Sarcasm. ~Richie Tozier y tú

Capitulo 2

Narra Richie:

- ____... - le dije apareciéndome a su lado mientras acomodaba sus cosas en su casillero para salir. - ____...
- ¿Que carajos?
- Perdón.
- Estas acostumbrado a decir eso.
- ¿Que harás por el resto del día?
- Aprovechar que mi madre se ira y estar completamente sola.

Cerró su casillero y se fue, la vi al final del pasillo dejando caer su patineta y yéndose.

YA SE.
Tal vez perder la virginidad le alegre...
Que pendejada acabo de decir.

Planeo conseguir algo para comer y aparecerme para perdonarme, después vemos películas o cosas así.
Soy un bebé romántico.

{...}

Fui a diferentes supermercados en busca de chocolates y papas fritas. Ahora... me la he pasado admirando su casa para ver cuando su madre salga.
Hasta que BOOOM BITCH!
¡Salió!
Ahora arréglate y ponte guapo Richielongo....
Que mierda de apodo.

Me arregle, y ahora tengo que ver la forma en la que pueda entrar sin que me mande a la mierda.

Narra ____:

Se ha ido mi madre... significa que puedo ver porno y masturbarme.
Aaaaa no se crean, obvio no. Soy una santa hija del señor, ahre :v
Me fui a la sala d casa abajo y prendí mi nueva consola.
Wuuuuujuuuuu.
Ahora tengo hambre... brga.
¿Y si pido una pizza?
Ahuevo.

Siempre que mi mamá se va, deja dinero por si acaso... creo que esta es una de las ocasiones necesarias.
Tome el teléfono y marque a mi restaurante favorito de pizzas. La pedí con pepperoni y doble queso y una soda de limón.
Ya lleguen hijos de puta.

Pasaron unos minutos y yo peleaba conmigo misma en el pinche juego.
Tocaron el timbre.

¡PIZZA!

Corrí, tome el dinero y abrí la puerta.

- Richie...

Traía un ramo de flores. Se acercó y me abrazo.

- Perdóname, perdóname, perdóname, perd...
- ¿Que te Pasa?
- Perdóname, perdóname.
- Ya cállate y pasa.

Entro y cerré la puerta.

- ¿Que mierda haces aquí?
- Perdóname, perdóname...
- ¡Cállate!
- Ve arriba.
- ¿Arriba?
- Ve a tu cuarto.

Lo mire raro. Confío muy poco en el ahora pero subí como quiera. Abrí la puerta y vi la ventana abierta. Me acerqué a ella y abajo vi una canasta con muchas bolsas de papas fritas y muchas barras de chocolate.
Richie me tocó el hombro.

- ¿Me perdonas?

Lo abracé.

- Quiero que dejes de ocultarme cosas, yo casi nunca lo hago.
- Casi nunca... así que prometamos que nunca nos ocultaremos cosas... ambos.

Nos separamos y me miro.

- Lo prometo.

Ahora yo lo mire.

- Lo prometo.
- No cruces los dedos cabron.
- Es broma, te lo prometo. - rio mientras se rascaba la cabeza.

Sus lentes estaban la mitad de su nariz. Me acerqué y se los ajuste. Le abracé de nuevo.