CAPÍTULO 21

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Diciembre, 2015

Sabía que llegarían con el tiempo justo para poder arreglarse y después ir a la recepción, pero eso no impedía darle el espacio que necesitaba en aquel momento. No era para poco después del susto que le había hecho pasar, por un momento pensó que Camille necesitaba de atención especializada. La mirada que le había dado al último momento fue terrible de presenciar, había tantas cosas de Camille que lo desarmaba por completo y a la vez lo confundía, parecía ser la mayor de tiempo fría y distante, pronto todo cambiaba mostrándose flexible y frágil o a veces era neutro, simplemente no se sabía lo que estaba pasando con ella, como en este momento que seguían esperando que ella salga de los lavados del autoservicio que exigió que pararan cuando se percató que el siguiente destino era la clínica.

-¿se supone que la tenemos que esperar sabiendo que tenemos una recepción? – Victoria estaba molesta por la actitud de Aleksandr para con la mujer que escasamente sabía su nombre, eso ya la hacía insoportable para ella, pues nunca había visto así de preocupado por una mujer a Aleksandr, siempre era un caballero y muy dedicado a Keyrah, pero con ella era diferente, lo supo desde el momento que pronunció su nombre. Desapareció el hombre imperturbable que conocía.

-La esperaremos lo que tengamos que esperar – la miró por el retrovisor

-¿Qué tanto importa esa?

-Victoria, si entiendes que eres solo la niñera, una criada más.

-Ahí viene tu amiguita – a lo lejos vio cómo Camille caminaba con dirección a ellos con tal seguridad como si nada hubiera pasado. Tomo su abrigo y fue a buscarla, la temperatura seguía bajando y ella no iba más que con el sweater.

Le colocó el abrigo, en el momento que sintió las manos de él posándose en sus hombros levanto la cabeza para verlo. Tenía razón, la nariz se le ponía roja y los labios se secaban un poco haciendo resaltar su piel, que a primera vista se veía más blanca, pero era el efecto que causaba el que la nariz y los labios estaban más rojos - ¿Mejor? – Camille lo miro sin expresión alguna, hasta su mirada se veía vacía.

-Estoy bien – su tono de voz también había cambiado – estamos retrasado, es mejor que aceleremos el paso – avanzó dejándolo parado.

-¿Pride?

-Dime ¿necesitas algo? – lo desencajo la forma de ser de esta - ¿Gahel?

Estaba enojada, frustrada e incómoda, que lo llame Gahel lo confirmaba - ¿segura que estas bien?

-Ahora estoy bien, vamos.

***

Los Hamptons estaba completamente cubierto de nieve, dando un espectáculo hermoso de ver, el brillo especial del sol reflejaba toda la nieve. La escena causaba una clase de nostalgia en Camille o tal vez estaba muy sensible con lo sucedido que todo le estaba afectando.

-Llegamos – su visión periférica hizo ver como los hombros de Camille se relajaron. El camino fue más pesado de lo debido, Victoria había hecho varios comentarios imprudentes, por momentos Keyrah se despertaba incómoda y llorosa, era en los momentos donde la castaña perdía la pose imperturbable a una tensa.

-Gracias – la tomo de la mano impidiendo que saliera – No hay mucho tiempo.

-No importa. Victoria, déjanos solo.

-Solo sacó a Keyrah...

-Yo lo voy hacer, ve a alistarte que tienes que ocuparte después de ella.

-Pero...

-Ve – a regañadientes bajo del vehículo lanzando la puerta - ¿Qué te sucede?

-Nada.

-¿Cuál es el problema? ¿Los comentarios de Victoria?

Sobre la Piel de mi VerdugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora