Límite (Erótico-Gay)

6.

Salimos de allí en un par de minutos, al llegar a clase se sentó a mi lado y no paraba de mirarme lo cuál yo tampoco paraba de hacer. Cuando se acabaron las clases, nos fuimos detrás del instituto, no paraba de besarme, y la verdad me gustaba, yo le acariciaba la espalda y iba bajando poco a poco mis manos para poder tocarle el culo.
-Creo que debería irme, mi madre me mata si llego tarde.- le dije mientras se apoyaba en mi hombro.
-Deja que te lleve.-Exclamo
-¿Cómo?
-Tengo la moto.
-De acuerdo...
Dimos la vuelta al centro y estaba allí su moto, me monte y le sujete con fuerza. Cuando llegamos a mi casa, me escondí entre unos setos y me besó.
-Ahora hablamos, me tengo que ir.-dijo con su labios rozando los míos.
-Estaré atento.

Pasaron diez minutos y me llegó el primer mensaje.
- Necesito verte.
- Yo también te necesito.
- A las 6:10?
- Está bien... Dónde?
-Paso a recogerte.
Cuando termine de cenar, subí a mi cuarto y estuve haciendo la tarea, eran las seis, y me estaba poniendo nervioso. Cuando baje vi a mi madre sentada en su butaca leyendo un libro.

-¿Dónde vas?.-Dijo con una sonrisa en la cara.
-A hacer un trabajo de clase.
-No llegues tarde.
-Valee..

Me senté en el escalón y en pocos minutos llegó me monté y empezó a conducir. Al llegar a un prado, empezamos a mirarnos. Apenas habíamos hablado desde que nos besamos .
-Pues, sí me gustas siento haberte dicho lo contrario.
-¿Porqué lo hiciste?
-Tenía miedo de perderte, me gustabas, pero no quería estar solo, no quería quedarme sin amigos.
-Tranquilo César, nunca te dejaría solo por eso, si te sirve de consuelo nunca he hecho esto y me da igual estoy cómodo contigo y me gustas, me gustas mucho, desde el principio, y si te lo pregunté era para asegurarme.

Al escuchar sus palabras me lancé a sus labios, sus labios carnosos; mientras sus labios iban subiendo y bajando envolviéndome en una persona totalmente sumisa para él. Me acariciaba la cara y iba descendiendo poco a poco hasta que llegó a la bragueta.
-Lo siento, no estoy preparado.
-No pasa nada, cada cosa a su tiempo, por casualidad, ¿Vendrás conmigo?
- Ir contigo...¿dónde?
-A la fiesta de mañana.
-Nunca he ido a una fiesta.-dije avergonzado.
El comenzó a reírse y me comenzó a besarme muy lentamente.