POV Kira
Correr con el cuerpo de Taylor no se me estaba haciendo nada fácil. A pesar de mi fuerza y velocidad, me estaba cansando demasiado.
Unos minutos más tarde, pude divisar la mansión y comencé a correr un poco más rápido. Necesitaba llegar y refugiarme en los brazos de mi familia.
El miedo que esa cosa me había producido, me tenía con los nervios por las nubes. Había podido detectar una extraña energía emanando de ella, eso era lo que quería contarles a los Mikaelson. No podía creer que se me había aparecido así de la nada. Mis pasos cada vez eran más lentos, hasta que por fin había llegado.
Todos estaban en la sala, seguro llamando a mi celular. El cuál había perdido en una de las tantas caídas que tuve durante el camino. Sus miradas se fijaron directamente en mí y eso me ponía más nerviosa de lo que estaba.-¿Qué te sucedió?- preguntó Nick, que fue el primero en llegar a mí.
-Me encontré con la sirena- contesté para luego dejar el cuerpo de Tay en el suelo y sentarme para recuperar el aliento.
-¡¿Cómo?!- exclamaron todos a la vez.
Nick comenzó a ver si tenía alguna herida o algo, pero sólo estaba cansada. Aparte que sí lo hubiese estado, ya no tendría ninguna herida.
Me refugié en sus brazos, aspirando el olor que desprendía su cuerpo. Me sentía en casa y tenía que admitir que era la mejor sensación del mundo.-¿Estás bien, Hechicera?- preguntó preocupado, al oír mi respiración agitada.
-No entiendo porque tardé tanto en llegar hasta aquí, ni tampoco porque me cansé- expliqué confundida- se supone que soy el ser más fuerte del planeta. No debería cansarme por correr-
Nick rió bajo por mi respuesta, acariciando suavemente mi mejilla. Ese simple acto, relajaba todo mi cuerpo y en verdad lo agradecía.
-Encontraste a esa maldita cosa y tú te preocupas por eso, amor. Eres única-
Besó mi frente y dejó paso al resto de los presentes, que se veían bastante tensos por la situación. Las chicas se tiraron encima mío, abrazándome con fuerza y llenándome de preguntas sobre lo que había pasado.
-Debo hablar contigo luego, Frey- dije lo suficientemente bajo para que sólo ella escuchara.
Me guiñó el ojo en modo de respuesta silenciosa. Cuando terminaron de abrazarme y asegurarse de que estaba bien, dejaron que los chicos se acercarán a mí. Podía notar los nervios lantentes en sus rostros, eso solo hacía que los amara aún más.
-¿Estás bien, Luz?- preguntó Dam preocupado- ¿esa loca te hizo algo?-
-Estoy bien, Demonio- contesté con una sonrisa- tuve la precaución de salir con tapones hechizados en mis oídos-
Me miraron orgullosos por mi palabras.
-Esa es mi niña- susurró papá.
-¿Por qué el lobo está así, K?- preguntó Kollie con diversión.
-Estaba segura de iba a meterse en la pelea y sólo iba a hacerse daño, asi que lo dejé inconsciente- contesté en los brazos de mi hermano mayor, que tenía un mejor semblante que hoy.
Las caricias en mi pelo me relajaron tanto que mis ojos se habían comenzado a cerrar, hasta el punto de que me quedé dormida en los brazos de Matty.
Desperté asustada en mi cama, una pesadilla había interrumpido mi precioso sueño. El calor abrasador me estaba matando y no entendía porqué, hasta que vi a mis dos hermanos pegados a mi cuerpo. Ambos estaban dormidos, me encantaba verlos así. Parecían estar en paz y eso me ponía feliz. Acaricié sus mejillas con cuidado de no despertarlos, admirando los rasgos de la poca familia de sangre que me quedaba. Teddy abrió los ojos, mirándome con una sonrisa somnolienta.
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Hechizados- Nicklaus Mikaelson
FanficSecuela de Hechicera 6 meses después de haber escapado del infierno de Mistic Falls, la reciente pareja se encuentra disfrutando de su libertad en la bella Italia. Hasta que un día, Kira cae en coma repentinamente, algo imposible en un vampiro. Y Da...