Capitulo 11

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Le abracé de vuelta.

- Y cuéntame, ¿cual es su nombre?
- Milo.

Se hincó y sacó al cachorro de su caja. Le empezó a lamer la cara y el solo reía.

- Tengo algo para ti, pero tienes que venir conmigo.
- ¿No puede ser aquí?- dije haciendo un puchero.
- No.
- Puta madre.

Me despedí de mi abuela y madre.
Salimos y comenzamos a charlar de tontería y media.

- Hemos llegado. - dijo señalando la heladería en la que comenzamos a ser amigos.

Me reí. Entro y salió con un helado para mi.

- Ahora, te llevare a otro lugar.
- ¿Está lejos?
- Un poco.
- Puta madre.
- ¿Es tu grosería favorita?
- Quizá.

Caminamos mientras terminaba mi helado, hasta que llegamos a lo que yo creía el "parque" a lado de los Barrens... en donde los perdedores y yo nos hicimos una cortada...
Que mierda. Me traía malas vibras aquel lugar.

- Y... se puede saber, ¿que mierdas hago aquí?
- Toma. - dijo mientras extendía un pañuelo.
- ¿Que Mier...
- Tápate los ojos.

Me daba miedo.
¿Y si era Eso transformado en Erick y me violaba?

Da igual.

Me vende los ojos y me quite mis anteojos.

- Tu solo camina.

Erick tomó mi mano. Me tente ;-;

Caminamos y yo escuchaba las pisadas que dábamos en el pasto MÁS SECO QUE MI CONCHA.

Llegamos a no sé dónde, pero se escuchaba tranquilo, había calma y unos pajaritos no se callaban el puto hocico.
A chinga...
Pero los pájaros... tienen pico.

Puta madre el helado traía droga.

Me tomo de los hombros.

- A la cuenta de tres, te quitaras la venda.
- Erick, juro que si me sales con alguna mamada no te hablaré el resto de tu vida.
- Uno...
- Te valió pito.
- Dos...

- ¡Tres!

Jale la venda por el frente.

- Mierda, me mame con el nudo.
- No mames ____.

Me reí.

Lo deshice aunque me costara un huevo.

- Vale, contaré de nuevo.
- Puta madre.
- Uno...

- Dos...

- Tres.

Ahora si, desprendí el pañuelo de mis ojos.

- ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!

Que madres.

Me tallé mis ojitos y me puse las gafas.

Y si, lo que veía era real.
Los perdedores tenían una mesa llena de comida y regalos. Y ahora todo el suelo estaba lleno de confetti... al igual que mi cabello.

Quería llorar.
Todo eso era una farsa. Mierda.

Estaba congelada y veía a todos reír.

Parpadeé y de un segundo para otro, Eddie se aventó y me abrazo. De ahí, se unió Bill, Ben, Stanley, Bev, Ben, Mike y Erick.

- N-n-no se q-que decir.
- Solo disfruta.- dijo Bill sonriendo.

Se apartaron y quedaba Richie.

Sarcasm. ~Richie Tozier y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora