Y luego...nos encontramos

Capítulo IX- ¡Te quiero!

***Amanda***

Llegué temprano a casa, tengo que encontrarme con David en Starbucks a las 7:00 ni un minuto más ni uno menos. Son las 5:30 de la tarde, me puse a hacer algunos deberes de la escuela, bajé a comer algo. Le pedí permiso a mamá para salir, cuando le dije con quién saldría me dijo que estaba muy bien y que me protegiera, mamá sabe que no soy virgen así que solamente asentí. Ya son las 6:23 por lo que decido irme a duchar. Fui a mi closet, buscando lo que me pondría para ver a David cuando mi madre tocó mi puerta.

-Mi amor, tengo el atuendo perfecto para ti- se acercó y pude notar que traía una bolsa de Gucci y una caja de Loubotin.

-Mamá, ¿cuándo lo compraste?- le dije emocionada tan pronto la vi sacar un hermoso vestido blanco. El vestido me cubre justo lo necesario, es blanco, con mangas sueltas hasta los codos y deja al descubierto toda la espalda hasta el cocsis. Me lo pongo, me queda hermoso, suelto, dejando ver mis piernas y al voltearme, WOW está impresionante, se ve toda mi espalda por lo que no podré usar sostén. Los zapatos, unos tacones como de seis pulgadas, color oro con un montón de piedras Swarovski de diferentes tamaños y formas en el talón. ¡HERMOSOS!

Mi hermana también entró a mi habitación, estaba hermosa. Usaba un vestido muy pegado al cuerpo, color rojo sin mangas y tan corto como el mío.¡Espanpanante mi hermanita! Definitivamente mi madre es la mejor. Nos dimos un abrazo y ellas salieron de mi habitación.

Alacié mi cabello, quedó perfectamente estirado, me maquillé, solo un poco de polvo, rimmel, liner y un lapiz labial color carmesí que hace de mis labios unos irresistibles, me puse un reloj de oro de marca BVLGARI. Miré la hora, 6:50, hora de irme, tomé un pequeño bolso de mano, mis llaves, el lapiz labial, mi móvil y salí de mi habitación. Al bajar las gradas pude ver a Jake esperando a mi hermana. El muy tonto me miraba de arriba a abajo, me comía con la mirada, yo solo le sonreí y le dije:

-Diviértete con mi hermanita- le recalqué las últimas dos palabras, para que no sea un cerdo, ni de coña le estropeo la cita a mi amada hermana.

Entro a mi auto, enciendo el motor este me recibe con un "Buenas tardes Amanda", no sé cuándo me acostumbraré a que mi auto me dé la bienvenida pero no le hago caso y oprimo el botón que dice Starbucks en la pantalla de el GPS. Sin más ni más llego al Starbucks y para mi sorpresa llego exactamente a las siete en punto. Cuando miro a la puerta, David estaba esperándome justo en la entrada así que me pongo un poco más de labial y decido bajar de mi auto para ir a su encuentro.

***David***

Tengo los nervios de punta, no sé por qué estoy tan nervioso, ansioso, ¡Demonios esta chica me gusta de verdad!

Estoy en la entrada, miro mi reloj justo cambia a las siete en punto Amanda hace su entrada con su hermosa máquina a toda velocidad. Veo como unos chicos que se encuentran al lado mío, como cinco chicos un poco menores que nosotros, definitivamente no son de mi instituto. Los estoy mirando cuando veo que a todos se les abre la boca y abren los ojos como platos, de hecho uno termina cubriendo una evidente erección, cuando me volteo a ver hacia donde ellos miran, ES AMANDA.

¡OH POR DIOS! Jamás he visto nada más perfecto, más hermoso, más sensual y erótico que ella. Yo tambien tuve que tapar mi erección, que, al verla hizo de mis pantalones unos muy incómodos. Iba vestida con un vestido blanco, que, se nota que es de diseñador, el vestido le llega justo debajo del trasero dejando esa majestuosa espalda al descubierto y alarga sus hermosas y tonificadas piernas. Tenía unos tacones en color oro con pedrería en los talones, sin exagerar son como de seis pulgadas y su rostro estaba perfectamente maquillado, sus labios estaban vestidos de un rico color carmesí que solo incitan a besar a morderlos. Estaba hecha un pecado ambulante. Yo estaba vestido con una camisa blanca de manga larga, la cual me doblé hasta los codos y con algunos diseños en la misma tela, de  color blanco, unos pantalones color crema, que me quedan ceñidos al cuerpo y unas PUMA color blanco y crema. No me gusta alardear pero tengo un buen cuerpo, tonificado y musculoso, mido 1'85 tengo ojos verdes, cabello color castaño en recorte moderno y un candado alrededor de mi boca (pelo facial) lo que hace que me vea más interesante y más sexy, o eso es lo que dicen. Pero, Amanda me gana, esta mujer es una Diosa. Mi Afrodita predilecta.