XXVI-Fractal.

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¿Sabes lo difícil que es unir las cosas?, Y... Qué por ende estás mismas estén entrelazadas entre sí, ya que, si pueden estar juntas pero eso no significa que de verdad quieran estar ahí...

Bueno, eso me estaba ocurriendo con Sarah en estos momentos, si bien era cierto que disfrutaba de su compañía, las cosas se ponían cada vez más tensas, hace días encontró en mi habitación el cuaderno con notas sobre lo que conocía a la fecha de Katherine, y... A pesar de que eso ya lo había explicado ella se fue hecha una furia y con el cuaderno de notas entre sus brazos, probablemente yo también la habría provocado con mi "Y ¿Por qué estabas ahí?", Aunque tuviera razón, no era una justificación, pero enserio ¿Para qué se metía en mis cosas?.
Me armé de valor y bajé las escaleras, me dirigí hacia ella con mirada retadora y comencé a hablar.
—Sarah, no me gusta la actitud que estás tomando, <<Uf, empezaste mal Román>> es por eso que...
—¿La actitud que estoy tomando?, Pff, Román, ¿Eres idiota o qué?.
—Oye, baja tu tono y las cosas que dices.
—No, no lo haré, ¿Por qué demonio sigues tan ganchado con alguien que ya ni siquiera está en tu vida?.
—Porque... Porque... Ah, tú no lo entenderías, ahora... Entrégame ese cuaderno...
—No, está mal, y lo sabes, estás estancado en el pasado, entiende que ella jamás va a regresar, no está aquí, no te envío ningún mensaje, no te llamo, ni siquiera sé limitó a buscarte, no está haciendo nada por ti Román, ¿Qué tiene que pasar para que lo entiendas?.
—Pero... Talvez no haya hecho eso por una razón, tiene que haber algo, por eso no puedo dejarla atrás, tengo que saber por qué ella ya no está aquí, probablemente yo lo arruine todo, como siempre...
—¿Y cómo sabes que es así?, Qué tal que... Ella lo haya arruinado y no tú, posiblemente por eso ya no está aquí, sea cual sea la razón, ¡Ya no está aquí!
—¿Y eso a mí que me importa?
—Pues debería importarte demasiado, solo pierdes energías así.
—Pues tú las pierdes más tratando de hacerme desistir, ¿Pero sabes qué?, No voy a rendirme, ella tiene que estar en algún lado, y estoy convencido de que me dará una nueva oportunidad para estar a su lado y si... Y si... Por alguna razón no puede dármela... Lo voy a entender... —Hice una pausa y continué. —Pero almenas estaré feliz porque al final podré saber qué es lo que me separo de ella.
—De verdad Román... Eres un estúpido, las cosas no suceden porque si, todo tiene un sentido, todo tiene un porqué.
—Algunas veces no debe ser así, yo no necesito quedarme solo... Así... Me siento tan vacío, tan... Solo... La necesito para llenar este gran abismo que tengo en mi pecho, lo necesito Sarah, y tú jamás podrás entender eso.
—¡¿Qué dices?!, ¡¿Crees que no puedo entenderlo?!, ¡¿Sabes cuanto esperé a que papá regresará a casa?!, No.... no.... no sabes cuánto sufrí... —Mencionó llorando.
—Oye, No llores Sarah.. esa... no era mi intención... Es solo que... Es algo que no puedo justificar con nada porque lo siento en lo más profundo de mi corazón... Si fueras mi amiga de verdad no me negarías sentir algo que yo quiero sentir... A pesar de que Katherine ya no esté en mi vida... Se... Sé que ella me explicara por qué... Me encantaría que me dejara estar una vez más a su lado... Pero... Probablemente tengas razón... Las cosas tienen que tener un propósito... Y.... asimismo, tal vez yo no sea el propósito que necesita ella... —Y así... De mis ojos comenzaron a salir aquellas pequeñas lágrimas, para posteriormente convertirse en un mar de las mismas, un creciente dolor comenzó a nacer por mí cuerpo y... a pesar de que unos momentos atrás mis piernas eran extremadamente fuertes, estás mismas se doblaron y caí de rodillas con el llanto en todo mi rostro, Sarah me miró fijamente también con su cara empapada en lágrimas.
—Ro... Esa... tampoco era mi intención... Sé que tienes muchas ganas de encontrarla, también sé que eres una persona muy persistente... Pero... No por eso debes seguir dejando que algo que... Probablemente ya no esté aquí te haga perder todas tus energías... Y... esperanzas, además... No puedo estar molesta por eso... y ahora lo entiendo... Si ella nunca se hubiera ido a esta ciudad probablemente yo jamás te hubiera conocido... Y... a pesar de que ella se pierde de ti... Yo al menos con lo poco que tengo para ofrecerte... Me hace... Me hace.... Me hace muy, pero muy feliz el simple hecho de poder verte día con día... Y... No... No sabes... No... —Volvió a romper en llanto.
—Sarah... Yo también estoy muy feliz de haberte conocido... Sin aquel sitio en internet... Sin todo aquello... Místicamente y sin quererlo me atrajiste a ti, y eso... A eso yo le llamó destino.
—Román, eres un chico inteligente, apuesto y leal, tienes que comprender por qué no me gusta que sigas perdiendo tu tiempo con algo que posiblemente ya no es para ti...
—Te agradezco todas esas cosas lindas que me dices... Pero... Sarah tienes que entender que nada de eso es una pérdida de tiempo para mí, yo soy... Muy... Pero muy feliz de pasar mi tiempo en este lugar tratando de desentrañar por qué una chica como Katherine no está a mi lado... Y vaya no lo tomes a mal, tu también eres una chica grandiosa, pero todavía... Y aun con todo el tiempo que ha pasado desde el ultimo recuerdo que tengo, hay algo que me sigue matando a ella, y ese enorme magnetismo es el que me mantiene vivo, tengo que desentrañar la verdad y espero puedas entenderlo, es algo tan importante... Tan pero tan importante para mí que simplemente siento imposible el... Tratar... tratar... de olvidarlo o algo parecido... —Corté. —Y si... Probablemente a estas alturas a ella no le debo de importar o... Ni siquiera se acuerda de mí... Pero mira el lado gracioso...yo sí puedo poner esa excusa... Ahora... El cuaderno que tienes entre tus manos es de vital importancia... No logro recordar nada más que lo ya he anotado, lo que he ido desentrañando y... Las cosas que las personas me han dicho sobre ella y sobre mí... Ahora... Puedes... Simplemente ¿Puedes... Devolverlo?.
—Solo si me prometes que dejaras está absurda tontería.
—No puedo prometerte eso... Además, no es ninguna tontería... Es algo especial para mí... Y si de verdad tuvieras un poco de consideración sobre lo importante que es para mí lo entenderías, por muy tonto que suene.
—Muy bien Román... Está bien, toma tu cuaderno, pero el día... El día... Qué la encuentres y te rompa el corazón... Te voy a decir "Te lo dije".
—Me parece justo... Ahora... Ven aquí.
Terminé dándole un fuerte abrazo... Y un beso en la frente como ya era de costumbre.
—Gracias por ser mi amiga... Y gracias por entenderme.

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