28.

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-¿Tú eras el chico que salía con Julio verdad?
-Sí, y aún salgo con él, o eso creo.-mis palabras salieron sin mas, mis dudas aumentaron y mis ganas de verlo también.
-Oh, vaya no sabía nada,¿dónde está él ahora?
-Me dijo que se iba, no sé si es cierto todo lo que me dijo pero creo que está en Roma.
Acabábamos de llegar a mi casa y el coche paró.
-Gracias por traerme, ha sido un placer, por cierto ¿cómo te llamabas?
-Me llamo David e igualmente.
-Adiós.
-Adiós.
Fuí corriendo hacia la puerta, comí y subí a mí habitación. Abrí el portátil y abrí Skype y comencé a llamarlo.
Tardó bastante en cogerme el teléfono, y cuando lo hizo vi su cara en la pantalla. Era muy extraño, se veía un fondo blanco y una camiseta blanca.
-Hola, ¿cómo te va?
-César, ahora no puedo hablar, lo siento. Necesito hablar contigo, Te quiero.-hablaba tan rápido que casi no la entendía, hacía que me pusiera nervioso y no pudiera hablar.
-Te quiero, adiós.
No podía entender que le pasaba, me preocupaba y tenía muchas ganas de verlo.
Salí de mi casa y fui hacia la autoescuela para seguir estudiando, dentro de unos días tenía el examen del carnet.
Salí de las clases y fui hacia su casa, cuando llegue llamé y llamé y nadie respondía, me asomaba por las ventanas y todo lo veía apagado, mis nervios me superaban y no pude más. Me senté en el escalón de su porche y una gran cantidad de impotencia se iba por mis ojos. De querer saberlo todo a no poder saber nada. Lo necesitaba, lo quería, lo amaba.

Límite (Erótico-Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora