XXIX-Katherine IV

50 17 0
                                    

7/Dic/18
Desperté con enormes ansias, apenas unas semanas atrás había visto a Román, después de aquel largo año, de nuevo, la persona que construyó y destruyó mi mundo, ahí estaba, en la misma ciudad que yo, hablé con mi amiga Kiara sobre ello, me pidió que fuera de regreso a LeesVille, ya que además de no haber hablado conmigo en un tiempo, podríamos platicar mucho mejor sobre el asunto que me traía de cabeza, con el debido consentimiento de mis padres tomé el tren que va directo hacía el lugar donde crecí... Y donde conocí a Ro.


Al momento de subir en el tren y con mis maletas ya en mano, vino a mi mente aquella idea de... <<¿Por qué hacía esto?, ¿Realmente era necesario viajar para hablar con Kiara sobre algo que probablemente no debería tener tanta importancia?, Si, Román fue alguien muy importante para mí, pero no por ello debería ser la única persona que debiera entrar en mi vida, además ¿Por qué demonios debía seguirle dando importancia?, El probablemente ya estaría feliz con aquella chica de cabello plateado, mientras yo estaba aquí en este asiento de Tren sufriendo y pensando en el>> súbitamente deje de pensar en ello, me desconecté por un rato y simplemente observé los preciosos caminos y la bella naturaleza que era característica de aquel lugar.

Al haberme subido a un tren directo no tendría que hacer parada por FallsTown, tenía poco tiempo, pero hubiera sido genial ver aquellas enormes cascadas, recuerdo que en una de las múltiples ocasiones la había pasado genial con mi familia, tomando fotos y siendo felices... Y... Oh vaya... También fui una vez con Román... Meses antes de que las peleas fueran imparables, uno de nuestros propósitos como pareja fue el visitar las cascadas y... se cumplió... <<Ahh.. de verdad debo dejar de pensar en el>>
Dormí el resto del camino, la señorita anuncio que el tren había arribado, bajé lentamente con mi maleta, caminé por un rato y ahí estaba Kiara, realmente no había cambiado después de todo este tiempo, seguía siendo la típica chica esbelta y preciosa del grupo, su cabello era totalmente chino, tenía una preciosa sonrisa blanca la cual combinaba a la perfección con tu tez morena, llevaba una suéter blanco, estaba abierto y por abajo se podía ver una playera de Led Zeppelin, también usaba unos mallones morados, pareciera como si no tuviera frío, aunque... Probablemente no debería hacerlo tanto, tal vez yo lo sentía porque además de ser una persona muy friolenta el tren llevaba su propio acondicionamiento, en fin la saludé a lo lejos y ella corrió hacia mí.
—¡Ahh! ¡Cuánto tiempo sin verte Katherine!.
—Casi un año, que rápido pasa el tiempo, ¿No lo crees?.
—Vaya que lo creo y lo veo querida, estás más alta, y uff... Mira cómo han crecido estás—Dijo señalando a mis pechos.
—Oye, no Kiara, shhh—Mencioné mientras me sonrojaba.
—Ay, mira cómo te pusiste ya, pareces un tomate—Dijo entre risas.
—¿Podemos irnos a tu casa ya?
—De acuerdo, hay que irnos.

Caminamos hacia su auto, ya en el Kiara comenzó a preguntarme diversas cosas.

—¿Qué tal te fue en el viaje?

—Para serte sincera fue tranquilo, ni siquiera lo sentí realmente.

—Eso significa que dormiste todo el camino ¿Cierto?

—Así es, además antes de dormir comí unas cuantas golosinas, y pues eso... ¿Me dio más sueño?

—Si, es algo natural, en fin, ¿Tienes hambre ya?, ¿Quieres ir a comer a algún lado?

—¿Recuerdas la vieja cafetería?

—¿La que estaba por la mueblería "El vago"?

—Si, esa, tengo demasiadas ganas de tomar una malteada.

—Muy bien, entonces iremos para allá.

Realmente no tardamos tanto tiempo, LeesVille no era tan grande, pero aun así tenía sus atractivos culturales y de entretenimiento, además aquella guardaba grandes sentimientos para mí, mientras avanzábamos por la ciudad decidí y con el corazón en la mano, no olvidar a Román, probablemente, ya no darle la importancia de antaño, pero jamás, jamás, por nada del mundo debería olvidar algo tan bonito como lo fue el en sus días, al llegar a la cafetería, bajamos fugazmente y nos colocamos en la banca de la esquina, como solía hacerlo.
—Muy bien, ¿Qué van a ordenar? —Preguntó una mesera con tono alegre, era más joven que la que yo recordaba <<Uff, como ha cambiado todo>>.
—Yo quiero una malteada—Mencioné con ánimo.
—Yo un cappuccino por favor—Dijo Kiara.
—De acuerdo—Termino la mesera mientras anotaba el pedido.
—Y bueno, ¿Cómo te ha tratado la vida allá?
—Pues bien... Estoy estudiando mi carrera de Ingeniería Civil.
—Oh, ¿Igual que tú papá?
—Oh no, no Joseph es arquitecto.
—¿Y cuál es la diferencia?.
—¡¿Qué?!, Hay una enorme diferencia, el arquitecto diseña la estructura que se piensa crear, los espacios que lleva, el cómo es, mientras que el Ingeniero se encarga de su posterior ejecución y vialidad para que está no se destruya o cause un accidente.
—Oh, ¿Así que eres mejor que un arquitecto?.
—Nadie es mejor que nadie, solo nos completamos y ya.
—Oh vaya, ¿Tal y como lo hacías con Román?.
—¡¿Eh?! —Dije mientras pasaba mi malteada, —Ay Kiara, sabía que querías llegar a esto.
—Perdón, perdón, pero ese fue el principal tema por el cual estás aquí ¿No?
—Pues... Si.
—Que cruel eres.
—Tu empezaste.
—Bueno, bueno ya, mejor cuéntame qué pasó.
—Pues... Me lo volví a encontrar en Foxarc City...
—Vaya ¿De verdad? —Preguntó boquiabierta.
—Así es, es raro, ¿Qué no estaba trabajando aquí?
—Yo pensé lo mismo... Estaba guardando esto para cuándo llegáramos a casa, pero... ¿Quién crees que es mi vecino?
—Oh... no.... no ¡¿ENSERIO?! —Dije.
—Así es chica.
—¡¿Y por qué nunca me dijiste nada?! —Mencioné alterada.
—Pues tu específicamente me pediste que no lo hiciera...
—Pues sí, pero... Ahhh eres mi amiga debiste haberlo dicho.
—Perdón Katherine, pero... Yo simplemente cumplí mi palabra además... los últimos días que lo vi estaba con una chica...
—Ah... ¿De verdad?... —Mi corazón volvió a punzar y la histeria comenzó a inundar mi cuerpo. —No me digas cómo era, una chica bajita, pelo plateado, ojos verdes, ella ¿Cierto?
—Oh... No, no, no chica, más alta que tú y que yo, pelo largo completamente negro, tez blanca, y creo que tenía una de esas raras enfermedades, un ojo azul y otro morado.
—Heterocromía... —Dije mientras guardaba todo ese odio.
—Que perro... Entonces ¿Dos chicas eh?, Y... No creo que la chica se llamará así.
—Oh, no, Heterocromía es el nombre que recibe ese padecimiento.
—Hmm, pues vaya chico que tuviste ¿Sabes?
—Ay, ya ni me digas, está comenzando a oscurecer...
—Si, yo también lo veo, con esto del nuevo horario, las horas pareciera que transcurren más rápido.
—¿Podemos irnos ya?, Estoy comenzando a sentirme mal.
—Ay Kat, de acuerdo, solo por eso, te invitare unas pizzas más noche.
—Me las merezco ¿Sabes?.
—Lo sé, lo sé, de todos modos tú pagas la cuenta, Jajaja.
—Muy bien.... — Dije mientras dejaba el dinero de la comida y la propina para la chica.

Al subir al auto Kiara aceleró y nos llevó rápidamente hacía su hogar, al aparcar justo en frente, pude apreciar la casa de Román.
—¿Cuánto ha pasado que no lo ves? —Pregunté.
—No lo sé... Unos meses quizás, pero no más que eso.
—Vaya...
—Pero bueno chica, entremos, ya no te concentres en eso, ven, divirtámonos.
—De acuerdo... Allá voy, pero antes de entrar giré mi cabeza y tal y como en mi mente había sucedido lo vi...
Mi corazón comenzó a acelerarse...
<<Oh... Grandísimo hijo de p*ta, ¿Me estás siguiendo?>>Pensé rápidamente... Seguía en estado Shock, simplemente boquiabierta... Después comencé a relajarme cuando pude observar que solo había abierto la casa y posteriormente entrado... Yo... Cómo ya había ocurrido una vez... Yo probablemente ya no existiría para él.

How Do You Feel?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora