Hechizados- Nicklaus Mikaelson

Capítulo 13 (Editado)

POV Klaus

El buen humor con el que había despertado, se esfumó en cuanto me di cuenta que Kira "huyó" junto a mis hermanos, para ir a buscar a los suyos.
Sabía que era necesario para ella, pero también estaba seguro que se fue para no hablar conmigo. Y para colmo, no había sido capaz de contestar ninguna de mis llamadas. Estaba muy enojado. Ya había roto una mesa, varias sillas y algunos vasos, hasta que la voz mi hermano me interrumpió.

-¿Seguirás rompiendo cosas?- preguntó Elijah desde la comodidad de su sillón- sabes que regresará. Kol y Rebekah van a cuidarla-

-No molestes, hermano- le dije serio.

Era obvio que habían dejado a mi hermano mayor para que lograra calmarme un poco, pero no lo estaba logrando. Meredith seguía ahí afuera, en algún lugar y al no tener a Kira frente a mí, no podía estar tranquilo.
Volví a llamarla y por suerte esta vez si respondió. Calmando todos mis demonios al instante, como era lo normal desde que la conocí.

-Estoy bien, Nick- dijo fingiendo, pero podía notar por el tono de su voz que había llorado.

-No lo estás, Hechicera. Vuelve por favor-

-Odio que me conozcas tanto- dijo molesta- en algunas horas estamos allá. No te preocupes-

Cortó mi llamada y yo no me quedé satisfecho. Escribí un mensaje a Kol, para saber que había sucedido.

«¿Que sucedio, Kol?»

«Estuvo a punto de apagar su humanidad. La detuve, pero tuve que romper su cuello en el proceso»

«Traela ya a casa. Luego me contarás que sucedió»

No soportaría ver esos ojos que tanto amo, sin una pizca de humanidad. Quería saber que era lo pasó para que tome esa decisión, pero tampoco iba a acosarla. Primero, debíamos arreglar nuestros problemas.

-¿Más tranquilo?- dijo Elijah sin mirarme.

-Estuvo a punto de apagarla-

Ahora si levantó la vista, alarmado al escucharme. Esa niña era como su hija y por nada del mundo quería eso para ella.

-¿Está bien?- preguntó ahora con preocupación.

-Kol le rompió el cuello antes de que lo hiciera. En unas horas estarán aquí-

Tomé las llaves de mi auto y me dirigí al Grill. Necesitaba con urgencia un trago y rezaba por no encontrarme a nadie del "Team Elena". Pero como mi suerte es poca, al llegar al bar me encontré con Damon sentado en la barra, totalmente borracho.

-Mira lo que trajo el viento- dijo burlón.

-No es buen momento, Damon-

-¿Ahora no quieres pelear? Ya me quitaste todo-

-Kira estuvo a punto de apagar su humanidad y un cincuenta por ciento de la culpa, es tuya. Así que no me provoques- le grité cambiando mis ojos a ámbar por el enojo acumulado.

En vez de enojarse, sus ojos se llenaron de sorpresa, tristeza y añoranza. Me reí en su cara al ver cuanto le dolía haber perdido a Kira, pero todo fue su culpa. Por primera vez, yo no tenía nada que ver.
Le pedí un whisky a Matt y así comencé a beber, durante toda la tarde hasta casi no poder quedarme parado.
Muy despacio, fui caminando a mi mansión, dejando el auto frente al bar. Luego iría a buscarlo o mandaría a alguien que lo hiciera.
A cada paso que daba, fantaseaba con volver a besar sus labios. Sin interrupciones, ni rencores de por medio. Moría por arreglar las cosas con ella y que vuelva a ser mi reina.
Cuando estaba a pocos metros de la puerta, escuché su risa. Esa risa que me hacía sonreír. Había vuelto y por lo que escuchaba no lo había echo sola. Sus hermanos también estaban aquí.
Abrí la puerta y casi al instante, sus ojos se encuentran con los míos, dándose cuenta de lo obvio.