Capítulo II- La despedida

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Salimos del auto y como de costumbre nos esperan nuestras "amistades" si, entre comillas porque al fin y al cabo son solo un montón de gilipollas que hablan a nuestras espaldas, inventan rumores pero tratan de caernos bien porque, ¿a quién no le gusta pasar tiempo con las chicas más adineradas de el colegio?, claro solo son unos mequetrefes. El único del que puedo decir que no se mete en eso es mi novio, Josh Mathews, quien, cuando no está conmigo, está estudiando.

-Hola pequeña, ¿cómo amaneciste?- me dijo Josh mientras me daba un abrazo y luego puso su mano tras mi nuca y me halo hacia el para darme un beso, de hecho, bastante pasional y luego me miró. Me alejé un poco de él para mirar su vestimenta, el siempre anda muy bien vestido y cuando no utiliza camisa a botón usa poleras extremadamente caras. Hoy traía puestos unos vaqueros en jean, que sabe que me encantan porque le quedan muy ajustados, tenía una polera de Armani Exchange color blanca con las iniciales de la marca y sobre esta un saco color negro, también llevaba puestas unas converse color negras y suela blanca. Se ve increíblemente sexy, de hecho, el es otra de las razones por las cuales me envidian. Delilah nunca se ha metido mucho en esto de los chicos, ella aún es virgen, mis padres saben que yo no lo soy y me enorgullece el hecho de haber perdido mi virginidad con alguien como Josh.

-Bien, pero, tengo que hablar contigo, es algo serio, ¿puedes verme en la hora del almuerzo, en el campus?- le dije algo preocupada. Aunque yo no ame a Josh, no puedo decir que no me importa en lo absoluto, llevamos dos años de novios y el siempre me ha tratado bien, nunca me ha fallado ni me ha sido infiel, cosa que yo he hecho varias veces y que no me molestaría si lo hiciera porque al fin y al cabo no siento nada, pero, me importan sus sentimientos y no me gusta herirlo ni ofenderlo. A él y a mi hermana son a las únicas personas a las que no cabreo intencionalmente con mi humor obscuro.

-Claro nena, pero, ¿está todo bien?- me preguntó mirándome. Yo sólo asentí y le di un pequeño beso en los labios.

-Sí, todo bien, te dejo, no quiero llegar tarde a clases.- me voltee y seguí directo a mi primera clase.

***4 horas después***

La mañana pasó rápido y mis nervios se ponían peor cada vez, no sé cómo se lo tomaría Josh. En eso me vi justo delante de la puerta que sale al campus, un área cubierta de grama verde, muy típica en Irlanda, y asientos en madera. Cuando miré hacia la puerta, ahí estaba Josh, tan puntual y sereno como siempre, aunque, sus ojos dejaban ver un poco de nerviosismo. Me acerqué, el tomó mi mano y la besó.

-Vamos preciosa.- me mostró sus perfectos dientes blancos en una sonrisa hermosa, yo asentí y nos fuimos a sentar en uno de los muchos asientos que hay en el campus. Se hizo el mismo silencio que hubo esta mañana en mi casa, pero, en estos instantes no era incómodo ya que yo todavía estaba buscando las palabras necesarias para decirle aquello a Josh, además de que la gente pasaba, me reconocía y me saludaba. La verdad es que, no sé por qué de pronto me comporto como una idiota, sólo se lo diré y ya.

-Bueno Josh, tengo que contarte algo, es algo demasiado serio y no me gustaría que dijeras nada hasta que termine de explicarte.- se lo dije muy seria

-Sabes que si me volviste a ser infiel, eso no cambia nada de lo que siento por ti.- me miró y sonrió. Sé que es algo tierno, para otras chicas, pero para mí estaba siendo un completo pendejo, es decir, un chico cuya novia vaya por ahí acostándose con cuanto hombre encuentra no es digna de tenerlo, aunque yo solo le fui infiel dos veces y de eso, sorprendentemente ha pasado un año y tres meses desde el último. Sacudí esos pensamientos de mi cabeza y fui directo al grano.

-No te iba a decir que me follé a otro Josh- se lo dije seria y mirándolo a los ojos, para que supiera que era cierto, esa es una debilidad de las que más odio, no puedo mentirle a nadie mirándolo a los ojos.

Y luego...nos encontramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora