Capítulo 3 (Editado)

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POV Kol

Nos encontrábamos esperando al brujo amigo de Kira. Todos estábamos muriendo de preocupación y ansiedad. No saber que sucedía con la pequeña pelirroja que se hallaba dentro del ataúd, nos estaba volviendo locos.
Verla ahí, tan fría y carente de vida fue de las cosas más horribles que vi en mi larga vida. Y lo dice alguien que no se impresiona ya por nada.
Bekah no había dejado de llorar desde que llegamos la noche anterior. Se veía tan desesperada por el estado de Kira. Al igual que todos. Pero Elijah, Damon y yo intentamos mantener la compostura.

-¿Crees que estará bien?- le pregunté a mi hermano mayor.

-Tiene que estarlo- respondió afligido.

Comencé a pensar en que debería ir a hablar con Klaus, sobre el estado de Kira. Seguro debe estar haciendo una masacre por la preocupación de no saber que sucede.
Me levanté de mi asiento y sin decirle nada a nadie, salí del departamento.
A velocidad vampírica, me dirigí a la mansión. Se escuchaban gritos y ruidos de cosas rompiéndose. Provenían del estudio de Nick, abrí la puerta y deseé no haberlo hecho.
Mi hermano se encontraba lleno de sangre y lágrimas. Rompiendo todos y cada uno de los cuadros de Kira que había pintado desde que la conoció.
Nunca lo había visto tan devastado como ahora.
Podía notar la magnitud del amor que tenía hacia ella y no pude quedarme callado. Tenía que contarle lo que sabía hasta el momento.

-Nick..- susurré.

Alzó la vista y me miró perdido en su propio dolor.

-Kol..- susurró bajo- ¿Qué sabes de ella?-

-Ven. Te contaré y si quieres hasta puedo llevarte con ella- dije lleno de lastima.

Un leve brillo apareció en sus ojos cuando escuchó lo que decía. Pero no se lo haría tan fácil tampoco. Primero debía prometerme que no le haría daño a nadie.

-¿Donde está?- preguntó con voz ronca- quiero verla-

-Iremos. Pero debes bañarte y prometerme que no le harás daño a nadie, Nick-

-No tengo ni siquiera fuerzas para dañar a nadie- susurró bajo con la mirada clavada en el suelo.

Yo odiaba a mi hermano hasta este momento. Pero no podía verlo en ese estado. Tan deprimido y triste.
Nadie más que esa pelirroja dulce y amable había logrado instalarse en el corazón del gran y temido híbrido Original.
Esperaba poder recuperar a mi pequeña hermana. Las noches de bar, las tardes de películas y hasta las madrugadas de confesiones que tanto me gustaban.

-Hay algo que debes saber, Nick-

Debía decirle de la relación de Damon y Kira. Sino cuando lo supiera iba a destruir toda la ciudad.

-Damon y Kira tienen una relación- dije tan rápido como pude.

Apretó la mandíbula y limpió bruscamente sus lágrimas. Sus ojos se volvieron dorados debido al enojo. Por un momento creí que iba a morderme, hasta que cayó otra vez al suelo. Totalmente abatido y soltando más lágrimas de dolor.

-Yo los empujé a eso- susurró demasiado bajo.

Y por primera vez en mil años, abracé a mi hermano. Un abrazo sincero y triste.
Hasta en este punto influia Kira en nuestras vidas. Había arreglado a mi familia e íbamos a recuperarla. Porque ella también pertenecía a los Mikaelson.

-Vamos, Nick. Date una ducha y luego iremos a ver como arreglamos este problema. Te prometo que vamos a recuperarla-

Se levantó con algo de dificultad y por fin se fue a dar una necesaria ducha.

Hechizados- Nicklaus MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora