Capitulo 1

18.8K 729 1.6K
                                    

Ah, no quiero ir a mi nueva escuela. Estaba bastante a gusto en mí escuela pasada. Adiós a mis únicas maestras que me caían bien y a mis mejores amigos...
Mi nombre es ____ Kenig. Si, lo sé... Apellido rarísimo. Se supone que debería de ser judía por mis padres, pero como yo me negué a serlo, me dieron em adopción. Por esa maleta razón, estoy aquí, en Derry.
Mi s padres no se parecen nada a mi. Yo soy de cabello medio rubio... Bueno, digamos que tengo mechones rubios y lo demás es café claro. Si uso lentes, y la verdad no me arrepiento porque no veo ni un carajo. Piel medió bronceada y siempre, siempre pero siempre uso tenis. Tampoco soy de esas chicas emo... Creo que me visto decentemente. Mis padres adoptivos son morenos, y son afro americanos. Esa es una razón para molestarme... Pero no me importa, yo sé que me quieren... Pero no más que a su otro hijo, Michael. Igualito a ellos, y más atención a él.
Desperté en la mañana, y me vestí. Solo me puse una camisa negra con un el logo de Mickey, bueno su silueta. Unos pantalones verdes militar, y rotos. Mis converse blancos y mi nueva mochila morada. Me despedí de mi mama y me subí en mi patineta. Yo sé, diciendo que no soy emo y el primer día me voy muy obscura. En fin, me fui rodando por las nuevas calles, y por suerte que no me perdí. Llegue y con una cadena la amarre con candado a un poste de luz. Entre con mi mochila, no pesaba tanto pues llevaba una libreta y un estuche con miles de plumas. Busque la sala del director, pero mientras, tuve que ser ESTUPIDA y choque contra alguien.

- Lo siento, no me fijé.- Me dijo una chica pelirroja extendiéndome la mano para levantarme.
-Nueva, ¿cierto?
-Si, me llamo ____ Kenig.
-Beverly Marsh.

Me extendió la mano de nuevo para saludarla formalmente. No sé cómo lo hice pero le respondí. Soy muy penosa, y no entiendo cómo ni porqué me presenté tan rápido.

- Miren chicos, la chiquita pelirroja con otra nena.- Dijo un joven alto y rubio.
Sentí como pasó su mirada de arriba hacia abajo, viendo mi... Mi culo.
- Mis ojos están aquí.- Le dije un poco enojada.
- Tranquila nena, que conmigo estás a salvo de esta zorra.- Dijo mientras me empezaba a agarrar la mano.
- Zorra la madre que te parió.

Jale a Beverly, y ella se tapaba la cara.

- Ignóralo, es solo un estupido.
-No creo, gracias a él toda la escuela me ve como una zorra cualquiera.- Dijo mientras golpeaba un casillero.
- No me cuentes, ¿ok?
Sonrió y me miró.
- Creo que serás la única que me entenderá.

Me puso su mano en mi hombro.
Sonó la campana, y busque rápido al director. Me despedí de Bev y me fui corriendo a buscar la oficina. Cuando la encontré, toque la puerta y la abrí.

- Disculpe, ¿Profesor McGregor?
-¡____! Me hacía falta verte, me han dicho que eres muy buena académicamente. Toma asiento.

Típico, me daría un discurso gigante de reglas y más cosas que ni al caso. Me dio mis llaves para mi casillero y también mis libros. Era el casillero 0304. Salí y me despedí. Los pasillos estaban vacíos y busque mi casillero. Lo encontré y me di cuenta que estaba a lado de un casillero ultra decorado con brillo tos rosas. Que asco. Lo abrí, y metí todo. Vi que ya tenía mi horario de clases pegado, así que revise qué clase tenía. Era biología, así que saque mi libreta verde y mi libro. Me lleve la mochila y cerré mi casillero. Busque, salón de biología... Me tarde como 5 minutos hasta que lo encontré. Toqué la puerta, y salió una maestra un poco mayor de edad.

-Oh, ¡____ Kenig! Pasa, tú asiento está a lado de Edward Kaspbrak.

Quien carajos es Edward Kaspbrak... Levantó la mano un niño pecoso y chiquito.

-Maestra, ¿mencionó mi nombre?

Ya sé quién es Edward Kaspbrak. Pase por el salón sin voltear a ver a nadie. Qué pena. Puse mi mochila en el respaldo de la silla como todos. Puse mi libreta encima de mi banco y saque mi lapicera.

Sarcasm. ~Richie Tozier y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora