CAPÍTULO 7

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CAMILLE HECHA MUJER

MAYO, 2005

-¿Vas a salir? – Camille había estado tomado su distancia después de darse cuenta  que la relación que tenía Aleksandr era más seria de lo que creía, tampoco debía de asombrarse, él nunca había sido la clase de persona que jugaba con otra, siempre tuvo tenido presente el respeto por los demás y sobre todo por los que tenían aprecio por él. Su regla fundamental siempre fue no hacer daño a los que quería - ¿Cam?

-Lo lamento, estaba algo pensativa – este asintió - ¿Qué decías?

-Solo pregunté si vas a salir – ella giró y le tendió una gargantilla – ayúdame a colocarla – que mala idea había sido eso, el toque de sus dedos la hicieron estremecer –Iré un momento a la casa de Valentina

-Esto es más complicado de lo que parece – su voz ronca era indicativo de que se estaba concentrando - ¡Ag! – su frustración se empezó hacer presente

-No te estreses, ya lo hago yo

-¡No! Yo puedo – Camille empezó a reír – Camille, no te muevas

-Aleksandr, déjalo... ya lo hago – se alejó tomando la joya

-Eso es muy frustrante, sería mejor que escojas otra pieza – ella negó – se acercó al espejo y con un simple movimiento logró sujetarla – Las mujeres se complican mucho

-Los chicos son lo que no buscan retos – aclaró ella, el muchacho se había quedo pegado a la imagen que reflejaba el espejo. Camille se veía diferente... - Ya sé que soy hermosa, pero deja de verme – despego los ojos de ella endureciendo su mandíbula. Algo había cambiado y no solo fue la actitud de Camille.

-Yo...mmmh – Aleksandr nervioso era algo muy tierno de ver como escaso – Saldré con Emma

-Ajá - no sabía que más decir. No era algo bonito de escuchar o ver cada vez que el chico que le gustaba estaba con su novia y bueno... ella no podía hacer otra cosa que ir por otro lado

-Camille, va días que no hablamos – como era de esperar se hizo la desentendida - Ya falta poco para irnos de vacaciones y no hemos compartido nada

-Ahora los dos tenemos prioridades diferentes – le quitó importancia – no podíamos estar todo el tiempo juntos y bueno creo que no lo pensamos cuando decidimos esto, pero supongo que está bien. No siempre podíamos ser los dos, esa era una de las ideas iniciales, dejar de ser tan dependientes del otro y miramos... ¡lo logramos! – Lo decía tan calmada, pero sus palabras desprendían sarcasmo y rabia.

-No me gusta esto. Siento que estoy perdiendo a mi hermanita.

-¡Aleksandr, no soy tu hermana! – gritó furiosa - ¡Khristeen está en un internado, feliz!

-Sabes a lo que me refiero. Siempre cuide de ti desde muy pequeña, eres como mi hermanita y eso no quiero que cambie

-Como. Tú lo has dicho, pero no lo soy y olvida eso – sacó un poco de dinero para poder marcharse – no creo que venga a dormir, ten una linda noche.

Antes de que ella pueda irse la tomó de la cintura, pegando su pecho a la espalda del delgado cuerpo de Camille, su agarre era diferente y no era la posición, era el cómo se sentía.

-No sé qué ha cambiado, pero te necesito – la declaración de Aleksandr la afecto – la idea era conocer personas sin alejarnos, mínimo en los míos. Nunca hasta lo que voy de mi existencia te he dejado de lado, tú no lo hagas, por favor.

-¿Qué está sucediendo? – Emma se encontraba desconcertada con la imagen, eso no era simple amistad. Aquella chica de rasgos perfectos de rostro y un cuerpo tan inmaduro como el de una niña de la cual su novio siempre hablaba no era una simple amiga, para ninguno de los dos era una simple amistad, había algo más. Ella no había tenido oportunidad de compartir tiempo con Camille, todo porque la última mencionada nunca lo permitió y sabía que no era de su agrado, siempre se alejaba cuando estaba cerca de Aleksandr - ¿Alek, puedes explicarme esto? – Camille sintió que el agarre de Aleksandr se soltaba, su interior le gritaba que no lo hiciera, pero vio caer los brazos de este a sus costados.

Sobre la Piel de mi VerdugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora