Límite (Erótico-Gay)

12.

Me miró, se rió y me besó.
-Quisiera estar contigo hasta el resto de mis días.-dijo él.
-¿Eso que quiere decir?-mi cuerpo quería saltar, mis labios querían besarlo, pero mi cerebro me mantenía quieto.
-Quiere decir que quiero que seamos lo que tú quieras que seamos.
Estaba confuso había soltado una frase demasiado complicada para aquella circunstancia.
-Entonces...¿Somos...?
-¿Novios?-me interrumpió.
-Sí, supongo.
Se abalanzó sobre mí me besaba me acariciaba la espalda y mis hormonas una vez más estaban encendidas. Me quito la camiseta y mientras me besaba el cuello me iba acariciando el torso. Me puse sobre él, lo besé y iba bajando besándole el torso, su abdomen hasta su pantalón. Le desabroché el cinturón y le quite los pantalones. Él gemía y lo besé acariciándole la parte que más quería tener dentro de mí. Él estaba tumbado en la cama, me arrodillé ante él y le bajé el calzoncillo. Me asombré al ver el gran tamaño y mi mente empezó a imaginar lo que podría pasar.
-¿Estás bien?¿Seguro que quieres hacerlo?-con su interrupción me saco de mis pensamientos.
-Te deseo.
Cogí su gran miembro y lo introducí lentamente en mi boca. No era desagradable , pero lo que más me gustaba era ver como estaba disfrutando con lo que hacía. No podía meterla entera, pero la chupaba como si fuera un Chupa Chups.
-¿Te aviso?-dijo con la voz entrecortada.
-No me importa.
-Seguí varios minutos más y notaba como cada vez se iba poniendo más caliente. Se corrió dentro de mi boca y me acerco un trozo de papel de baño para que lo escupiera.
De pronto fue él quien empezó a besarme, pensaba que no íbamos a hacer nada más, pero me equivocaba.
Se sentó sobre mí, me bajo el calzoncillo y me agarró fuerte. Hacía movimientos rápidos y circulares. Sentía que mi voz no podía salir, y si la movía más deprisa hacía que un cosquilleo me recorriera el cuerpo entero. Noté como el semen salió de mi y él se acercó y me besó.