Capítulo XXVIII- El amigo y el novio

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***David***

Amanda lleva como veinte minutos allá afuera con el tipo ese, la verdad no me inspira ni un poco de confianza. Delilah nos dijo que son amigos desde hace mucho tiempo, que de seguro solo están hablando de cómo les ha ido y qué han hecho.

Amanda- Hola chicos, quiero presentarles formalmente a mi amigo, Josh. El vive donde yo lo hacía y nos conocemos hace como tres años, es un buen chico.

Mientras Amanda hablaba le veía algo diferente, como si la presencia de este individuo la hiciera sentir un tanto, ¿más feliz? No, yo no diría eso, seguramente es que la bebida me está entrando al cerebro. Amanda se acercó a mí, con el brazo del tal Josh en su delicada y pequeña mano.

Amanda- A ver, huevón- le dijo a Josh, quien sonrió- Te presentaré a mi macho, mi hombre, mi todo.- ahora sí, su mirada brillaba y tenía en su rostro una hermosa sonrisa, una sonrisa tan perfecta que hasta se me olvidó respirar.- El es David, mi novio.- se sentó en mi regazó y yo le di un casto beso en los labios y le sonreí. Para el momento que volví a encarar a Josh, mi sonrisa estaba totalmente desvanecida.

-Hola, soy Josh, un placer- sonrió, pero no sé por qué, este tío no me inspira confianza ninguna.

-El placer es mío Josh, soy David.- le dije cortésmente. Se sentó justo a mi lado, yo seguía con Amanda en mi regazo, de hecho no me cansaba de tenerla ahí, mientras más cerca mejor, si, sé que suena un poco frikki, pero no me importa un carajo, esta linda ninfa es mía y de nadie más y la defenderé con dientes y garras si es necesario.

Sonó la canción “I wanna go” de Britney Spears. Mi chica empezó a moverse al ritmo de la canción, la cantaba y ocasionalmente tomaba de mi whiskey hasta que se levantó y me tomó de las manos.

-Vamos, quiero bailar bebé- me dijo sonriendo y encaminándonos a la pista de baile.

Bailamos, gritamos, bebimos, reímos como locos. Jendrick y Gustav cogieron una corgoza de tal magnitud que hasta cantaron en un concurso de karoke. La noche se fue entre risas, bebidas y baile. Acabábamos de bailar “Chasing the sun”de The Wanted cuando empezó a sonar una canción en español, creo que era salsa.

-Amanda sé cuánto te encanta bailar esto, así que me tomé el atrevimiento de pedirle al Dj que pusiera esta. ¿Me concedes esta pieza? Claro, si David no tiene algún inconveniente.- la verdad es que había visto a Josh muy poco, quizá ese sentimiento de mantenerlo vigilado son solo una broma de mis malditos celos, además, confío en mi chica.

-Bueno si mi niña quiere bailar, no tengo problema ninguno, ¿qué dices nena?- le miré y ella lo pensó por unos segundos.

-Te voy a patear el culo Josh, como aquella vez en la fiesta de los Garner- le retó mi chica, con una ceja enarcada y esa sonrisa perversa que me vuelve loco.

-He cogido algunas clases Señorita Louis- dijo Josh pronunciando las últimas dos palabras en un español perfecto.

-Eso lo veremos Señorito Mathews- me sorprendí, no sabía que Amanda hablara español y menos de una manera tan fluida, puede pasar como hispana sin dificultad.

Josh hizo una reverencia y Amanda tomó su mano. Se dirigieron al centro de la pista de baile, desde donde estábamos sentados podíamos verlos sin problemas. La música era lenta al principio pero de pronto, empezaron a entrar trompetas y tambores.

-Después de que la veas bailar, querrás aprender- me dijo Delilah sentada a mi lado. Volví mi mirada a Mi hermosa novia y el tipo ese, faltó poco para que mi boca llegara al piso cuando vi como MI NOVIA movía la cintura y contoneaba las caderas, sus pies se movían con agilidad, destreza y rapidez. Josh tiraba de ella, la levantaba en el aire, la cargaba y la arrastraba a su gusto, efectuando movimientos y pasos de baile muy complejos. Me la ponía realmente dura y me enfurecía a la vez cuando ella restregaba su espalda y trasero en él, pudiendo ser yo. Definitivamente quiero aprender a bailar salsa.

Al terminar la canción, volvieron a la mesa y yo solo manejaba mirar a Amanda con los ojos abiertos de par en par.

-Diablos Amanda, no sabía que tu sabías moverte así- dijo Eliot sudando, como que a todos nos afectó el contoneo de caderas que tenía Amanda, ver ese trasero en acción y mantenerse ecuánime, era i-m-p-o-s-i-b-l-e.

Ella solo sonrió y siguió tomando su bebida hasta acabarla. Todos charlamos y reíamos, ya pasaban de las 4 de la madrugada, el club seguía en todo su apogeo, pero mi chica ya estaba algo cansada e incómoda. Pagué la cuenta y salimos, en varias ocasiones me encontré con la mirada de Josh mirando a Amanda, devorándola con la vista y yo la abrazaba y la pegaba más a mí, a ella le encantaba y no me lo impedía. Nos despedimos de los demás. Jake, Delilah, Amanda y yo nos fuimos en mi auto, rumbo a su casa. Sus padres no estaban y nos quedaríamos a dormir. ¡Oh sí!

Y luego...nos encontramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora