Capítulo X- Una cena para dos

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***David***

 Íbamos escuchando música y hablando de nosotros, de nuestros gustos. Después de pensar en lo que había hecho me sentí estúpido, pero ella tiene razón, tenemos que conocernos mejor. Amanda me dijo que sentíamos atracción mutua y yo no lo negué porque mi ego no me lo permitió, ¡Vamos, soy hombre! Si ella no sentía nada por mí, nada más que atracción, entonces yo no le demostraría que su rechazo me afectó, aunque sí que me afecto, no estoy acostumbrado a que me rechacen, pero, de una u otra manera la voy a conquistar. Ella también me dijo que yo le gusto y que no me diera por vencido, no lo haré.

Empezó a sonar "Try hard" de 5SOS, esa canción me encanta.

-Me encanta esa jodida canción- Amanda me pidió permiso para subir el volumen, le asentí a manera de aprobación y ella empezó a cantar la canción

-No es por acumular puntos, pero, a mí me fascina esa canción también.- me sonrió y empezamos a cantar juntos.

"It's obvious. She's so out of reach, and I'm finding it hard cause' she makes me feel makes me feel that I try, that I try, that I'm trying too hard. Cause I'm not being me, and it's getting me down cause' she makes me think, makes me think, that I try, that I try, that I'm try too hard again"

Me sorprendí, la chica canta hermoso, sólo la miraba de vez en cuando mientras conducía y la escuchaba cantar.

"But now ¿who knew? She's in the crowd of my show.

Nothing to lose, she's standing right in the front row.

The perfect view, she came along on her own, and there's something that you should know"

Bajé el volumen del radio, pero ella siguió cantando, es divina, perfecta. Me miró y sonrió mientras seguía cantando.

"You're so out of reach, and I'm finding it hard cause you make me feel, make me feel, yeah she makes me feel me feel... it's obvious..."

Y se tiró al asiento, al ritmo de la música hacía movimientos con la cabeza y yo solo la escuchaba y la miraba. Ya hemos llegado al restaurante, es algo lejos, de hecho es a las salidas de la ciudad. Tengo todo preparado me preparé en cuánto escuché mi nombre salir de la boca de Blake esta mañana.

-¿Ya llegamos?- preguntó Amanda curiosa, mirando por la ventana con ilusión. Se ve tan tierna en esa faceta de niña pequeña, no evito soltar una pequeña risa y ella no tardó en darse cuenta.

-¿De qué te ríes idiota?- me dijo haciendo un puchero

-De que pareces una niña pequeña, ilusionada con algún regalo- le dije mientras aparcaba el auto.

-Pero loco que te trae esta niña pequeña- me dijo con un tono travieso y hablando demasiado sexy, es verdad, me trae loco.

-Pues, pero- me acerqué a ella. No se movió, ni se intimidó, no borro su sonrisa tan siquiera- aunque no lo quieras aceptar, este idiota tambien te trae loquita.- ella sonrió, pero no su habitual sonrisa maliciosa, era una sonrisa de verdad, una de auténtica felicidad.

La chica enarcó una de sus cejas.- Eso ya lo veremos Srto. Strauss- me dió un beso en los labios y se separó, yo puse mi mano en su nuca y la atraje más a mí. Nos seguimos besando, un beso dulce, suave, un beso que encajaba perfectamente con mis sentimientos, ¿acaso siente algo por mí? Nos separamos, estábamos sin aire, ella me miró con esas grandes orbes azules, me enseño sus perfectos dientes blancos.

-David, tengo hambre.

-Claro...eh...vamos linda, espera.

Como todo un caballero me salí del auto y me dirigí a abrir su puerta. Tomé su mano, cosa a la que no se resistió lo que me alegra, y fuimos rumbo al restaurante.

Y luego...nos encontramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora