Secuela de Hechicera
6 meses después de haber escapado del infierno de Mistic Falls, la reciente pareja se encuentra disfrutando de su libertad en la bella Italia.
Hasta que un día, Kira cae en coma repentinamente, algo imposible en un vampiro. Y Da...
Estaba descansando en mi cuarto, cuando empiezo a escuchar ruidos en el piso de abajo. Algo que enseguida me puso alerta. Bajé a velocidad vampírica las escaleras y vi a Damon flotando en la sala. A su lado Kol y mi hermana mayor lo miraban con burla.
-¿Que sucedió?- pregunté con una risa.
Era gracioso ver al maldito Salvatore siendo dominado por mi hermana que parecía totalmente inocente a su lado.
-Hola Nick- saludó Freya besando mi mejilla- quería atacar a Kol y lo detuve-
Ella siempre cuidaría de nosotros. Por algo era nuestra hermana mayor.
-¿Como estuvo tu viaje? ¿Y Keelin?- pregunté con interés.
-Me espera en el auto. Debe estar bajando las maletas. Y el viaje fue alucinante. Italia es hermosa- dijo con un brillo de enamorada en sus ojos.
Me alegraba que fuera feliz. Se lo merecía después de haberme ayudado a recuperar mi ciudad. Y agradecía que haya venido tan rápido, en verdad necesitaba su ayuda.
-¿Que haces aquí, Damon?- pregunté dirigiendo mi atención al vampiro.
-Quiero ver a Kira- dijo frustrado, mientras intentaba bajarse- tengo derecho a verla-
-No lo tienes. La abandonaste en Nueva Orleans- dije serio- aparte el hechizo de Harry no permite a ninguno de ustedes entrar a esa habitación-
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-Debo verla. Saber que está bien-
-No permitiría que le pase nada. No ahora que la tengo otra vez- contesté divertido y serio a la vez.
-No puedes negarme eso- dijo enojado.
-Si puedo. Ahora vete Damon. Ya nos encontraremos para resolver el problema- ordené haciéndole seña a Freya para que lo bajara.
Cayó fuerte al suelo, golpeándose la cabeza. Se levantó y a velocidad vampírica desapareció de la sala. Antes de poder hablar otra vez, la novia de mi hermana apareció por la puerta, con sus brazos llenos de maletas. Por lo visto, Freya planeaba quedarse algún tiempo con nosotros y eso en verdad me alegraba.
-Hola chicos- saludó Keelin.
-Hola, querida cuñada- saludé, esa chica sí que me agradaba- ahora si me permiten debo hablar con mi hermana-
Me dirigí hasta mi despacho, con Freya a mis espaldas.
-¿Nick, qué sucede?- preguntó- Elijah sólo me dijo que era urgente que venga-
-Pasa que mi amada está en un extraño coma mágico, unida a la vida de la última Doppelganger viviente- conté- y aparte están encerradas en una especie de dimensión, dentro de sus propias mentes-
-Debo buscar en los grimorios de madre, pero estoy segura que encontraré una solución-
Sus palabras me dieron esperanza, mucha esperanza. Necesitaba tener la oportunidad de disculparme con Kira, en la vida real. Aparte de que se merecía tener una vida normal, dentro de lo que pueda siendo un vampiro.
