CAPÍTULO 14

157 16 10
                                    

JUNIO, 2012

-Buenos días, lamento ser portador de malas noticias – un día más que sentían el alma resquebrajada – el cáncer ha avanzado – Gabrielle se abrazó a su esposo, las lágrimas ya no eran extrañas para ese tiempo – está en más del por todo el ovario izquierdo y empezando propagarse por la trompa.

-¡Howxland, dijiste que estaba controlado! – el padre de Camille explotó, era cosa de todos los días que le dijeran que su hija estaba cada vez peor. Primero era una simple anemia, después todo se aclaró con la sinceridad de Camille, producto de la mala praxis* a nivelación hormonal a la que se sometió, se habían formado miomas que se dijo que eran benignos*, todo parecía mejorar, pues ya tenían la causa de los problemas; después se descubrió un mioma en la pared del útero (eso era lo que les falto mencionar a los médicos, eran benignos, pero se complicaban por la ubicación en los que se encontraban) , para entonces Camille parecía desfallecer cada mes, los sangrados eran exagerados y la solución de eso era retirarle el útero, porque no existía otra manera de deshacerse del mioma, el otro procedimiento era correr el riesgo a que siguiera creciendo, tratando de mantenerlo controlado. Como era de esperar la jovencita se negó a la primera opción, ella anhelaba en el futuro engendrar. La situación no termino ahí, al poco tiempo se encontraron células cancerígenas, se procedió a las quimioterapias y se suponía que estaba venciendo a la maldita enfermedad que se empeñaba en acabar con su hija de manera lenta y dolorosa, pero estaban equivocados – ¡¿No estás haciendo bien tu trabajo o qué?!

*Mala praxis: término que se utiliza para referirse a la responsabilidad profesional por los actos realizados con negligencia

*Benignos: se refiere a una afección, tumor o neoplasia que no es cancerosa.

-Demian, esto no se trata del trabajo que estoy haciendo, se trata que los cuerpos se están volviendo resistentes – Demian se preguntaba todo el tiempo ¿por qué su hija? Era claro que no era cuestión de ser bueno o malo, porque él había actuado siempre a discreción, sin embargo; la vida lo quería ver sufrir, como tampoco se trataba de clase social o dinero, porque ellos lo tenían todo, menos la salud de su hija. Eso era lo que más le dolía... habían pasado tanto tiempo lejos de su pequeña, que cuando se dieron cuenta; ya era una señorita y estaba enferma – Lo siento tanto, pero la decisión es de ustedes... extirparlo para continuar con las quimioterapias.

-¿No hay otra opción? – Gabrielle apenas lograba hablar

-Podemos continuar con las quimioterapias, pero no lo veo conveniente, ya que no está dando resultado – el matrimonio Pride solo pudo abrazarse y llorar, sabían que no era su decisión, Camille la debía tomar.

Era de su conocimiento que no iba aceptar, desde que habían empezado el procedimiento ella dejo claro que se iba a esforzar, que no se iba a dejar vencer porque en algún momento ella tendría una familia, tal vez no los tres hijos que deseaba, pero si uno y ese seria su objetivo.

***

-¡No, no, no y no! – Camille estaba molesta con la noticia que le habían dado, estaba convencida que ella podía luchar con todas las partes de su cuerpo – No importa lo que crean, yo puedo con esto. Si tengo que estar un millón de veces de regreso en este maldito lugar, lo estaré, pero completa.

-Mi cielo, entiende que no hay progreso – odiaba ver a sus padres así de tristes y demacrados – No puedes ser así de egoísta y sobre todo te estás haciendo más daño.

-Lo dices porque lo tienes todo, has tenido una hija, un esposo y la vida de ensueños. Quiero que entiendan que en el futuro en verdad quiero tener lo mismo y mil veces mejor – a su madre le sorprendía como ella podría mostrarse dura a todos los acontecimientos – solo pido que respeten mi decisión, le pondré más empeño, ya no me opondré a que me pongan lo que deseen, pero por favor... no sigan insistiendo.

Sobre la Piel de mi VerdugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora