Mientras mi madre interactúa con sus reencontrados hermanos, me doy cuenta de que hemos entrado en el espacio donde se encuentran hablando lo cuatro adolescentes que mencioné anteriormente.
El único varón que estaba entre los cuatro, se levantó y me tendió su mano, en forma de saludo -Hola, es un gusto por fin conocerles, soy Blake. - nos sonrió con gesto amable y luego se volteó para mirar a las otras tres chicas que nos miraban con sonrisas en los labios, amigablemente.
-Ella es mi hermana, Jenna- señaló a una chica de mi estatura, con cabello negro que llegaba un poco más abajo de sus hombros, ojos color café, sonrisa extremadamente blanca y al parecer es la más simpática de la tres.
-Hola, que bueno que por fin las conozco, esto de enterarme hace unas horas que tengo familiares en Irlanda me pone de puta madre.
-¡Jenna!- le reprendió su hermano pero luego le quitó la mirada de pocos amigos que había dirigido en su dirección- Bien, ellas son Jamie y Saphira, nuestras primas- inquirió haciendo un ademán con la mano para dejarnos saber que también son nuestras primas.
Nos acercamos a las chicas con parsimonia, yo en verdad no quiero mucho que ver con adolescentes gritones que sólo se interesan en hablar de chicos, pero, a mi hermana al parecer le cayeron de maravilla. Por mi parte no quiero decir que no las soporte, pero, simple y sencillamente encuentro todos sus temas de conversación algo patéticos y fuera de todo sentido común.
-Mañana será su primer día de colegio aquí en Londres.- Blake, se me acercó y se sentó al lado mío en el piso.- ¿Estás nerviosa?- él evidentemente quiere entablar un tema de conversación y dado que nos acabamos de conocer, creo que el tema que trajo es bastante relevante.
-En realidad no, me gusta esto de que nadie me conozca.- le dije con algo de indiferencia pero en tono amable
-Bien, aunque no creo que no conozcas a nadie, nuestras primas, mi hermana y yo también acudimos al mismo colegio al cual ustedes estarán acudiendo. - eso me tranquilizó un poco ya que no tendría que estar pidiendo direcciones a algún desconocido en el colegio.
-Que bien, así no tendré que estar preguntando por todo el colegio como una mera pendeja que dónde están las aulas- me sonreí y el hizo lo mismo
En realidad me siento mucho más tranquila. Blake se separó de mí y se dirigió en dirección a su hermana y las demás chicas. Miraba atentamente a Delilah, quién al parecer estaba de lo más entretenida hablando con las chicas. Me incitó a ir a su lado pero yo prefiero mantener mi distancia. Me puse a observar a todas las chicas y a sacar conclusiones sobre su personalidad. Jamie es una chica delgada, con pelo negro alasiado hasta más abajo sus hombros, posee unos ojos grandes color café y unos labios y una sonrisa perfectos, no es muy alta, casi de mi estatura y muy simpática. Saphira es un poco más alta y presumo yo que es la mayor, tiene cabello sumamente largo color castaño, ojos grandes color café que se esconden tras unos anteojos, labios naturalmente fruncidos y en la línea, ni delgada ni gorda. Blake por su parte es bastante alto, piel morena pero no tan obscura como la de su padre, con unos ojos color gris que, al parecer, heredó de su madre, labios perfectos y una sonrisa naturalmente coqueta.
Los miraba con atención mientras ellos hablaban y se conocían y hasta me distraje un poco, pero, fuera lo que fuere lo que pensase, él se metía en mis pensamientos y no sé, no dejo de pensar en David. ¿Qué estará haciendo en estos instantes?
***David***
Mi padre me fue a recoger al aeropuerto, de hecho lo hice esperar un poco gracias al instante caliente que tuve con Amanda. ¡Ay Amanda! No la puedo sacar de mi mente, me siento tan atraído hacia ella, no puedo dejar de pensar en ella, en su cuerpo, en su sonrisa pícara, en sus hermosos ojos, esas lumbreras azules que me hipnotizan y hacen de mí lo que les da la regalada gana.
-Nene, te veo muy pensativo, ¿todo bien?- me preguntó mi padre
-Si, papá todo bien, solo que estoy muy cansado- mentí, en realidad no estoy nada cansado, me siento con ganas de coger mi auto he irme a buscar a Amanda por todo Londres si es necesario.
-Bien, David, me alegro. Tengo que hablar contigo.- me dijo algo preocupado
-¿Qué ocurre papá? ¿Todo bien?- me preocupé un poco al ver la cara de circunstancias que lleva mi padre en el rostro.
Mi padre me dirigió una mirada pícara, de esas que son muy de él, y me sonrió- David tienes que llamar a Debbie, no ha dejado de llamarme desde esta mañana y de verdad me tiene harto, ya estoy que me pego un tiro.- me dijo fingiendo estar desesperado
¡MIERDA, MI NOVIA! ¿Ahora qué hago? La verdad es que no tengo nada en absoluto con Amanda y no sé siquiera si la vuelva a ver, pero, no me la puedo sacar de la cabeza y desde que la vi en Irlanda, ni siquiera me acordaba de mi ¿novia?. Hay veces que me cuestiono si lo que tenemos es un noviazgo, es puramente físico, no sé, pero, algo tendré que hacer. Total, Debbie no le llega a Amanda ni a los talones, creo que romperé con ella tan pronto pueda.

ESTÁS LEYENDO
Y luego...nos encontramos
RomanceAmanda Louis, una acaudalada y aclamada chica nacida en el Caribe pero criada en Mullingar, Irlanda, se ve obligada a mudarse a Westminster, Londres. Esta hermosa, ruda, real e inquisitiva chica, para nada parecida a las otras de su edad y cuya fe e...