Entre abrí los ojos, veía como su pecho subía y bajaba, por suerte quedaba como unos 10 minutos para que sonara la alarma. Pude disfrutar ver como dormía mientras abría sus ojos poco a poco.
-¿Qué haces?
-Nada solo te...- no pude terminar de decir la frase y ya estaban nuestros labios envolviendose.
-Me encanta esto- sus manos acariciaban mis mejillas.
-¿El qué?
-Despertarme contigo.
-Es peligroso.
-¿Y qué?
-Nada.
Me levanté, fui hacia el arma Chirio, saqué un vaquero y una sudadera. A él le dejé un jersey negro, ya que su sudadera de ayer estaba sucia.
Nos vestimos y con cuidado bajamos las escaleras, no había nadie en la planta de abajo, todos estaban durmiendo. Hice un par de tostadas y nos las comimos. Cuando salíamos, nos encontramos con Bea.
-Hey.- me alegraba mucho de verla, no la había visto desde hace mucho tiempo.
-Hola al fin nos vemos y¿éste quién es?
-Hola soy Julio, su novio.- aún me sentía especial cada vez que lo decía.
-Hola, encantada, ¿venís?
-¿Vas al instituto no?
-Iba a ir, pero no me apetecía, hoy he quedado con amigos, ¿Queris venir?
Me miró, yo quería ir pero no sabía lo que quería hacer él.
-¿Vamos?-lo miré, me miró y me sonrió.
-¿Dónde vamos a ir?-le preguntó Julio a Bea.
-Vamos a ir al claro que hay detrás de la montaña, tranquilos que no hay que andar mucho.
Ambos sonreímos y Bea nos miraba sonriendo. Estuvimos andando una media hora, y entre los árboles había un claro de hierba verde con flores amarillas. Bea sacó un trozo de tela lo puso en el suelo, nos tumbamos sobre el y mirábamos al cielo.
-Dentro de un rato vendrán dos amigos más, por ahora vamos a seguir estando los tres.
-¿Suelen tardar mucho?-mi voz sonó más borde de lo que creería que sonaría, pero Bea no se lo tomó mal.
-No, solo es que se despiertan más tarde.
Julio sacó su móvil, puso música y me tumbé sobre su pecho. No recuerdo cuanto estuve durmiendo, pero me dormí abrí los ojos y todo seguía igual. En minutos llegaron otras dos personas, un chico y una chica.
Bea se levantó y los saludo, me presentó a otros los otros dos, a Juan, un chico rubio con los ojos azules, y a Violeta, una chica morena y muy alta. Ambos me parecieron majos, pero veía a Julio aburrido.
-Creo que Julio y yo nos vamos a ir.-en seguida Julio me miró con una cara diferente a todas, y no sabía si eso era bueno o malo.
-¿Dónde vais?-dijo Bea, mirando y riéndose.
-A dar un pequeño paseo.
Lo cogí de la mano y me adentre en el bosque. En cuanto nos alejamos un poco me chocó contra un árbol, me cogió la cabeza y me besó, pero me separé de él.
-¿Qué te pasaba?
-Nada solo estaba aburrido.
-¿Y ahora lo estás?
-Podría ser mejor, pero las circunstancias no dan para más.
Volvió a cogerme y empezó a jugar con mi lengua.
-Deberiamos volver con ellos.
-Cállate.-su voz era suave, ya que no quería que nos escucharán los otros.
Seguimos allí varios minutos más y volvimos con ellos.
Cuando llegamos alli, lo tenían todo recogido. Bajamos hacia la ciudad, Julio cogió su moto, que la tenía en el aparcamiento del instituto, y me llevo hasta casa. Cuando me baje de la moto le besé.
-Ahora hablamos.
-Vale.
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Límite (Erótico-Gay)
RomanceEstaba allí al borde de la muerte, esperando el el impulso de valor decidiera que pasaría. Estaba allí cansado de sufrir con la emociones a flor de piel, tenía medio de que la muerte fuera peor que mi vida, pero me daba igual, decidí saltar pero una...