31/Oct/18
Sarah y yo nos preparamos desde en la mañana, había comprado un disfraz desde hace varias semanas, para mí fortuna Sarah me había seguido la corriente, yo sería un caballero y ella mi princesa (Tuve que planteárselo así para que accediera), tarde alrededor de una semana y media armando mi propia espada, recorrí media ciudad para encontrar alguien que aún labrara el acero como en los días de antaño, tardé cierto tiempo pero no más del esperado y con ayuda de aquel viejo herrero logré labrar una hermosa espada, un mango precioso y luminoso con incrustaciones de "Piedras preciosas", todo esto por una sola causa, ir bien presentables a la fiesta de disfraces en un salón de eventos, todo esto organizado por la amiga de Sarah, quien "nos" había invitado cordialmente; Mientras el sol se escondía me encontraba parado frente a la puerta como buen perro esperando a su amo, todo gracias a que mi disfraz aún no llegaba, esperé al redor de una hora, y ¡Bum!, La puerta sonó, aunque... Solo era Morgan el viejo encargado de la limpieza, continúe esperando mientras Sarah se maquillaba en su cuarto, para cuando esto sucedía yo ya tenía puesta la ropa interior que constaba de un bóxer negro de licra y una playera blanca, me gustaba llamarle... Mi "Atuendo de dominguero", y así estaba como un loco sentado, hasta que, por fin, el atuendo llegó, firmé de entregado y corrí hacia mi habitación, la armadura estaba hecha con plástico duro flexible, pero a la vez dura como el metal, con muy buena vista, por cierto, costo una fortuna, pero... Lo valía.Me coloqué el traje la cota por encima, el peto, las hombreras y todo lo demás, en mi hombro derecho portaba el que consideraba mi "Emblema" algo hecho cuando tenía 8 años, ya que siempre jugaba a ser un caballero, era un águila preciosa en color rojo sobre un lienzo totalmente blanco, mi casco tenía puntas de coronas en la cima, y era muy duro, por suerte afuera hacía frío así que no estaría asándome con todo lo que tenía encima.
Para el final solo tenía que recoger mi espada, pero lamentablemente estaba en la guarida más peligrosa a la que puede entrar un hombre... El cuarto de una chica.
*Knock Knock*
—Sarah
*Knock Knock*
—Sarah
*Knock Knock*
—SARAH
—¡¿Qué diablos quieres Román?! —Gritó desde el otro extremo.
—Mi espada, por favor.
—Ni siquiera he terminado de vestirme, cuando acabe te la llevaré.
—Pero... La fiesta es hoy, no en 20 años.
—Ja,ja,ja qué gracioso, ahora por eso me tardaré más.
—No, ya no tardes, te esperaré abajo.
—De acuerdo no tardó tanto.
Tardó demasiado aunque eso es por exagerar, tal vez se deba a que el tiempo se alarga más cuando lo cuentas, aun así, me considero una persona impaciente, y más si tengo que ir algún lugar, de todos modos revise la mayor parte de las habitaciones, Bess había salido de viaje y nosotros ya teníamos que actuar "Como adultos" según sus palabras.
Sarah comenzó a bajar, llevaba unos mallones negros con un blusa parecida a una sudadera, había creado sus propias hombreras con ayuda de Bess y tenía un pequeño casco con alas, qué belleza, que figura simplemente mis ojos deslumbraban al verla... Era la espada más perfecta que podía haber hecho...—Cárgala como a un bebé Sarah. Dije mientras ella bajaba del último escalón.
—Claro, claro ¿Y yo qué?.
—Te ves como una preciosa Lagertha.
—Ahora sólo me falta pelear como una.
—Pero no te pongas tan agresiva—Dije mientras tomaba mi espada.
—¿Qué tal quedaron mis hachas?.
—Se ve genial, aunque recuerda quien la hizo-Comenté mientras abría la puerta de la mansión y le guiñaba un ojo.
—Claro, claro, tú lo hiciste.
—El señor profesional en armas antiguas y el herrero por supuesto—Dicho esto ella soltó una carcajada.
—¿Qué te parece tan gracioso?.
—Nada, nada señor profesional en armas antiguas.
—Mejor sube al auto que ya vamos tarde gracias a Lagertha.
—Shhhh tú no puedes decirme nada, soy una mujer, y las mujeres necesitamos nuestro tiempo y espacio para vernos bien.
—Si, si lo que tú digas.
Encendí el motor, accione un botón para que el portón principal se abriera y Sarah lo volvió a presionar para que esté se cerrará (Obviamente), manejé con cuidado ya que de todos modos ya íbamos retrasados, y... Por lo general siempre se tarda un rato en que lleguen todas las personas.
—¿Podremos tomar esta noche?
—¿Qué? —Dije sorprendido por la pregunta.
—Si, ósea, quiero comprar algo de alcohol, ya soy mayor de edad Román, por favor.
—Sarah, no me parece que sea buena idea, aún hay varias cosas que tenemos que hacer y eso es sólo arriesgarse.
—De acuerdo...
Me sentí un poco mal por no haber accedido como acostumbraba a hacerlo, pero... De verdad no quería que ella tomará ese riesgo, ya que tomar (Vaya la redundancia), es algo que se debe tomar (aquí está otra vez) seriamente, no es simple controlar algo tan adictivo como el alcohol y aun siendo mayor de edad no lo valía.Al llegar, al lugar el ambiente ya estaba más que animado, nos bajamos del auto y nos dirigimos hacia le entrada, me puse un tanto nervioso ya que no conocía a nadie pero meh, sabía qué lo controlaría, empujé con cuidado y extendí mi brazo para que entráramos juntos los dos.
—Román, soy una princesa guerrera, no puedo tomarte del brazo.
—Claro que puedes, ahora, no me sueltes que... A pesar de ser tu escolta estoy un tanto nervioso.
—Owww Ro Bebé tiene miedo.
—No... Simplemente estoy nervioso, ¿De aquí a cuando me llamas de esa manera?.
—No lo sé, desde ¿ya?.
—De acuerdo...
—Ya, ya, ya ahora a avanzar.
Al entrar al salón la música retumbó en mis oídos todos bailaban al unísono y simplemente me quedé impactado con la cantidad de colores y aromas que salían de todas partes, dejé que Sarah se fuera a divertir un rato, mientras yo buscaba una mesa para sentarme, tenía algo de frío pero la armadura amortiguaba esa sensación, desde la planta alta lograba ver todo el movimiento incluso lograba verla desde acá, estaba ahí bailando con sus amigas; En aquella parte de la planta alta solo había parejitas que deseaban "Separarse" del ambiente para vivir el propio, todo estaba bien hasta que una mano tocó mi hombro.
—Lindo disfraz.
<<Oh no, esa voz de nuevo>>
—Hola para ti también Mayra.
—Wow, ¿Acaso tienes ojos en la espalda? O... ¿Ya me habías "Echado el ojo"? Dijo sutilmente.
—Para nada, solo... Qué tú voz es mágica.
—Oh... Por lo general nadie dice eso.
—Tiene algo que atrapa ¿Sabes?, es como un aura o algo así.
—Tu barba es lo que me atrapa a mí.
—Así que tú si me "Echaste el ojo", Jajaja.
—No, no para nada—Contestó ruborizada.
—Vaya... Eres Bloody Mary—mencioné mientras observaba su disfraz.
—Así es.
—Pero no cualquier Bloody Mary... Eres la Mary de... De...Oh... por... Dios, ¡Eres la Mary de The Wolf Among Us! —Mencioné soltando un grito.—Así es... ¿Todo por la Colt no?.
—Espero que no sea real.
—Lo es... solo que sin balas Obviamente.
—Ahhh eso es potencialmente peligroso.
—¿Acaso Importa?.
—Sinceramente no, de todos modos es una excelente adaptación.
—Muchas gracias por eso.
Y así fue como el resto de la noche nos la pasamos platicando sobre aquel videojuego, de cómo la espera iba a acabar en unos meses por el lanzamiento de su segunda parte y también comentamos sobre las especulaciones que hacía respecto a lo que creería que ocurriría en un futuro no muy lejano.
Hasta que al dar las casi 1 de la madrugada tuvo que retirarse.
—Ya nos veremos en otra ocasión Román, por cierto, qué lindo está tu disfraz.
—Muchas gracias Mayra, el tuyo también me encanto, nos vemos.
—¡Nos vemos!.Uff, como me había perdido en el tiempo, ya no tenía a la vista a Sarah, y eso comenzó a preocuparme, así que bajé por el otro lado a la plata baja y caminé entre las personas que aún seguían me dirigí hacia la zona de los baños cuando una chica me tomó por sorpresa.
—¡¿Tú eres Román cierto?!-Mencionó casi gritando.
—Si, si lo soy ¿Qué ocurre?
—Es Colleman, está muy borracha... Creo que lo mejor sería que se fueran de la fiesta antes de que empiece u ocurra un accidente.
Tras mencionar aquellas palabras el tiempo se detuvo para mí, un fuerte pitido comenzó a sonar en mi cabeza.
—¡¿En dónde diablos está?!.
—En los baños, sígueme.
Y así a pasos agigantados caminé a la zona de los baños, y la vi, con el maquillaje corrido por el sudor y las lágrimas, agradecí a sus amigas por cuidarla y técnicamente la cargué para llevarla a mi auto, al momento de colocarla en el asiento ella se recostó en mi hombro.
<<Mierda, mierda, mierda, ¿Qué demonios haría si Bess se enteraba de esto?>>, Era algo que resonaba en mi cabeza, pero lo que más me importaba era su seguridad.
Al llegar a último hogar, la volví a cargar, atravesamos el umbral y me retiré el disfraz, simplemente me quedé en mi "Atuendo de dominguero" y comencé la escalada a su habitación.
—Va...ya.. pa.. que... Román.
—Shhh Sarah, no digas esas cosas—Dije mientras mi cara tomaba una tonalidad roja.
Empujé la puerta de su cuarto y la recosté suavemente en su cama.
—Ya hablaremos de esto en otra ocasión, tu sermón puede esperar, descansa Sarah, te quiero mucho, dulces sueños—Dije mientras me inclinaba para darle un beso en la frente pero antes de que pudiera hacer algo más ella me tomó del cuello y dirigió mis labios a los suyos fundiéndonos así en un corto pero húmedo beso.
—Wow, wow, wow, ¿Qué haces Sarah?-Dije mientras caía de bruces al suelo.
—No.. no me quieres.. be.. —Mencionó antes de partir a llorar.
—No, no es eso Sarah, oye no llores.
—Lo comprendo perfectamente Román—Sentenció con una mirada de odio. —Se... se.. que no soy lo suficiente buena para ti...
—Sarah, no digas eso, eres una chica muy especial e importante para mí... eso solo que no estas consciente... Y probablemente te arrepientas de esto mañana, eso es lo que hace el alcohol ¿Me escuchas?, Eres una chica tan perfecta, eso jamás te lo cuestiones, solo... esto no funciona así ¿De acuerdo?, No quiero que todo se torne incómodo y ya no pueda estar a tu lado—Terminé mientras daba el beso que quería dar en la frente y cerraba lentamente la puerta detrás de mí.
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How Do You Feel?
Teen FictionRomán un chico que apenas está probando la vida, por azares del destino se ve entrelazado con una persona muy especial. El problema radica cuando un día después de pasar cierto tiempo apegado a Katherine los recuerdos sobre ella son borrados drástic...