Bueno, primero que nada, quiero agradecerte a ti lector por hacerte esto realidad, no sé de dónde me estés leyendo o que estés haciendo en estos momentos, solo espero que te la estés pasando de lo mejor con tus amigos, familiares o seres queridos, espero tengas una pacífica noche buena y una feliz navidad.
Mis mejores deseos...
Aldo Villegas 24 Dic 2017.
Así que sin más... Comencemos.
24/Dic/2018.
8:00 p.m.
—¿Estas feliz Román?— Preguntó Sarah mientras me veía.
—Estoy en lo más parecido a un hogar para mí— Contesté mientras miraba hacia el cielo.
—Me alegra que así lo sientas... Aún no me has contado, ¿Qué tal te fue con la psicóloga?
—Bien, resolvimos el problema en un fin de semana— Contesté tratando de ocultar la verdad.
—¡¿Eh?!, No,no,no, no puede acabarse tan pronto... ¿Solo así como así?— Preguntó mientras se incorporaba.
—Pues... Yo no soy el especialista, solo sigo órdenes—
—Ay por favor Román, eres la última persona de la cual yo creería que siguiera órdenes.
—Pues... Qué no te sorprenda— Comenté en voz baja.
—Ya, ya, me alegro de que estés bien, además, ¿Qué mejor momento no lo crees?
—Navidad.
—Aun no es Navidad tontito.
—Eso lo sé... Sólo jajaja, ¡Ay no me hagas explicarlo!
—¿Qué piensas preparar para comer? —Preguntó Sarah.
—¿Yo?, ¡Tú eres la que vas a cocinar!
—Nope, yo no pienso cocinar, he cocinado todo el año—
—Niegiel hace todo el trabajo en las cocinas, además... No te pasaría nada por cocinar un día más.
—Tu harás la cena y punto— Cortó tiernamente al incorporarse.
—De acuerdo....— Dije arrastrando las palabras.
Sarah fue a arreglarse para la cena, así que me dirigí hacia la zona de cocinas, Niegel y su ejército de cocineras (Así las llamaba yo) estaban preparando todo un banquete, si bien Niegel preparaba la comida para toda la gente de "Last home", Sarah y yo preparábamos nuestra propia comida.
Subí a la Renault y manejé hasta la ciudad, había buscado en internet "Platillos navideños", pero todo era extremadamente difícil y... Tenían nombres aburridos.
Opté por preparar un Lasagna tal y como mi mamá solía hacerla, conduje hasta un supermercado y después de buscar todos los ingredientes procedí a pagarlo todo, también llevé un regalo para Bess, era una cafetera de última generación (Ya que la que tenía estaba más que gastada), y unos ricos sobres de comida para el señor Goss, pero... <<Oh... Mierda>>.
—¡Maldita sea me falta Sarah!— Grité en la fila.
—Señor cálmese ¿Qué le pasa?— Argumentó una señora robusta que se encontraba tras mío.
—No hay razón para alterarse joven, ya sigue usted— Mencionó la cajera.
—Ah sí.. si... perdón, no era mi intención gritar— Contesté rascando mi cabeza.
—De acuerdo... ¿Será todo?— Preguntó la cajera.
—Claro— Contesté de inmediato.
—¿Tarjeta de cliente frecuente?
—No.
—¿Tarjeta de cliente V.I.P?—Preguntó en monótonamente.
—No—Volví a contestar.
—¿Trae cupones?
—No— Contesté con cierta irritación.
—De acuerdo... Serán 298.50 Foxes, ¿Desea redondear?—
—Si, si, si, ya cóbreme— Murmuré.
—¿Si desea redondear?— Preguntó más fuerte.
—¡Si!— Conteste con emoción.
—De acuerdo, serán 300 Foxes.
—Muy bien, aquí está el dinero— Contesté entregando los billetes.
—¡Gracias por su compra y que tenga felices fiestas!— Mencionó la chica a mis espaldas.
Entregué el dinero al paquetero y cargué mis bolsas camino al auto.
Conduje hacia un centro comercial, eran ya las 9:00 P.m, no podía tardar mucho tiempo buscando ya que tenía que estar para las 10:30 más tardar en casa.
De todas maneras busqué lentamente entre los locales, hasta que di con una joyería, entre y comencé a observar todas las piedras preciosas que había en el lugar, hasta que detuve mis ojos en un precioso collar con una joya de Onyx en su centro, eran tan hermosa, tenía la medida y el color perfectos... Pregunté por el precio y a pesar de ser un poco exorbitante lo compré.
Quedé conforme con el producto, sinceramente superaba mis expectativas, además estaba feliz, había logrado resolverlo todo en menos del tiempo que había esperado o eso creía... Ya que la fila para pagar el estacionamiento era interminable.
<<Estúpidas personas irresponsables que compran los regalos a última hora.... Oh... Espera... Ese también soy yo>> Reí para mis adentros.
Mientras la fila avanzaba, avisté una tienda con muchos lápices, colores y demás cosas especializadas en herramientas para pintores, tanto novatos como veteranos.
Por un simple impulso salí de la fila y caminé hacia aquella tienda, había recordado que Sarah quería unos pinceles y demás pinturas para decorar su habitación así que al entrar a la tienda tomé y compré desde pinceles milimétricos hasta las pinturas de la mejor calidad.
<<"No importa el regalo que des... Pero... ¿De verdad no quieres darles la mejor calidad a tus seres queridos?">> Era algo que siempre me decía para mis adentros.
Ahora tenía un exceso de bolsas, una larga y nueva fila para pagar y solo 20 minutos para salir del lugar.
<<Román... Realmente eres un imbécil ¿Por qué no pagaste primero y después compraste los artículos>>
<<Perdón... Mi espíritu de navidad *Cof cof* consumismo *cof cof* me llamó>> Me contesté a mí mismo.
Y así fue como pasé 15 minutos en una fila infernal, salí disparado hacia mi vehículo y me dirigí de vuelta a "casa".
El portón estaba abierto de par en par, la nieve caí lenta y suavemente, el comedor estaba abarrotado de personas al igual que las ventanas de copos de nieve, hacía calor tanto por las personas como por el fuego que había en el chimenea.
Ya en la cocina comencé a cocinar pesé a todo el alboroto, Niegel gritaba de lado a lado, había música y diversas presentaciones se hacían en las mesas.
Todo aquello me recordaba a las antiguas épocas y llenaba mi corazón el ver a tantas personas las cuales no se encontraban con sus familias de sangre disfrutaban del ambiente y el lugar con "Una familia sintética", y eso era bueno, y estaba bien.
Terminé de preparar la lasagna, corte unos pedazos para Sarah y para mí, así que el resto los dejé sobre la mesa del comedor, Bess se estaba codeando con Morgan, a pesar de ser mayor tenía un gran gusto para la moda, se veía años más joven; Morgan para mí sorpresa estaba vestido de manera elegante, eso me recordaba que no me había arreglado aún, así que acomode los platos cerca de la mesa y caminé hacia mi cuarto.
Me di una ducha rápida y escogí un conjunto, por un momento pensé en usar alguno de mis trajes o sacos, pero... Opté por tomar un suéter rojo y mi chamarra de cuero.
Antes de bajar por las escaleras me topé con Sarah.
—¡Wow!—
—¿Wow?—
—Te ves.... Preciosa— Mencioné boquiabierto por el conjunto que estaba portando.
—Ay Román... No es para tanto— Contestó ruborizándose.
—Si, solo... Digo la verdad—
—Tu... Tampoco no estás nada mal—
—No sé si tomarlo como un insulto o como un cumplido— Mencioné entre risas.
—Cumplido bobito— Comentó mientras bajábamos juntos hacia el comedor.
Realmente Sarah se había vestido de una manera fabulosa, tenía una chamarra de cuero como yo solo que en una tonalidad café, pantalones negros y botas igualmente negras.
Disfrutamos la lasagna, conversamos con todos en el comedor, y para finalizar nos dirigimos hacia el tejado.
A pesar de la nieve y el frío que hacía nos acurrucamos en una esquina, Sarah había hurtado una botella de tequila y así, en aquella noche estrellada comenzamos a conversar sobre el mundo y demás.Trago tras trago la conversación se hacía cada vez más y más profunda, lloramos, reímos y lo disfrutamos con el corazón.
Pasadas unas horas y ya borrachos los dos nos miramos mutuamente, yo ya quería bajar de ahí, no quería que sucediera un accidente o algo por el estilo y justo cuando estaba por poner un pie en la escalera Sarah me detuvo.
—Eh... Mira arriba...— Dijo nerviosa.
—¿Qué estás... Sosteniendo?— Pregunté arrastrando la voz.
—Mu..mu... Muérdago...
—Sarah... Yo...
—No digas nada estúpido bobito— Se inclinó y me dio un profundo beso, nuestros labios se fundieron, pensé en detenerla... Pero no... No quiero, así que seguí con los mismos.
—Yo... Román... Perdón si no lo hice bien... tengo mucho que no beso a nadie— Mencionó con lágrimas en los ojos.
—No... No te preocupes por ello, ven aquí— Dije mientras la abrazaba.
—Oye Román... ¿quieres abrir tu regalo?
—Sarah... Ni siquiera es de mañana— Conteste riendo mientras hipaba.
—Son las 12:20, técnicamente es Navidad— Mencionó.
—Eh... Si tú lo dices...— Contesté.
—Ven, ven, lo tengo en mi cuarto.
—Te sigo, te sigo.
Me tomó de la mano y me guío hasta su habitación, y ahí sobre la cama había una caja, me la entrego en las manos y dijo...
—¿Qué esperas?, ¡Ábrela! —
—Muy bien... Aquí voy... — Fui rasgando suavemente el papel regalo solo para encontrarme con el fabuloso contenido del regalo... <<Vaya suerte cabronazo>>
Era nada más y nada menos que una cámara profesional.
—No... No....—
—¿No?— Mencionó Sarah.
—¡ES ASOMBROSA!, ¡AHHHHH!— Grité.
—¿De verdad?—
—Gracias, gracias, gracias— Dije mientras le daba un fuerte abrazo.
—Me alegro de que te haya gustado— Mencionó devolviéndome el abrazo.
—Ahora, te toca a ti, acompáñame por tus regalos— Comenté mientras la tomaba de la mano ahora hacia mi habitación.
—Toma, aquí están tus regalos...— Dije entregando los paquetes.
—Vaya... Son más de uno—
—Me esmeré por ti...— Contesté
—¿Ah sí?, Yo también me esmeraré por ti— Dicho esto cerró la puerta, dejó los regalos en el suelo y comenzó a besarme por segunda vez.
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How Do You Feel?
Teen FictionRomán un chico que apenas está probando la vida, por azares del destino se ve entrelazado con una persona muy especial. El problema radica cuando un día después de pasar cierto tiempo apegado a Katherine los recuerdos sobre ella son borrados drástic...