Capítulo XXIII- Un día con los chicos

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***Amanda***

Luego de ese magnífico orgasmo en la piscina le expliqué a David sobre el dichoso parche anti bebés, nos fuimos a duchar, por separado, ya que si lo hacíamos juntos, no podríamos salir nunca. Estaba en mi habitación, David estaba, ya aseado y vestido con una ropa de Lance, que tomé prestada, sentado en mi cama. Al salir del baño me dirigí a mi armario “walk in”, pero no sabía a dónde iríamos, así que no sabía qué ponerme.

-¡Oye David!- le grité desde mi armario

-Dime, princesa, ¿puedo pasar?- me sonrojé al escuchar el sobrenombre que me había puesto, y cuando me volteé estaba recostado en el marco de la puerta. Se ve imponente con esa polera negra, ceñida con cuello en V, esos jeans ajustados y los supras negros, que también tomé del armario de Lance. El sólo me miraba, yo andaba con una toalla alrededor de mi cuerpo y el cabello empapado, se mordió el labio inferior y levantó una ceja.

-Definitivamente eres una diosa.- se acercó a mí y me besó, tiernamente, algo que me enloquecía, ya que, aunque me fascina el sexo agresivo, sentir sus caricias suaves, el tratarme como si de cristal se tratase, me encanta, me hace sentir única. No sé por cuánto tiempo estuvimos así, pero cuando nos separamos, nuestras respiraciones ya estaban demasiado aceleradas, nuestras pupilas dilatadas. Me separé un poco de el.

-Si no fuera porque Jake me llamó, te volvería a hacer mía ahora mismo.- susurró mirándome justo a los ojos

-Bueno, para eso ya habrá tiempo- le dije divertida y con esa sonrisa maléfica que me caracterizaba

-dios, como me pones- dijo a la vez que cerraba sus ojos

Me separé de el, si no lo hacía, yo misma le arrancaría la ropa y lo montaría como se merece, empecé a mirar alrededor de mi armario.

-David, ¿a dónde vamos?, no sé qué ponerme- dije, aún intentando serenarme. Lo escuché suspirar, me hizo darme cuenta de que estaba tan excitado como yo e intentaba calmar ciertas partes su cuerpo, al igual que yo.

-Bueno, te recomiendo que te pongas algo cómodo.- le miré divertida

-Pero, no me dirás el lugar, ¿cierto?- el negó con la cabeza y yo sonreí volviendo a centrar mi atención a los centenares de ropa, organizadas según estilo. Miré los jeans, puestos por color, no me interesó. Miré los shorts, puestos todos en un gran mueble, habían alrededor de 10 estilos diferentes con más de 5 de cada estilo. Vi unos que me gustaron, en color aqua, me fijé en una linda camisa de manguillos, color azul navy con las siglas LA, me puse mis high top sneakers de Marc Jacobs color blancos, alasié mi cabello, lo dividí por la mitad y me puse mis Ray Ban y estaba lista. David, había salido del armario, ni me había dado cuenta, yo lo hacía detrás de mí, salí del armario y busqué un bolso.

-¿Estás lista princesa?- me preguntó mientras miraba algo en su Blackberry Z10.

-No, dame un segundo, voy por un bolso y por mi móvil, no tardo- agarré una channel, estilo handheld con la marca en color blanco y tomé mi Iphone 5s del estante donde se había estado cargando.- Ahora sí, estoy lista.- yo andaba, acomodando mi billetera y mis cosméticos en el bolso.

-Bien va…- cuando lo miré para ver por qué había pausado, me di cuenta de que me miraba de arriba abajo, con las cejas levantadas y la boca en una perfecta O.

-¿Qué pasa? Voy muy sencilla, de acuerdo, ahora me cambio- sabía que estaba muy tirada, como se refieren a sencilla en Puerto Rico. Cuando me dirigía a mi armario, David me tomó del antebrazo y me haló hacia él.

-Estás hermosa mi reina, eres perfecta.- dijo antes de juntar nuestros labios.- Es sólo que, no entiendo…- se separó un poco de mí

-¿Qué pasa guapo?- me encanta decirle así, le acaricié la mejilla dulcemente, hey puedo ser cariñosa cuando quiero, con el quiero serlo siempre.

-Bueno…es que es increíble como con unos shorts y una blusa, con esos sneakers, que de hecho se te ven muy bien, se me acelere tanto el pulso. La verdad es que creo que hasta usando una bolsa de plástico te verías hermosa.- de verdad me conmovió lo que me dijo, le sonreí y le di un casto beso en los labios. Ambos nos sonreímos y nos encaminamos al auto de David.

Ya dentro, empecé mi rutina de maquillaje, apliqué mi base, polvo, mascara, linner, y me apliqué un poco de brillo labial, ya que me encanta el color de mis labios. El me miraba de soslayo y sonreía como una estúpida. Me sorprende todo lo que este chico me ha hecho cambiar en apenas un par de día, ese es el tiempo que nos conocemos, sin embargo siento como si nos conociéramos hace mucho tiempo. Dejé atrás mis pensamientos cuando llegamos nuevamente a su casa, afuera nos esperaban los chicos, todos vestidos muy casuales. Eliot, Mauro y Blake traían puestos unos shorts color gris de marca Volcom. El primero tenía una polera blanca, Mauro una polo negra y Blake tenía una polera azul navy sólida mientras que Jake tenía unos shorts hasta las rodillas, el mismo estilo de los demás, color crema una camisa blanca de botones y un sombrero de paja. Me fijé en que mis primas también estaban allí. Las tres estaba impecables, como siempre, mi hermana conversaba animadamente con ellas, las cuatro traían puestos shorts de jean, ajustados. Saphira tenía una camisa de manguillos color negras con la parte superior de un ¿traje de baño? Que rara, Jamie tenía una pequeña blusa color blanca de encaje, de maniguillos y unos botines muy lindos en color café, Jenna, tenía una polo Burberry color roja ceñida a su hermoso y delgado cuerpo. Mi hermana tenía algo parecido a lo de Jamie, la única diferencia era que la blusa de esta es color azul y tiene unas vans del mismo color del top. David bajó del auto y rodeó el vehículo para abrir mi puerta. Me tomó de la mano y seguimos hasta donde nos esperaban los chicos.

-Con que, ¿mientras yo no estoy en casa, ustedes se apoderan de mi armario? Menudo grupo de hurtadores- dijo David mientras reía. Me sonreí, la ropa que los chicos estaban usando era de David, sin embargo a cada uno se le veía tan bien, lo cierto es que son todos encantadores.

-Bueno, ¿Qué quieres? Te desapareces con semejante monumento- dijo Eliot señalándome, envidioso- y uno no sabe qué hacer, gracias al cielo que a Jake se le ocurrió llamarte.

-Bueno viejas, ¿terminaron su discusión? – dijo Mauro en su habitual tono de aburrimiento

-Si- dijo David mientras le daba un sonoro beso en la mejilla a Eliot, gesto que hizo que este le diera tremendo golpe en el cogote, a lo cual, yo morí de la risa

-Oye, se supones que eres mi novia, que me defiendas- me hizo un puchero y yo le besé el labio inferior

-Vamos nenaza, quiero saber a dónde iremos.- tiré de la polera y seguimos a las chicas y al resto del clan que ya iban encaminados a sus respectivos autos. David y yo nos fuimos en su auto. Jake, Deli, Mauro y Eliot se fueron en el hermoso Mercedes Benz SL550 2013 que pertence a este último. Blake y mis primas se fueron en la Escalade 2014, que pertenece a Saphira. En el transcurso del viaje intente mil veces sacarle a dónde íbamos a David pero el solo me dijo que me encantaría. Cuando llegamos a un hermoso parque.

-Hoy conocerás Londres.- David me tomó de la mano y empezamos a caminar, yo le sonreí y le di un casto beso en los labios.

Se nos fue el resto del día visitando diferentes museos y probando diferentes cosas. Fuimos al Palacio de Westminster, La Abadía, visitamos unos parques y a lo último del día nos despedimos del sol mirando al Big Ben, incluso, hasta nos encontramos a Gustav y a Jendrick al ir a un pub, pidiendo unas alitas, ese par me hizo reír el resto de la noche. Hoy fue un hermoso día, un día con los chicos, nunca lo olvidaré, pero, no sé por qué me acuerdo de Josh y me pregunto ¿qué estará haciendo ahora? Siento algo fuera de lo común por David pero, hay algo que siento por Josh que aún me intriga, no lo amo, de eso estoy segura pero lo quiero de una manera…especial. ¿Estará aún arrepentido de haberme amado? 

Y luego...nos encontramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora