CAPÍTULO 6

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LO AMABAS

DICIEMBRE, 2015

ALEKSANDR

-¿Tu novia? – mi madre entro sorprendiéndonos culminando lo que estábamos haciendo, la miro furioso

-No – digo tajante tratando de cubrir a Larissa, mientras me acomodo los boxers y pantalones, mi madre sin inmutarse voltea los ojos. Está acostumbrada a esto

-Buenas tardes – la mira avergonzada con las mejillas rojas – Larisa Williams – le dice mientras se acomoda el vestido que lleva

-Retírate, necesito hablar con mi hijo – ese tono cortante que siempre la caracterizaba cuando estaba molesta se había hecho presente

-Un gusto conocerla, nos vemos otro día Alek – agacha la cabeza al pasar por su costado

-Parece que aún no maduras ¿Cuánto tiempo más? – preguntó - ¿Dónde quedó el Aleksandr que no estaba en problemas, maduro para su edad, sobre todo con principios?

-Soy un adulto que...

-No, eres un crío jugando a ser adulto – el profiláctico* que se encontraba en la mesa lo tomó, lo observa por un largo rato – y sé que vas a decir que ahora es tu vida, que ahora no le debes respeto a nadie y todas esas tonterías que te has metido a la cabeza

*Profiláctico: preservativo, condón.

-Siempre la misma conversación. Me alejé por algo y si siguen buscando no van a encontrar otra cosa que esto ¿para qué se siguen tomando la molestia? Ya tomé un camino y solo lo estoy recorriendo – no mostraba un ápice de culpa – No me vuelvan a buscar, si necesitan algo llaman a Amanda y si es extremadamente urgente lo tomare, por lo demás dejen de tocarme las pelotas.

-¿Para qué nos diga que estás en una reunión? – ríe sin diversión – No Aleksandr y no te preocupes, haré que tu hermana también deje de molestarte, que tu padre deje de intentar comunicarse contigo y pues yo lo acabo de entender. ¿Ya no quieres ser mi hijo? Está bien – las madres siempre haciéndose las víctimas, Deberían aprender a aceptarme como era y se olviden del cómo fui – esto tómalo como un favor, la cena de navidad la haremos aquí y por última vez preséntate con nosotros

-Nadie se está muriendo, deja de hacer una exageración – Ella negó – y tengo planes

- Te estoy pidiendo un último favor, me voy – se quiso acercar, me alejo de su toque, este le indicó que no era necesario – es tu decisión, pero te estaremos esperando.

***

CAMILLE

Decidieron pasar la tarde juntas y así cuando sea la hora de arreglarse y marchar a la cena de navidad (que Sophia había aceptado sin su consentimiento), todo sea más sencillo... solo algo podía fallar o explotar a medio camino, Sebastián compartiendo el mismo aire con Sophia.

Su amiga recurrió a artimañas para que no cancele su asistencia; había dicho que la aceptó porque sumaría muchos contratos y así ampliar la cartera de clientes, pero cada vez que le pedía el nombre del anfitrión decía haberlo olvidado o cambiaba de tema.

-¿Esta eras tú? – Sophia no podía salir de la sorpresa – Tremendo cambio.

Sophia se había agarrado de un álbum de fotografías que había encontrado en una de las tantas cajas que no había abierto por falta de tiempo - ¿Cuántos años tienes aquí, trece?

-Estaba por cumplir los dieciséis años – los ojos de le ampliaron mucho más

-¿Estás de broma? – niego con la cabeza

Sobre la Piel de mi VerdugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora