13.

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Noté como cada poro de mi cuerpo era mojado por el agua que caía. Tardé más de 15 minutos debajo del agua. Trataba de asimilar lo que había ocurrido, pero cada vez que lo intentaba, los excitantes recuerdos volvían a mi cabeza y me salía un sonrisa tonta.
Salí desnudo del baño y entre en la habitación, me cogió del tal manera que mis piernas rodeaban su espalda y así nuestras lenguas hacían recorridos en los cuales hacía que cada segundo necesitara morderle el labio inferior.
- Ha sido el fin de semana que más me ha gustado.-le dije.
-No quiero que se acabe.-dijo.
-Volveremos más veces. Y ahora déjame vestirme.
Me agarró con fuerza para que no pudiera bajarme, pero esto le sirvió de poco ya que escapé pocos segundos después.
Eran las 7 de la tarde, me monté en su moto y me agarré fuerte, no por que tuviera miedo sino por qué no quería separarme de él. Llegamos a mi casa, y al bajarme vi como mi padre estaba mirando a través de la ventana. Su cara quedó frente a la mía, y me acerqué y recogí con mis labios los suyos así dejando que mi padre me viera besarlo.
-Te quiero.- Sus palabras hacían esa situación más difícil, ya que quería pasar con él muchas horas más.
-Te quiero.
Entre en casa me dirigí a mi cuarto y solté la mochila. Baje a cenar y le di un beso a mi madre. Mi padre se sentó al lado, no nos miramos en toda la cena, ya que si lo hacíamos, liabamos un pollo.
Subí y leí el móvil.
-Te estoy echando de menos. Mi sonrisa se manifestó.
-Quiero que estés aquí, no quiero estar solo.
Necesitaba su calor, sus labios, y el olor de su piel.

Límite (Erótico-Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora