XLV-Time.

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¿Qué si tres meses no eran la gran cosa?, Claro que lo eran.
1/Mayo/2019
—¿Cree que esté listo?
—No lo sé Marty, tú eres el que ha estado supervisando esto todo el tiempo ¿A dónde se fue mi dinero en todo caso?
—No, no señor, solo... Era una pregunta al aire— Cortó furtivamente.
—¿Qué tal les va marineros? —Preguntó Henry mientras subía a la terraza de la edificación.
—Pues... Me encantaría escuchar buenas noticias— Solté mientras me apretaba la gorra.
—Estaba haciendo las cuentas y todo está según lo planeado...
—¿Oh de verdad?, Ya quiero ver el barco... ¿Es justo como un galeón español?
—No lo llamaría así... Pero, date una vuelta—
—De acuerdo.
Bajé del auto y caminé por la rivera, mi corazón se aceleraba con cada paso que daba. El simple hecho de encontrarme cara a cara con uno de mis sueños era algo muy... Excitante.
Sin embrago no había nadie en el muelle, ni Henry... Ni los marineros... Lo único que había enfrente mío era un velero; Fue ahí cuando mi corazón se detuvo.
Marqué a Marty, pero no tuve respuesta, marqué una y otra y otra vez.
Sin respuesta.
Me senté en el muelle, mi estómago dolía y mi cabeza parecía salirse de su lugar.
En lugar de quedarme sentado en el muelle esperando una respuesta corrí a la habitación de hotel solo para darme cuenta de que el sujeto ya no estaba.
<<¡Maldito imbécil!>> Pensé.
Encendí la computadora portátil y entré al portal de las asignaciones justo como había hecho meses atrás al contratarlo.
Nada, sin respuesta.
Claramente había sufrido una sucia y asquerosa estafa.


30/Mayo/2019
Pasaron las semanas, y no obtuve respuesta, el dolor en mi pecho aumentaba con cada enviada a buzón. No volví a abandonar el cuarto de hotel, marqué a otros asociados registrados de la página, a la policía, por Dios incluso busqué a abogados.
Pero... Nada no había rastro de la empresa, ni de los allegados... Era como si todo fuera inventado, vaya, debía de serlo.
Esa tarde bajé a los muelles y pude encontrarme con Henry, quien con una sonrisa en su rostro me saludo y pregunto por qué no había salido a navegar.
—Henry, disculpa la pregunta, pero... ¿Qué te dijo Marty?, Digo, mientras construías este... Velero.
—Bueno, pues... Qué querías un velero para una sola persona.
—¡Pero Henry!, ¡Yo quería algo enorme de la talla de un Galeón español!
—Y yo quiero ver a mi esposa... La cual se encuentra al otro lado del continente— Soltó con sopor —Como esperabas que construyera un galeón español con tan poco dinero y materiales.
—¿Poco dinero y materiales?, Di los ahorros de mi vida en esto... <<Hey... Relájate, él no está enterado>> Susurraba mi cerebro.
—Sígueme chico, creo que... No estás enterado de todo.
Caminé tras Henry sin reparo, al entrar en sus estancias, observé el plano de construcción y las notas de entrega de materiales así como la paga a los constructores.
—Lo ves, con esto no se puede construir algo enorme.
—Se qué no es tu culpa Henry, disculpa por haberme descontrolado con anterioridad es solo qué... Bueno, fui estafado.
—¿Estafado?— Mencionó con sorpresa.
—Si, estuve pagando sumas millonarias a este tipo solo para construir el navío de mis sueños y bueno... Me entrego esta cosa— Mencioné señalando con odio hacia el pequeño velero.
—Bueno, pues esa cosa te está esperando... Tal vez no sea lo que esperabas, pero la vida actúa así...
—No, la vida no actúa de ninguna manera, ese imbécil debe estar tras las rejas en estos momentos, pero no, probablemente se esté codeando con socios de alto nivel o teniendo sexo en una isla afrodisíaca despilfarrando todo mi dinero.
—Disculpa Román, no puedo hacer nada más por ti.
—Lo sé— Corté mientras me alejaba de vuelta al hotel.
<<O... Tal vez si puedas hacer algo más por mi>> Pensé.
Corrí de vuelta al astillero, y comencé a hablar.
—Sabes, si hay todavía una cosa que puedes hacer por mí.
—¿Oh de verdad?, ¿Qué es chico?, suéltalo— Mencionó.
—Henry, sería un honor que me enseñarás a usar este velero— Solté tragando mi orgullo y bajando mi cabeza.
—De acuerdo, respira chico y ve a descansar, que empezamos mañana.
—Gracias, de verdad muchas gracias— Mencioné mientras trataba de darle un abrazo.
—Con cuidado chico, los marineros de verdad no se abrazan— Soltó.
—Muy bien... Perdón— Corté ruborizado.
Regresé a mi cuarto de hotel.
Tal y como había hecho hace años, me puse a reflexionar sobre lo que había pasado.
Algunas veces la vida está llena de traiciones, algunas más grandes que otras, el sentido de la justicia es el motor de nuestro odio y venganza, aun cuando éstos no deben de existir en nuestros corazones.
Es difícil de asimilar, aun cuando es una emoción tan propia del ser humano.
Es tan difícil aceptar, es tan difícil entender pero más difícil aún es asimilarlo; Pero cuando lo asimilas y lo aprendes... Te puedo asegurar que en tu mente esa gran herida abierta será cerrada y vaya que sí, aquello no volverá a ocurrir.
El tormento mental nuevamente me hizo dormir.

How Do You Feel?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora