{Holas, quería agradeceros por las +30.000 leídas, muchísimas gracias, en serio. Sé que os de dado este discurso más de 5 veces, pero no sé que más decirles. Vosotras os merecéis una escritora mejor que yo, ya que yo escribo de pena. Pero bueno, es lo que hay. Os merecéis, además, una maratón de más de 100 capítulos, pero no tengo el tiempo para escribir tanto. Así que, este capítulo será el especial de los 30.000, intentaré hacerlo lo más largo posible, y que quede lo mejor que pueda, espero que os guste, y disfrutadlo}
[Canción recomendada del día: Iridescent de Linkin Park es una canción muy bonita, quiero que la escuchéis]
Capítulo 48:
Despierto nuevamente en una cama que conozco bastante. Cada vez que estoy ebria despierto aquí, no me sorprendería que un día muera en esta cama con la misma persona que tengo a mi lado. Rubén.
-Vamos, _____ -me digo a mi misma dándome ánimos para levantarme, pero no logro hacerlo. Decido quedarme acostada unos minutos más en la cómoda cama recordando lo de anoche.
Es primera vez que estoy con resaca y recuerdo lo de la noche anterior. Nada que tiene que ver con sexo. Simplemente, horas y horas hablando con uno de mis más grandes amigos, Rubén. Risas y llantos, recordando cada momento de nuestras vidas, cada detalle, una noche que jamás se me olvidará.
Dejo de pensar en cosas que ya ocurrieron, y que no volverán a ocurrir. Me semi-siento en la cama y miro a mi alrededor. Estoy en la habitación de Rubén, durmiendo junto a él, ya hasta se nos hacía costumbre. Ya ni me incomoda.
Me paro de la cama, miro mi ropa y estoy con mi pijama, ¿Cómo mierda me lo llegué a poner ebria? Preguntas que no tienen respuesta.
Voy a mi habitación, tomo mi ropa casual y me encamino a la ducha intentando que mis pasos no suenen para no molestar a Rubén.
Me ducho, estuve unos 20 minutos lavándome el cabello y sumida en mis pensamientos mientras caía agua caliente por mi cuerpo. Me pongo mi ropa, y salgo del baño.
Camino a la cocina para empezar a cocinar el desayuno. Pero, me encuentro con Rubén despierto haciendo unos panes con jamón y queso.
-Tía, esto era sorpresa -me dice bostezando.
-Pues ya no lo es -le digo y pongo una sonrisa que él me devuelve. Le compraría sus ojos, son hermosos, verdes, me encantan.
Lo miro mientras hace el desayuno, hasta que se sienta al lado mío y comenzamos a devorar cada pedacito de pan, jamón y queso que ha hecho Rubén con mucho cariño.
Me tomo todo el jugo mientras conversamos y reímos, me la paso muy bien con este chico, hice bien al quedarme a vivir con él.
Terminamos de comer y yo me pongo a lavar los platos. Rubén llega por detrás y se pone a mi lado a ver como lavo.
-Deberías ayudarme en vez de mirarme -le reprocho con una cara de enojada que ni yo misma me creo. Él ríe.
-Quiero hablar contigo -me dice y su risa se esfuma.
-Ya la he liado, y me echarás del departamento... -le digo con cara de tristeza. Él ríe nuevamente.
-No, ____, no es nada malo -dice, y luego se lo piensa un rato- Terminas de fregar y vienes al salón -me dice nuevamente y sonríe.
Me quedo unos minutos más lavando los vasos y pensando en que me dirá. Cuando termino, camino al salón, me siento en el sofá al lado de él, y lo miro esperando a que hable.
-Hola -me dice riendo.
-¿Qué quieres? -le pregunto. Este chico me llena de curiosidad.
-Quería... -me dice, y traga saliva- Yo-Yo quería invitar...-hace una pausa - Invitarte a salir -termina de decir y sonríe.
ESTÁS LEYENDO
Un minuto (Willyrex, Rubius y tú) || CANCELADA
Fanfiction¿La vida de alguien puede cambiar en tan solo 60 segundos? || No se permiten adaptaciones de la novela sin mi permiso y/o autorización - Todos los derechos reservados.