek tomó la silla y la palpó para que me sentara.
Rodando mis ojos me senté, viendo como se paseaba de lugar en lugar buscando algo, hasta que lo encontró.
—Las chicas no se maquillan guapas aquí, y de todos modos te verás más fea con maquillaje—se acercó para pasar polvos en mi cara y maquillarme con delicadeza—mi madre siempre maquillaba a mi hermana para las salidas con sus amigas, así que aprendí de algunas cosas cuando me tocó a mí alistar a mi hermanita, pero soy un tipo... más natural—se apartó y me regaló una sonrisa, me miré al espejo, en realidad no se notaba mucho el maquillaje, pero mis ojos se veían más grandes y mis labios tenían un brillo—creo que una mujer es guapa a lo natural—dicho esto se levantó y me tendió la mano para acompañarme a la salida.
Elenek llevaba una corbata negra, su cola iba del mismo color, su cabello estaba peinado por primera vez hacia arriba con un flequillo.
¿Cómo logró que se quedara quieto por el agua?
—¡Tú debes ser Alex!—dijo el chico en la entrada, pero al ver a mi acompañante gruñó—¿Qué haces con mi cita imbécil?—miré impresionada hacia Elenek, quien sonreía con arrogancia, me tendió hacia el chico y soltó mi cuerpo
—¿Tu cita? Te la regalo, yo no necesito sirenas tan feas—dicho esto, Elenek se alejó de nosotros para encontrarse con los otros chicos, cada uno iba con la corbata negra y la cola negra, se veían divertidos, pues se habían arreglado para la ocasión.
En el trayecto hacia el salón de la academia, no hablamos de nada, se veía que mi cita era un idiota.
—¿Por qué salías con el gótico?—miré extrañada hacia él y luego miré de reojo a Elenek que bailaba bien pegado a una tipa—No parece ser tu tipo de chico—levanté una ceja
—¿Y cuál dices tú que es mi tipo ideal?—pero él no se limitó a cerrar la boca
—Un tipo como yo, claro está—una carcajada sarcástica salió de mi boca para decirle que estaba equivocado—¿Te estás burlando de mí?—tomé una de las boquitas para comer y me encogí de hombros
—No veo a otro hablando conmigo—no tuve tiempo de reaccionar, su mano estaba en mi cuello y mi espalda contra la pared, intenté aruñar su mano, pero tenía bastante fuerza
—Oye idiota, déjala en paz—el tipo me soltó, para enfrentarse a los cuatro chicos, que ahora, se veían intranquilos, la única cola que cambió de color, fue la de Elenek, a un rojo escarlata. Tosí intentando recuperar la respiración y me levanté del suelo mareada. Zen y Durt me tomaron de los brazos y me llevaron fuera de ahí.
Me encontraba fuera del edificio, sentada en un coral con los cuatro a mi alrededor.
—¿¡Estás loca!?—la voz de Nana apareció empujando a Kart, la miré irritada—¿Sabes lo que me costó que salieras con ese tipo? ¿así le tratas? ¡ahora tengo que acostarme con su hermano imbécil!—la miré molesta
—¿Acaso es mi culpa? ¡NO te pedí que lo invitaras! ¿acostarte? ¡no me jodas, no te pedí que te hicieras una puta!—la mano de Nana fue a mi mejilla, pero la detuve, el impacto lo recibió el brazalete, la cuerda reventó en mi piel y las perlas fueron deslizándose de apoco.
Abrí mis ojos asustada, salté de mi lugar y comencé a nadar lo más rápido posible fuera del agua, no obstante, la respiración comenzaba a faltar y sentía como mis piernas volvían a mí. Al menos estaría lejos de los ojos de ellos, no descubrirían mi secreto.
Mi vista se hacía borrosa, estaba realmente lejos de alcanzar la superficie y mis pulmones no me darían el permiso de nadar aún más.
Inflé mis mejillas de oxígeno y moví mis piernas lo más rápido posible, sentí unos brazos abrazarme y ayudarme a subir, miré como su cabello se desordenaba cada vez que avanzaba más. Seguramente le costó hacerse el flequillo... Mis ojos comenzaron a cerrarse cuando no aguanté más y abrí mi boca perdiendo el conocimiento.
Desperté escupiendo agua, estaba en la orilla, el agua rozaba mis pies, miré por todas partes, Elenek estaba junto a Sed en una roca, hablando seriamente con Zen y los demás. ¿Qué sucedía? ¿Por qué ellos estaban ahí?
Me incorporé llamando la atención de todos, quienes se acercaron nadando, acostándose en la orilla para verme bien.
—Hola princesa, ¿cómo te sientes?—vi a Sed que me sonreía con preocupación y tristeza, asentí en silencio
—Así que las piernas tienen esa pinta—Zen recibió un codazo por su comentario de parte de sus amigos, abracé mis piernas con miedo a lo que ocurriría ahora.
—Descuida Alex, solo nosotros lo hemos visto—dijo con voz tranquilizadora el pelirrojo, pero no me tranquilizaba en lo absoluto. ¿Qué me asustaba tanto?
—Chicos, bajen, es prohibido estar aquí... ya lo solucionaré yo—todos aceptaron menos Elenek, quién desviaba la mirada, desaparecieron de mi vista los tres amigos del peliblanco.
—Sabía que eras una farsante—dijo con voz seca—no eres más que una repugnante humana de mierda—dicho esto se apartó de la orilla y se sumergió en las profundidades del agua.
—Ya se le pasará... Alex, no tengo más perlas mágicas, no sé que hacer para darte una cola y aún no haz cumplido el proceso, el collar no brilla en mi parte y no puedo devolverte a Kalas, de seguro que me convierte en sushi y se lo da a los lobos o vampiros, lo que puedo hacer es que respires bajo agua—levanté mi mirada
—¿Con esas plantas que solo duran tres horas?—pregunté recordando las pruebas de liderazgo, pero él negó
—Hay una manera transparente, pero es realmente complicado utilizarla, de todos modos, no tenemos una cola y no puedes llegar con piernas—hizo un dibujo en la arena de Werry la ballena—pero hay ciertas condiciones...
—¿y cuál es esa supuesta solución?—pregunté suspirando, Sed dudó un poco antes de abrir sus labios y un suspiros seguido de sus palabras.
—El beso de la verdad.
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Magic Nature
AcakAlex entra a su academia soñada, donde podrá perfeccionar sus poderes y encontrar más respuestas de quién es ella realmente. Conociendo temibles personas, vampiros, brujos, hombres lobo, ¡incluso gnomos! Una chica torpe, hermosa y poderosa. ¿Podrá...