XLI-Revelations

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Lunes 21/ 2019
La mañana aconteció más fría de lo habitual, mi mente estaba dañada y eso lo captaba a la perfección, mi cuerpo se sacudía y las ganas de vomitar eran enormes.
Pese a esto continúe caminando a lo largo de la plaza buscando sin cesar los dulces ojos de Katherine <<Román... ¿Y si ya no son dulces?, ¿Qué pasaría si el amor que siente por ti... Ya no estuviera más?>> <<En dado caso, tendría que continuar, si ya no lo hago por ella, al menos lo hago por mí>>.
El fin de semana había sido una tortura total; Sarah marcó cada día aunque solo fuera por las noches (Probablemente porque estuviera más que ocupada con los trabajos en el hostal).
Llevaba puesto un conjunto de invierno, encontré la Boina que Kat me había regalado con anterioridad en el armario.
Entonces la vi, llevaba un pantalones negros y una gabardina roja; La nieve que caía producto de las bajas temperaturas lograba confundirse con su tez. En mi barba en cambio los pequeños copos de nieve comenzaban a anidarse.
—Hola... Katherine— Susurré con miedo.
Ella giró su mirada y tan frío como el clima comenzó a hablar.
—Hola, Román.
—¿Quieres hablar en esta banca? o... ¿Prefieres que vayamos a otro lugar?— Pregunté aún con nerviosismo, sentía como sí mi corazón fuera a reventar en cualquier momento.
—Es igual, de todos modos, no planeo durar demasiado— Cortó.
—¿Oh de verdad?.
—Así es Román, ahora, comienza a hablar.
—Bueno... Para empezar, no me interesa si no planeas durar demasiado tiempo, ¡Yo he esperado mucho tiempo para este momento! — Mencioné subiendo la voz.
—10 Minutos menos— Se limitó a contestar.
—Katherine...
—No me alces la voz de esa manera, eso solo me hace recordar por qué no estamos juntos— Replicó.
—Para allá voy... Pero antes, por favor trata de comprenderme, he pasado por demasiado solo para reunirme contigo, por favor, date el tiempo de escucharme.
—De acuerdo.
—Según mis notas, esto comenzó el 28 de abril del año pasado, desperté y comencé a olvidarte...
—¿A olvidarme? — Preguntó un tanto interesada.
—Si, recordaba haber estado contigo en un lugar... Y después ¡Puff! Todas las cosas comenzaron a vaciarse de mi mente— Empecé mientras me acomodaba a su lado en la banca, ya que anteriormente solo había estado de pie observándola —Veras Kat...
—No me llames así— Interrumpió.
—Veras Katherine, después de aquello dolores enormes de cabeza comenzaron a aquejarme, hablé con mis amigos sobre tu paradero, pero... Ya no estabas en el pueblo; De todos modos, mis amigos no quisieron contarme los sucesos que habían acontecido contigo así que no fueron de gran ayuda.
—¿Y la chica de pelo negro?.
—¿La chica de qué? — Pregunté.
—No te hagas el tonto, la chica, con la que saliste.
—Oh... ¿Hablas de Maven? —
—Si, ¿A ella si la recuerdas verdad?
—Katherine... Esto no es un juego, trató de expresarte mi historia.
—Si vas a omitir partes... No quiero escucharla— Cortó.
—De acuerdo... No voy a omitir partes— Mencioné. —Cuando me levanté tenía mensajes de esta chica, ya que se suponía que saldríamos aquel día, como estaba confundido acepté <<Que estúpida excusa>>, pero tuve que abandonarla ya que estaba demasiado enfocado en mi investigación con el propósito encontrarte.
—¡Ay!, ¡Qué noble!— Interpretó dramáticamente para luego soltar una ligera risa.
Me encantaba ver aquella sonrisa... <<Vaya, la estaba volviendo a hacer reír, eso es... ¿Algo bueno?>>
—Te vi en sueños Katherine... Muchas veces; Siempre que despertaba tenía esa emoción tan fuerte en mi pecho, soñaba con estrellas y árboles gigantes pero todo siempre desembocaba en ti—Decía— Después de aquello logré contactar a la persona de bienes raíces que vendió tu casa y por medio de mis "métodos" logré dar con que habías viajado aquí a Foxarc; Empaqué mis maletas y partí de inmediato no sin antes haber hecho una reservación para una estadía prolongada en "The Last home"...
—Donde conociste a la chica de pelo plateado ¿No es así?— Me volvió a cuestionar.
—Así es, pero aún no acabó mi historia; Como decía llegué a aquel hostal y conocí a la "Chica de pelo plateado", entablé una amistad con ella, hablándole por supuesto de ti, después la acompañé a una fiesta y sabes... Es curioso creí ver a una chica igual a ti.
—Pero si solo soy tu pelirroja ¿Qué no?— Soltó Tóxicamente.
—Me suena a algo que ella hubiera respondido...
—¿Entonces a esto viniste?, ¿A hablar de las chicas que has conocido?— Respondió irritada.
—Katherine, si me dejaras de interrumpir podría explicarte mi verdadero propósito...
—Entonces deja de darle vueltas al asunto ¡Por Dios!, ¡¿Cuánto falta para que llegues al momento en que te vi?!— Soltó de golpe.
—¿Momento en que me viste?— Pregunté indignado —Kat... ¿En dónde demonios me viste?—
—No es relevante, continúa con tu historia— Volvió a cortar.
En ese preciso momento el viento comenzó a arreciar y la nieve empezó a caer con más fuerza; tomé su mano y... A pesar de que ella trató de retirarla en primera instancia también sostuvo la mía.
—Katherine... ¿Puedes contarme? — Mencioné con humildad.
—Si...—Comentó en lo que parecía ser una especie de susurró— Román... Te vi con aquella chica en una ¿Ferretería?, Algo así... Compraste pinturas y ese tipo de cosas.
—¿Y por qué no me dirigiste la palabra?— Pregunté.
—No podría soportar hablar contigo, no después de todo lo que hiciste.
—Katherine...— Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas —¿Qué-que-que fue lo que hice tan mal como para esto?— Pregunté mientras perdía el control de mis emociones.
—Román... Román, ¡Oye!, No llores por favor...
—Para ti es fácil decirlo, no estas sufriendo lo que yo he sufrido, ¡Katherine por favor!, ¡No logro recordar nada!—
—¿Entonces cómo puedes contarme todas esas cosas?—
—¡Todo lo que vivimos juntos!, ¡Los mínimos detalles no los recuerdo!, ¡Y mucho menos la causa de nuestra ruptura!—
—¿De verdad quieres saberlo?— Preguntó molesta.
—Si... Y no sólo quiero, lo necesito; No quería ser tan directo, pero no me dejas más opción— Comenté— Me diagnosticaron amnesia retrógrada, según la doctora esto es producto de una dependencia emocional que tenía hacía ti (Aún creo que la tengo), es por ello que al igual que en los accidentes y los "Traumas", empecé a olvidarte a ti y a nuestra relación, así como todo aquel año entero en que estuvimos juntos— Continúe.
—¿Cómo sabes que fue un año entero? Y... ¿Una psicóloga?, ¿De verdad?— Soltó asombrada.
—Porque debajo de mi cama encontré una caja de zapatos en la cual había fotos y notas de lo que había vivido contigo y al leerlas los recuerdos vividos invadieron mi mente; Y lo de la psicóloga era necesario ya que un episodio que tuve me marcó demasiado — Contesté.
—¿Como si de una película se tratará?
—Así es Katherine— Respondí.
—¿Y después?
—Tomé el tren de regreso... Y te vi ahí, pensé en hablarte, pero estabas completamente dormida, así que lo mejor que se me ocurrió fue dejarte una nota—
—Oh sí, la leí.
Le solté una mirada con reproche por las tantas veces en que me había interrumpido.
—Como decía, bajé del tren después de haberte dejado, el impacto del momento junto a la ansiedad y el estrés de verte bajando del tren y dirigiéndote hacia el taxi se apoderaron de mi cuerpo; Por lo cual no tuve completo control de mis capacidades y dicho esto me lancé hacía las vías con la intención de quitarme la vida.
—¿Román?, ¿De verdad?, ¿Eso?
—No fue mi intención, según la psicóloga estaba experimentando un episodio de Psicosis y pues todo se descontroló.
—Y... ¿Eso lo provoqué yo? — Preguntó un tanto apagada.
—Posiblemente.
—Román...
—Mira Katherine, no quiero hacer esto más pesado de lo que ya es, la doctora simplemente me dijo que tenía que resolver este problema o si no podría empezar a... Bueno ya sabes... Despedirme de mi vida.
—¡¿Qué?!— Soltó de golpe.
—Si la enfermedad no se trata con tiempo puede comenzar a dañar al cerebro generando pues... La muerte— Terminé.
—¿Qué puedo hacer para ayudar? — Preguntó ahora en un tono más apaciguado y con intención de ayudar; Me percaté de que la expresión en su rostro había cambiado de repente... <<Y cómo no... ¡Estábamos hablando de mi vida!>>.
—Refrescarme la memoria— Dije en tono burlón.
—Román, ¡Esto no es un juego! —
—Katherine, no estoy jugando, lo digo de verdad— Comenté con un tono más serio.
—¿Qué quieres que te "refresque"? — Me cuestionó.
—Son muchas cosas la que quiero saber; Quiero de verdad que este momento dure para siempre, sólo Kat... Dime principalmente... Por qué no estamos juntos— La miré fijamente mientras las últimas palabras salían de mi boca.
Ella simplemente respingó y empezó a hablar.
—Román, sólo quiero enfatizar antes de comentar, que fuiste la única pareja que me hizo feliz de verdad y a la que con el corazón puedo decir que amé de verdad— Comenzó. — Todo empezó unos meses antes de nuestro primer aniversario, exactamente unos días antes de tu cumpleaños, Y... Sinceramente eso fue el colmo para ti; verás, yo seguí estudiando en la universidad ya que quería graduarme como Ingeniera Civil, apenas empezaba el semestre.
Todo era tan bonito de verdad, tu pasabas por mí y comíamos helados por las tardes hasta que... ¡Tus tontos celos aparecieron!, Cada día que pasaba te ponías más y más posesivo, ¡Hasta que un día exploté!; Te dije muchas cosas malas Román, de verdad, me siento muy mal de solo recordarlo.
—No te preocupes por ello... Yo no puedo hacerlo— Mencioné apagadamente.
—Román... No estoy jugando, ¿Me vas a dejar continuar o no?— Contestó irritada.
—Continua, por favor, no volveré a interrumpirte.
—Después de aquello, decidí "Alejarme" de ti, dejamos de hablar por unas semanas y eso solo reforzaba tu teoría de "Ay me está engañando con otro", discutimos demasiado, me lastimaste tanto Román de verdad, con tu desconfianza, tu estupidez, todo por las tontas suposiciones que te hacías; En fin, después de todo esto volví a hablarte justamente en Febrero, pero... Nuevamente fui una tonta, te comenté el plan que tenía mi padre de irnos a vivir a Foxarc y te molestaste tanto de verdad; sentí que me apoyarías como siempre lo habías hecho sin embargo me dejaste de lado y comenzaste a gritar estupideces...—
—¿De verdad yo hice todo eso?— Susurré. —No puedo creerlo Katherine... Yo... Me siento muy estúpido tal vez hayas tenido razón en dejarme... Yo...—
—No te pongas de víctima en estos momentos Román, que aún no acabó.
—Pero... Kat...
—¡Que no me llames así carajo! — Gritó y todas las personas de la plazuela voltearon a vernos.
—De acuerdo... Continúa... No te detengas.
—No te interesó aquel hecho y el día en que me iba a ir de LeesVille, no apareciste ante mi puerta... Te dio igual; A pesar de que ya lo esperaba porque nuestra relación iba en decadencia, no pude creer que te atrevieras a hacer algo así. Después de haberme marchado di por sentado que esto jamás iba a ser como antes y procedí a dejar de contestar tus mensajes (Los cuales eran muy pocos ya que casi no hablabamos); Lo primero que pensé fue que ya salías con otra chica por lo cual decidí enfocarme en poder presentar correctamente mis exámenes, para esto ya habías dejado de hablarme por casi una semana Román, ¡Una maldita semana!, Me dolía todo pero fui resistente, cuando lograbas contestar lo hacías muy torpe y desganado y un día así como así decidí eliminarte de mis redes al igual que bloquearte; Podrás pensar que fue algo tan tonto e infantil pero...yo ya no podía con ello—
—Eso explica muchas cosas— Comenté con voz baja.
—Aun no acabo— Me reprochó —Después de ello ya casi para abril Kiara habló conmigo y me pidió que comenzará a olvidarme de ti, que había visto como otra chica te comentaba y tú le devolvías esos contactos, me deprimí por unas semanas pero seguí aguantando... Esperando una señal de tu parte, sin embargo no ocurría nada... Y cuando menos me lo esperé, justamente el día en que iba a desbloquearte para poder hablar bien las cosas fue demasiado tarde, Kiara me contó que habías ido a pasear con la misma chica de antes; Así que desde ese momento di por terminada nuestra relación—.
Toda esa información inundaba rápidamente mi cabeza haciéndola vibrar, tardé en asimilarla y sabía que no podría hacerla en ese momento; Pero... Lo más raro es que no hubo destellos, no hubo golpes a mi mente, nada de dolores ni desmayos... Simplemente una cara de ángel frente a mí de la cual comenzaban a escurrir unas pequeñas gotas trayendo consigo un mar de llanto.
—Katherine... No... No llores por favor.
—¡Cómo no quieres que lloré si solo te quedas ahí viendo como un tonto!
—Perdón es sólo que no sé qué decir... Pasé tanto tiempo tratando de resolver esta gran incógnita que... No sabía que acabaría así... Yo...
—¿Esperabas que solo hubiera sido espontáneo?
—No... no es eso, no hay destellos en mi mente... Algo falta Katherine.
—¿Y si ya estás curado?
—No es tan sencillo o, al menos no lo creo así— Y así aquel sentimiento que no había sentido comenzó a llegar.
—Katherine yo...— El llanto empezó a resbalar por mis mejillas. —No puedo creer todo aquello que has dicho, yo... Juraba y perjuraba ser lo mejor para ti, darte lo mejor y poder estar juntos al igual que ser felices... ¡¿Por qué esto debió ser así?!, ¡¿Por qué tiene que ser tan difícil?!, ¡¿Por qué quema tanto?!
—Román... Solo te pido que me comprendas por favor, me has lastimado demasiado... Todo aquello que platiqué no era con la intención de hundirte o hacerte sentir mal, lo juro, sólo quería resolverlo, además, deberías sentirte feliz, yo... temo por tu vida.
—Tal vez tengas razón— Contesté pausadamente. —De todos modos... Estoy feliz por haberlo resuelto, me siento en paz ahora que conozco la verdad.
—No te sientas tan mal... Yo también estoy en paz con mi corazón... Ahora sé por qué no me había hablado en tanto tiempo... era simplemente porque no me recordabas— Mencionó mientras reía nerviosamente.
—Tú también tienes la culpa por haberme bloqueado— Dije. —Aunque... Claro, me lo merecía, no debí haber sido un imbécil—.
—De acuerdo... Me alegra poder haber resuelto esto de una vez por todas— Mencionó haciendo hincapié en las últimas palabras; Ya que empezaba a caminar hacia la parada de taxis.
—¿Quieres marcharte tan pronto?, Aún podemos hacer muchas cosas más.
—No quiero ser grosera, pero... Mi papá va a necesitar mi ayuda—
—Oh... Claro... Supongo que ya he tomado demasiado de tu tiempo ¿No es así?
—No responderé a esa pregunta— Cortó.
—De verdad Katherine... ¿No puedes darme una última oportunidad?, Soy diferente he madurado también he experimentado demasiado y todo por estar a tu lado.
—Román... No hagas esto más doloroso de lo que ya es— Sentenció— Además... Ya eres feliz con alguien más ¿No es así?, He visto cómo te ve aquella chica, Colleman ¿No?, Disfruta lo que tienes, no sabes cuando vas a perderlo.
—Pero... Katherine... Ella... Yo.. no.. no me siento de todo bien como para estar con ella.
—Eso es ser egoísta— Comentó —Dale una respuesta a la chica, ella no merece estar en tu limbo.
—Prometo hablar con ella sobre eso cuanto antes.
—Me alegra escuchar eso— Opinó rápidamente.
— Entonces Katherine, por la manera en la que te diriges hacia mí, los gestos que haces y todo esto que me dices sobre Sarah, todo eso...¿Quiere decir que jamás volvernos a estar juntos?, Ósea... como pareja.
—No Román, no volveremos a estar juntos.
—Yo eh... Yo... No sé qué decir.
—Deberías aprender a no hacer preguntas cuyas respuestas no vas podrás soportar— Su antiguo tono regresó.
—Es triste sabes, está es probablemente la última vez en que te veré... Aunque si es así, ¿Puedo darte un abrazo de despedida?
—Te lo concederé sólo porque has hecho demasiado para llegar hasta aquí.
—Gracias Kat.
Pesé a que había pedido que no dijera aquel tierno apodo, me dejó conservarlo solo por aquel corto periodo de tiempo que duró aquel abrazo, los segundos se paralizaron, mi piel se erizó y mi nariz se impregnó con todo su aroma y por primera vez en mucho tiempo sentí paz en mi interior.
Kat se desprendió de mis brazos y subió al taxi el cual ya estaba en la parada.
—Gracias por esto Katherine.
—Gracias a ti por encontrarme— Antes de subir me dio un beso en la mejilla, entró en el taxi y me sonrió mientras arrancaba aquel vehículo.
Mi rostro se iluminó inocentemente para después recobrar su gris cordura.
Me encontraba sólo nuevamente... En aquella plaza, con la nieve en todo el cuerpo y... A pesar de haber descubierto la verdad y también de haber experimentado aquella paz momentánea... Mi alma volvió a la realidad... A aquella asquerosa realidad.
Me coloqué los audífonos para hacer más "Tranquilo" el trayecto hacia la camioneta; "Take on the world" de You Me At Six, sonó melancólicamente <<Estúpida playlist aleatoria, no hagas esto más doloroso de lo que ya es>> Pensé.
La nieve caía con tranquilidad a mi alrededor, de mis ojos seguían escurriendo pequeñas lágrimas, mi pecho estaba tan comprimido y en mi corazón al igual que en mi mente solo quedaba el arrepentimiento por haberme comportado como un idiota con aquella chica <<De verdad lo arruinaste Román, como pudiste haber dejado una chica como ella solo por estúpidas sensaciones controlables como los celos y demás>>
Era ilógico pero cierto, todo eso que había hecho... No sabía ni siquiera el porque me seguía arrepintiendo ya que no podía cambiar el pasado, por mucho que quisiera hacerlo era imposible.
Ya en mi vehículo conduje de vuelta a Last Home, me atoré en el tráfico más de una vez <<Qué extraño el hecho de que haya tanto tráfico si estamos rozando los -2 grados>> Corroboré en mi mente.
Tomé la salida de la ciudad, bajé y moví el gran portón para mí sorpresa Bess no estaba cuidando el jardín <<Obviamente tonto, hace un frio que te cagas>> Juzgué.; estacioné a un lado de la camioneta de Morgan.
Mientras me dirigía a la puerta pensé en aquello que había pronunciado Katherine antes de irse y vaya que tenía razón no podía mantener a Sarah en ese limbo tan propio de mí.
Entre en el hostal y la primera persona en recibirme fue Bess.
—Oh chico, no he podido descansar mi siesta desde hace tiempo, la demolición sobre la biblioteca para la posterior creación del observatorio de mi nieta está causando mucho ruido.
—Y cómo no.
—Disculpa... ¿Se encuentra la señorita Sarah Colleman?— Comentó una voz a mis espaldas.
Un chico con una gorra y uniforme de "FasterFox" fue el productor de esos sonidos; Llevaba consigo un enorme cuadro cargado entre manos.
—Oh... Si en un momento baja ¿Te ayudo a cargar eso?— Mencioné interesado.
—Si no te es mucha molestia — Soltó mientras bufaba ya que estábamos cargando los cuadros escaleras arriba hacía la biblioteca.
Dejamos él encargó allá arriba y Sarah por fin se acercó a ver qué era lo que hacíamos.
—¿Usted es Sarah Colleman?— Preguntó el chico.
—En efecto esa soy yo.
—¿Puede firmar aquí?— Comentó apuntando a un lugar en su hoja.
—Claro— Mencionó mientras firmaba.
—Y aquí, aquí y en este lugar tus iniciales— Terminó el chico monótonamente.
—Muchas gracias por escoger a "FasterFox" como su servicio de entrega favorito.
—No hay de que, ¿Cómo te llamas?—
Comenté mientras lo acompañaba a la puerta.
—Mi nombre es Andrey ¿Y el tuyo?— Soltó
—Román— Contesté inmediatamente.— Ahora toma, te los ganaste por cargar todo esto—Mencioné mientras estiraba la mano para darle algo de propina.
—Gracias Román, nos vemos— Dicho aquello salió por el umbral.
—¿Y bueno?— Sonó la voz de Sarah a mis espaldas.
—¿ Y bueno que?— Conteste algo abrumado por el tono de voz que había utilizado.
—¿Qué decidiste?— Preguntó.
—Aún no he decidido nada, y... Creo que no deberías seguir preguntándome, yo lo diré cuando esté listo y punto— Corté de golpe mientras abandonaba la estancia.
Logré observar a Bess meciéndose en su sillón, decidí acercarme sin el afán de molestarla eso claro estaba.
—Bess... ¿Qué puedo...— Antes de que pudiera seguir me interrumpió.
—¿De dónde sacaste esa boina?— La pregunta fue un trato extraña pero desde que había entrado por la puerta principal había notado aquel extraño interés que ella tenía en mi gorra.
—Pues... Esta boina fue un regalo de una ex pareja que tuve— El solo decir "Ex" causaba estragos en mi estómago— Según lo que había dicho la persona que nos la vendió fue que la había utilizado un antiguo marinero de gran fortuna el cuál...—
—Murió en una tormenta...— Me completó. —¿En dónde la conseguiste?— Me habló con un tono severo.
—En Oxpark.
—Román... ¿Puedo verla más de cerca?— Para este momento y como veía las cosas todo se estaba tornando incómodo, aun así, me retiré la boina y se la entregué.
Empezó a buscar una especie de etiqueta o cierre, realmente no podía lo que estaba haciendo ya que iba muy rápido y antes de que pudiera decir algo sólo comenzó a llorar.
—¿ Señora Bess?, ¿Qué ocurre?— Cuestioné preocupado.
—La boina hijito... ¿Puedo quedarme con la boina?— Preguntó entre el llanto.
Ver a una persona mayor es algo extraño, inmediatamente las lágrimas se anegaron en mis ojos, era como si viera llorar a mi propia abuela.
—Claro, claro, quédesela, pero por favor, ya no lloré— Contesté.
—Acompáñame— Mencioné mientras me tomaba de la mano.
La seguí a su recámara, nunca antes había estado ahí, tenía un hermoso aspecto victoriano, en su tocador tenía muchas fotos de lo que a mí parecería eran familiares, el tapiz que cubría una pared de su gran cuarto era el árbol genealógico de la gran familia Colleman.
—Román... Mira— Empezó. —El es Felim Colleman, mi... Bueno, difunto esposo.
Mientras me extendía la mano para observar la fotografía las cosas cada vez más cobraban sentido.
—Oh Bess... Cuánto lo siento—
—¿Aún no lo entiendes verdad querido? — Musitó.
—Felim... Es ¿El verdadero propietario de la boina?
—En efecto mi querido Román, en efecto.
—Bueno... Pues no hay problema Bess puede—
—Shhh, aún no acabó, ¿Qué acaso no quieres escuchar la historia completa?, ¿O es que una anciana como yo te aburre?, ¿Prefieres pasar tiempo con mi nieta no es así?—
—Bess, para, para, que si quiero escuchar la historia, así que continúa porfavor — Mencioné un tanto exaltado.
—Bueno, Felim era un marinero de sangre, gracias a él es que el apellido Colleman es de renombre, el construyó lo que es ahora Last Home.
—Pensé que la casa tenía generaciones.
—Las tiene, sólo que el mejoró la casa, ya que siempre que regresaba de pescar traía para vender a todo el pueblo.
—Eso me alegra Bess...
—Pero... Una vez simplemente no regresó, viajé a Oxpark apresuradamente y esperé y esperé y esperé...
—Pero nunca volvió... ¿No es así?.
—Fue muy duro de asimilar Román... Nos dejó solos... Ni una carta, no encontré nada, lloré por meses hasta que... Envejecí y lentamente me fui resignando hasta el día de hoy.
—Me alegró que esto te haga sentir mejor... Esperó y te haga sentir en paz Bess.
—Román, de verdad no sé cómo agradecerte por esto.
—No me agradezcas a mí, agradece al universo por habernos puesto en esta situación.
—De todos tú has sido su instrumento de acción, gracias Román, infinitamente gracias— Soltó mientras me daba un abrazo.
—Ver tu sonrisa es más que recompensa suficiente Bess— Contesté mientras le respondía el abrazo.
—Gracias Román, ven que te ganaste un bonito pay de mango—
—¿Mangos en Foxarc?
—Son importados así que ¿Van a saber mejor que no?
—Eso no lo sabremos hasta que lo degustemos.
Nos retiramos del lugar; hablar con Bess me tranquilizó la mente; trataba de no pensar demasiado en Katherine y lo que había ocurrido en la plaza, pero... Era imposible.
Fui escaleras arriba y me escondí en mi habitación por el resto de la tarde.
En parte porque no quería ver a Sarah y el resto porque mis ánimos no eran los mejores; No pude dejar de pensar en aquella pelirroja, y conforme avanzaba la tarde simplemente dormí con la almohada empapada en llanto.
A veces pensaba que estas cosas me hacían más débil, pero creo que es todo lo contrario, es una buena manera de "Purificar" el alma y limpiar todas esas emoción que te hacían actuar erráticamente.
Supuse que Bess había entrado a mi cuarto por la noche ya que dejó el "Merecido" pay en la mesa que estaba cerca de mi cama.
La nieve había tapado mi ventana, me preguntaba si sería duro trabajar y limpiar la nieve todos los días que cayera.
Salí de mi habitación y caminé hacia el baño, revisé la hora en mi celular eran casi las 2:00 a.m. antes de llegar al cuarto de baño escuché voces en el provenientes de la habitación de Sarah; Era una conversación acalorada, ella reía con cada palabra que susurraba la voz tras el celular.
Sabía que espiar no estaba bien, pero me picaba la curiosidad pensé entrar y "Arruinar su conversación" sin embargo nuevamente las palabras de Katherine resonaron en mi cabeza.
<<"Deberías aprender a no hacer preguntas cuyas respuestas no vas podrás soportar">> Así que abandoné aquella idea a pesar de la enorme curiosidad que me carcomía por dentro; enseguida y contra cualquier pronóstico fui al baño y me retiré a dormir.

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