CAPÍTULO 18

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Marzo, 2006

-¿También sientes que te ven diferente? – Camille después de haber enfermado lo primero que obtuvo a los minutos de abrir los ojos, fue a sus padres y a los de Aleksandr junto con Khristeen. ¿Qué sucedió con la llegada de estos? Todo el estado se había enterado de que ellos no eran de exactamente la clase media que habían pintado a todos.

-Definitivamente. Ahora tengo a Emma pidiéndome muchas cosas y reclamándome cada minuto por no decirle que provengo de una familia adinerada.

-Sam está enfadado conmigo – el jovencito había perdido la capacidad de gesticular cada vez que se mencionaba el nombre del novio de Camille – dice que es ridículo que oculte algo importante de mi vida.

-¿Qué le importa? ¿Qué tiene de importante el dinero? – los dos negaron a la vez riéndose

-¿Qué a la gente solo le importa eso?- preguntó Camille – si antes le gustabas a las chicas por el físico, ahora también por el dinero, todas están muy interesadas en obtener tu atención.

-No deberías decir eso...

-¡Oye! – le dio un leve empujón – no me vengas con eso de "no deberías decir cosas malas de tu mismo género". Sin plan de ofender tu ética... son unas arpías, no quiero ser muy dura, pero no dejo de escuchar "está guapo y el dinero lo hace aún mejor", que las follen de la peor manera – Aleksandr notó que ahora Camille tenía expresiones más corrientes y todas referidas al sexo, algo que solo lo llevaba a recordar lo que ella había visto, también imaginaba en las veces que Sam había estado con ella.

-¿Desde cuándo? – no quería hacer la pregunta, lamentablemente ya la había soltado.

-¿Qué? – se pegó más a él, poniendo su cabeza en el pecho.- ¿Desde cuándo, qué...Aleksandr? – sintió como el abrazó se fue soltando, algo deprimente aquel acto, parecía decepcionado.

-Te acuestas con Sam – de inmediato se separó de él, logró ver como su mirada se fijó en algún punto en el techo - ¿Cuándo? – insistió.

-¡Por favor! – se tapó el rostro - ¿Qué ganas sabiendo?

-Saber cuándo perdí a la inocente Camille – al parecer estaba preparando para la respuesta.

-¡Dios! – gruñó – Aleksandr, yo ni siquiera sabía que tenías sexo y cuando lo he descubierto... no te hago esas preguntas.

-Con Emma, desde antes de ser novios. Tú aun no llegabas. - la decepción en el pecho hizo presión – pero no ha sido la primera.

-¡¿Qué?! – tan pronto como preguntó, ya se encontraba en la puerta - ¿Inglaterra o América? – su interior gritaba que le diga América, se sentiría menos tonta.

-Inglaterra, a los quince – Camille bajo la mirada – con Vivianne.

-Un día después de mi cumpleaños – recordaba aquel día muy claro. Tenía un gift card que no sabía quién se lo había regalado y creyó que él le podría decir de quien era. Fue sin aviso alguno a su casa y encontró a Vivianne algo distraída tratando de cerrar su abrigo, sus manos temblaban y sus mejillas sonrojadas contrastaban con su sonrisa blanca que mostraba. Aleksandr bajaba con el mismo semblante que Vivianne, que se borró cuando la vio, pronto se veía nervioso y pudo notar que trataba deshacerse de ella al segundo cuando le dijo "Vamos a salir, le prometí ir al cine, ya tenemos los boletos". Fue tan raro, no le había dicho por educación "Hola" antes de tratar de mandarla de regreso a casa y su actitud cuando preguntó si podía ir con ellos fue un rotundo "no" algo frustrante. – Gracias Alek, tremendo regalo que me has dado después de dos años, tu falta de honestidad.

Sobre la Piel de mi VerdugoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora