Capítulo XXVII- Seamos amigos

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***Amanda***

Habíamos llegado hace poco menos de una hora a un hermoso pub, paredes rojas, muebles y sofás alrededor de la pista de baile, mucha gente. Nos dirigimos al área VIP. Estábamos Blake, Eliot, Mauro, mis primas, jake y Deli, David y yo y Jendrick que acaba de llegar, esperábamos a Gustav, quien había sido castigado trabajando en uno de los clubes de su padre, según Jendrick, porque aparentemente estaba follándose a una tía y sus padres lo cogieron in fraganti. En pleno acto, que vergüenza, me parto de la risa pensando en rostro que puso.

Sentados en el cómodo sillón los chicos pedían sus bebidas, tocó el turno de Deli y mío.

Blake- Podemos pedir por ustedes.

Eso, en definitiva me hizo enojar, pero no lo demostré.

Amanda- No lindo somos perfectamente capaces de pedir por nosotras mismas.- dije con una sonrisa demasiado feliz

David- Te dije que no les dijeras eso. – este miró a Blake con el típico rostro de “yo te lo dije pero no haces caso”

Mesero- Señoritas, ¿qué apetecen?

Amanda- ¿Sirven cockteles de Chambord?

Mesero- Claro que sí.

Miré a Deli, quien asintió con la cabeza, sonriente.

Amanda- Queremos dos UNE BELLE POIR.

Mesero- enseguida.

El chico se retiró con todos nuestros pedidos, entonces pude ver a lo lejos a Gustav entrar, pero, anda con alguien más. Lo veo de lejos y le sigue un chico mucho más alto que él, fornido y fuerte, debe pasar mucho tiempo en el gimnasio, tan pronto puedo ver claramente el rostro de Gustav, me concentro en ver quién es el chico que le sigue. No tuve que esforzarme mucho para identificar los ojos verdes y su pelo, rubio como el sol. Me miró impasible. ¿QUÉ DEMONIOS HACE JOSH AQUÍ?  Por poco me caigo del sofá al verlo, tengo los ojos tan abiertos que siento que se me saldrán de las orbes, la boca no cae al suelo porque la tengo pegada a mi rostro. OH DIOS. Le doy un ligero golpe a Delilah en el codo para que dirija su vista donde yo la tenía posada. No me hizo caso, estaba hipnotizada con los encantos de su novio, vaya, que buena hermana me gasto. Le volví a dar otro leve empujón pero este si fue más fuerte. No me hizo caso, de nuevo.

Amanda- Delilah- susurré, mierda no me escucha- Delilah, joder hazme caso- le dije ahora en un tono más fuerte y bastante cabreada.

Delilah- ¿Qué demonios pasa Nanda?-estaba medio enojada pero me importó tres quintos de mierda

Amanda- Mira, hacai allá- pero cuando miré en la dirección donde lo vi posado con Gustav, me sorprendí al no verlo donde había estado unos segundos antes. No entiendo, me dije a mí misma. De pronto sentí una mano en mi hombro, grande, suave, protectora, no sabía que podía identificar el toque de Josh aún, ha pasado todo un mes desde mi partida y me sorprendí al sentir un pequeño shock eléctrico al sentirlo. Me volteo y veo su mirada verde posada sobre mí, como si no creyera que era yo.

Josh- No lo puedo creer, te he encontrado.

Se fue acercando a mí, con las intenciones de besarme, lo conozco bien, pero esto no puede suceder. Los muchachos se están saludando, incluido mi novio, que habla animadamente con Gustav.

Amanda- Deli- se acercó- Diles que fui a buscar otro trago, si preguntan por Josh diles que es un amigo de nosotras de la infancia, por favor.- le miré suplicante, cosa innecesaria, ya que sabía que Delilah me ayudaría con cualquier cosa.

Delilah- Si Nanda, no te preocupes.

Tomé a Josh por el brazo, que me miraba sorprendido.

Josh- No pensé que estuvieras tan desesperada por verme, yo también te he extrañado- dijo con un tono chulesco, sabiendo el doble sentido que tenían infundidas sus palabras solamente logré guiarnos hasta una barra que estaba fuera del local, en donde pudiéramos hablar.

Y luego...nos encontramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora