21.

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Subí a mi cuarto, encendí el ordenador y me puse a buscar todo lo que habían dado en clase. Cuando más o menos lo entendí casi todo, le hable por WhatsApp.
-Hola, ¿Vas hacer algo ahora?
-Sí, estoy estudiando para un examen.
-Nada, era para vernos.
-¿Vas a salir después?
-No, me quedaré estudiando toda la tarde.
Decidí ir a pie hacia su casa, así darle una sorpresa y de paso coger mi bicicleta, ya que la tenía allí. Mientras bajaba las escaleras, mi madre me miraba con cara de interrogatorio, pero aceleré el paso y salí por la puerta.
Andé durante 1 hora, vivíamos bastante lejos, pero cuando llegué la bicicleta seguía en el mismo lugar donde la dejé. Antes de irme quería verlo, llamé a la puerta y salió su madre, una mujer muy guapa rubia y con los iguales a los de su hijo.
-Hola, ¿Está su hijo?
-No, se fue después de las clases ¿quieres que le diga algo?
-No muchas gracias y encantado de conocerla.
Cogí la bici y fui hacia mi casa, mientras la manejaba, mi mente iba pensando en el, y en por qué me mintió. En ese punto, me hacía dudar de todo lo que me había contado, no sabía si todo lo que me había dicho antes era cierto o falso. No paraba de pensar en él y en su mentira, o en las que pudiera haber, y mientras hacía amabas cosas a la vez, un coche se cruzó, no lo di a tiempo y choque contra él.
Me desperté en el hospital, con un brazo roto y siete puntos en la cabeza. Mi madre estaba allí, cuando vio que abrí los ojos se acercó y me dió un beso.
-¿Qué te ha pasado?-su cara de preocupación, me preocupaba y hacia que me sintiera culpable.
-Nada, un despiste ¿cuanto llevo aquí?
-Te trajeron ayer por la tarde una hora y cuarto después de que salieras de casa, llevas durmiendo desde entonces.-Intentaba pensar en todo pero me dolía demasiado la cabeza como para hacerlo. -voy a ir a casa, iré a coger ropa para tí, la tuya está manchada, descansa.
Me quedé bastante tiempo solo, pero llamaron a la puerta, pasó y era él, entró sonriendome y se estaba acercando a mí.
-Vete, por favor, ahora no me conviene verte.- sufría diciendo esas palabras, pero debía decirlas.
-¿Qué ha pasado?-su aspecto cambio, no podía articular palabra.
-Me has mentido, ayer fui a tu casa y no estabas, cuando me dijiste que ibas a estarlo, por favor vete.
-Hablaremos de esto.-cuando lo dijo se me acercó y me besó, no pude evitarlo, a penas podía moverme, pero no se lo devolví.
Cuando salió por la puerta un río de lágrimas empezó a salir de mis ojos.

Límite (Erótico-Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora