INCORRECTO
OCTUBRE, 2005
Aleksandr había armado un escándalo porque dijeron que Camille compartiría habitación con Sam, fue tal, que Emma tuvo que ceder a las decisiones que había tomado Aleksandr, ahora Camille y Emma compartían habitación. Cada vez se convencía que eso no era sobreproteger, él estaba enamorado de Camille. Todo el tiempo llevaba la mandíbula tensa cuando Camille estaba con Sam y ni que decir cuando Camille le daba un corto beso, era donde su instinto salía a flote, maldecía, por momentos hacia rabietas y se desquitaba con todo lo que había a su alrededor. Para entonces todos estaban compartiendo entre risas y juegos, después de todo aquel show de seudo hermano protector.
-En serio tienes que dejar que ella haga su vida, la estas incomodando. Deja de verla – Emma trataba hacerlo entrar en razón, nada parecía funcionar y eso le dolía más de lo que Aleksandr podría imaginar, era su novio y era muy difícil ver como gustaba de otra persona, porque ya no podía negarlo gracias a que él era demasiado obvio.
-No la estoy viendo. Me voy a dormir, me duele la cabeza – apenas se estaba ocultando el sol cuando el decidió irse, Emma se paró con él para poder acompañarlo
-Tengo unas pastillas, te las doy – en ese momento su vista quedo en las acciones de Sam que tomó a Camille por la cintura y fue recorriendo el cuello de ella con pequeños besos hasta que poso sus labios con los de ella, los celos lo consumieron y el dolor lo fulmino. Con paso rápido se fue a refugiar, no quería que nadie lo vea así, pero no estaba contando que su novia hace un tiempo iba estudiando sus movimientos cuando se trataba de Camille.
Emma logró entrar antes de que el pueda estrellar la puerta, últimamente ese era su hobbie.
-Voy por las pastillas ahora te las traigo – este negó
-Necesito que me dejes solo, quiero descansar – pidió poco tranquilo
***
-Emma me dijo que te duele la cabeza – Aleksandr por cortos segundos apartó el antebrazo que estaba posado en su rostro para así verla, Camille sabía que eso solo significaba que estaba furioso o decepcionado, siempre tenía esa posición cuando quería ocultar sus sentimientos para no herir a nadie. No había duda que entre los dos, él era quien sabía cómo demostrarlos ya sea para bien o para mal – te traje las pastillas que siempre tomas.
-Vete - ¿Tan malo era que ella haya conseguido a alguien? No acató su orden, se acercó sentándose junto a él
-Esto se está saliendo de control – no sabía qué exactamente decir, pero trataría de arreglar lo que causo - ¿cuántas veces voy a tener que pedir disculpa? – preguntó – Alek, yo no estoy haciendo nada malo, tener novio no cambia nada.
-Márchate Camille, no quiero hablar contigo – sin embargo, su amiga se recostó posando su cabeza en su pecho - ¿Qué demonios haces? – Aleksandr se paró exasperado – No quiero que vuelvas hacer eso, evita acercarte a mí, no me hables... es mejor que...
-¿Qué, qué es mejor? – Camille no sabía como actuar con tanto cambio, es como si toda la mala actitud que no había salido en dieciséis años estaba saliendo ahora a sus diecisiete – Yo no tuve nunca estas actitudes cuando me contaste que estabas de novio con Emma – Su interior gritaba que mentía, ella también se había portado pésimo, pero no podía comparar a las actitudes de él.
-¡Camille, me viste la cara!¡Te metiste con el maldito linebacker*! – gritó golpeando la pared – Es de mi equipo y no tuviste la delicadeza de decirme las cosas con tiempo, porque esto de ser novios no es de un día para otro. ¿Cuánto tiempo? – la pregunta había sido hecha, pero eso no quería decir que buscaba una respuesta
ESTÁS LEYENDO
Sobre la Piel de mi Verdugo
RomanceUn encuentro nuevo... Una nueva historia... El dolor y el analgésico, son la misma persona. No se trata del amor que sintió, se trata del odio que siente. No se trata de recordar, se trata de que no olvido. "No creas que esto se trata del presente...