Las seis especies

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Acompañé a Kalas el día siguiente hacia el despacho de la gran academia, donde el rinoceronte nos propuso llevarnos en su lomo. 

Kalas colocó sus grandes manos en mi cintura y me levantó para ayudarme a subir. 

—Hola—dijo el director de la academia una vez que llegamos. Incliné mi cabeza de manera en saludo y Kalas comenzó a charlar alegremente con él. 

Miré a ambos señores, Kalas se veía joven comparado con ese hombre. Pero entre Atlas y Kalas o Argos y Kalas, el mago sería el más viejo, como de unos treinta y algo de años, mientras que los otros dos parecían más de veinte que de treinta. Mientras tanto, el gigante... parecía de unos cincuenta años. 

Su piel era gruesa, como si trabajara en el campo y su piel tuviera una contextura así para protegerse del sol y la naturaleza. Se encontraba bronceado y tenía algunas heridas en sus musculosos brazos. Todo lo contrario a los gigantes de los libros, que pintaban de ellos como criaturas feas y gordos. Vagos y demás. Él no era feo, pero podría ser mi padre en otra vida.

  —Mira pequeña, tu tienes el alma de un gigante y el cuerpo de un gnomo—en efecto, yo no era muy alta, pero no era para que me llamara así—no te ofendas, solo vamos a solucionar esto de las puertas—el gigante comenzó a reír al terminar su frase y Kalas me miró travieso.

Me entregó una botella con un líquido negro dentro, se veía muy desagradable.

Acerqué la botella a mi rostro y un olor asqueroso invadió mi nariz, cerré los ojos y bebí el líquido intentando no vomitar.

El líquido era dulce, nada comparado con su apariencia u olor.

Al abrir los ojos, la mano del director ya no era tan grande. 

Había crecido como un gigante común y corriente

—Cuando cumplas tu deber como una gigante no necesitarás del líquido. Recuerda que las diferentes criaturas se mezclarán en tu cuerpo, cada una pasará en un momento determinado y debes mantenerte controlada. Los gigantes no suelen enojarse, son criaturas amables. Pero reaccionan al peligro. Protegen a sus seres queridos con su altura—comenta con seriedad el mago, asiento asumiendo la responsabilidad de hacerme pasar por un gigante


Después de unas horas, Kalas se devolvió a la academia y quedé sola con el director. ¿Qué aprendería con él?

—¿Lista para comenzar?—asentí, el director me pasó una ropa y me la coloqué. Aunque mi tamaño ya no era normal, el director me sacaba casi tres cabezas 

Miré por la gran ventana al exterior, los gigantes correteaban y trabajaban en las afueras.

El director colocó seis objetos en la mesa frente a mí.

El primero era un cuerno de rinoceronte, el segundo era un collar de perlas y conchas, el tercero una pluma blanca, el cuarto un colmillo, el quinto una media luna y el sexto era un extraño símbolo.

  —Bien, durante un tiempo estaremos trabajando tus poderes y dones. Elegirás un momento para cada situación, pondrás tu mano sobre el objeto, no lo toques, solo colócala encima y dirás el momento elegido—explica, asiento comprensiva y suspiro frustrada. 

Llevo mi mano sobre el colmillo y miro al director, un calor profundo comienza a salir de mi mano y el objeto se levanta, bailando debajo de mi mano. 

—En las noches—digo firmemente, el colmillo se cubre de piedra y cae a la mesa nuevamente. Llevo mi mano hacia la media luna y respiro profundo—en las noches de luna llena—el objeto se deshace en cenizas bajo mi mano, la muevo hacia el collar de perlas y conchas—al tocar el agua—el collar se congela bajo mi mano, la muevo nuevamente hacia la pluma, pero el gigante me dio un gesto de negación.

—No haz desarrollado las otras tres naturalezas, no pongas momento a ellas todavía—tomó la pluma, el símbolo y el cuerno—te explicaré lo que hiciste—me miró con intensidad.

—¿Cuando haré las otras tres?—pero mi comentario fue ignorado

—Cada día, apenas el sol se oculte tu sangre se irá del cuerpo, necesitarás sangre para vivir y quien te vea te verá con colmillos y ojos rojos. Cada noche de luna llena, tu cuerpo será un lobo, podrás hacerte un hombre lobo o un lobo entero. Como tú ya lo sabes hacer. Cada vez que toques el agua te saldrá una cola de pescado—dijo sin desviar la mirada—escucha con atención Alex, cuando necesites defenderte o te sientas amenazada optarás por tener todas las cualidades en tu cuerpo. ¿Cómo sucederá esto? Mientras tu inteligencia aumentará por la fuerza de los gnomos, tu cuerpo obtendrá la fuerza de un gigante, mientras que seas rápido como un vampiro serás ágil como un lobo, mientras uses tu magia, el agua atacará en cada uno de tus hechizos—asentí intentando asimilarlo—cuando elijas el momento de los otros tres, tu cuerpo crecerá o se encogerá, pero cuando ya tengas los seis tipos tu cuerpo se mantendrá en su tamaño. Así funciona, cuando las seis academias están juntas se mantienen detrás de la magia. Alex —asentí mirando los objetos que ya tenían sus momentos—no te preocupes de ahora en adelante en que se descontrolen, ahora tienen un sello que hará que no los dejes dominarte. Ten—me entrega una pequeña daga—elige el momento para ser una humana sin poder, si no lo eliges tú, tu propio cuerpo lo escogerá por su propia cuenta—asentí y pensé bien el momento perfecto para ser una humana, donde nadie me moleste ni me hable

Levanté mi mano y la acomodé sobre la navaja

  —Cuando me venga la menstruación—la navaja se hizo de un rojo intenso, al igual que el rostro del director que me miró perplejo, la guardé en mi bolsillo por indicación del incómodo hombre.

Después de mi primer entrenamiento con el director, me llevó hacia mi dormitorio.

Comencé a acomodarme en la habitación, cuando el sol se comenzó a ocultar y mi tamaño redujo, mi cuerpo se sentía hambriento, necesitaba sangre y si pasaba mi lengua por mi boca podía sentir los colmillos puntiagudos amenazando a morder a cualquiera. 


¿Podría acostumbrarme a esto? 

Magic NatureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora