***Delilah***
Me encuentro algo nerviosa por el hecho de que hoy saldré con Jake, no salgo con nadie hace ya mucho tiempo y la verdad es que volver a confiar en el género masculino me aterra. Lo cierto es que, la única persona que sabe lo que hay detrás de mi actitud recatada y callada es mi hermana, Amanda. Es a la única persona que he podido contarle lo que me pasó y la única que me apoyó y vivió el dolor conmigo en carne propia. Muchas veces me he llegado a preguntar, ¿Es el amor verdadero en realidad? ¿No será una ilusión de los menos esperanzados? ¿Una excusa para seguir viviendo? No lo sé.
Salimos temprano del colegio e instantáneamente nos dirigimos a casa. Llegamos y cada una se fue a su habitación, hice mis deberes del colegio y me dí un largo y tranquilo baño de espuma, me relajé, mes destensé antes de ir con Jake. Cuando estaba buscando qué ponerme mi madre entró a mi habitación con una bolsa de Dolce & Gabanna y una caja de Loubotin.
-Linda, te he comprado algo para tu cita de hoy.- me dijo mi madre emocionada.
-Mamá no debiste- die un poco apenada, a nuestra madre le encanta hacer regalos caros y desmesurados y a veces me da miedo que la vayan a engañar o algo así
-Calla esa boca hermosura, aquí tengo lo que te pondrás hoy. He escogido este atuendo porque sé que eres algo tímida y callada, así que al estar usando esto y verte tan sexy y hermosa tendrás la seguridad que debes tener siempre, te amo y quiero que te ames.- rápidamente sacó del bolso un minúsculo traje color rojo, sin mangas y muy pegado al cuerpo, en la caja habían unos hermosos tacones color negro con espinas en metal y cadenas en plata, hermosos y sexys.
-Gracias mamá todo está hermoso.- le di un beso en la mejilla y la abrasé
-Bien, me alegra que te haya gustado, ahora, vístete para ir a llevarle el atuendo a tu hermana- me sonrió y salió del cuarto.
Rápidamente me puse el vestido, que me quedo como un guante, estaba hermosa, me hice una dona alta y sofisticada con el cabello, me maquillé con un poco de polvo, rubor, liner, rimmel y lápiz labial color rojo. Me puse los tacones, a los que accedí ponerme ya que Jake es aún más alto que yo, tomé un bolso para manos, puse mis llaves, mi movíl y el labial y salí en busca de mi madre para sorprender a mi hermana.
Fuimos al cuarto de Amanda, a ella le encantó su vestido, y a mí también por cierto, me dijo mil veces lo hermosa que estaba y salimos de su habitación. Cuando vi el reloj, que marcaba las 6:50 me dispuse a salir. Al bajar las gradas vi como Jake miraba a Amanda, quien lucía hermosa en su vestido blanco pero ésta se dio cuenta y recalcó en su comentario las palabras “mi hermanita” por lo que sonreí ya que ella es demasiado directa. Luego de que mi hermana hubo salido por la puerta terminé de bajar las gradas y Jake me miró de la misma manera en que miró a Amanda, caminó hasta mí y besó mi mano.
-De seguro seré la envidia de cada caballero que me vea a tu lado en esta noche.- me dijo aún sosteniendo mi mano y sonriendo, yo me limité a sonreír como una colegiala y a sonrojarme.
-Eso espero- le dije. Hoy, tengo decidido sacar lo que me hace gemela de Amanda en muchas ocasiones, lo que nos identifica como hermanas, la actitud, hoy seré Delilah la sexy y la coqueta, si Jake me da la oportunidad entonces me abriré con él, en cuanto sentimientos se refiere y si quiere saber de mí, le daré la oportunidad.
-Eso no hay que dudarlo.- me tomó del brazo- ¿Vamos?- asentí a modo afirmativo y salimos de casa. Afuera había una hermosa limosina color negra con el chofer afuera esperándonos con la puerta abierta.
Miré a Jake- una limosina- le enarqué una ceja y sonreí de forma ladina
-A las reinas siempre se les ha de ofrecer lo mejor- me dijo besándo mi mejilla con una delicadeza inmensa.
Tomó mi mano y nos adentramos en la limosina. El recorrido fue algo largo, Jake no me quiso decir a dónde nos dirigíamos así que yo solo miraba por la ventana y de vez en cuando miraba a Jake, quien al darse cuenta apartaba su mirada de mí y se sonrojaba.
-Estás realmente deslumbrante- me dijo mirándome directamente a los ojos
-Gracias- me detuve a mirarlo por unos instantes, llevaba puesta una camisa a botones color azul marino, entallada a su escultural cuerpo, unos pantalones negros con un cinturón y unos zapatos de salir, estaba guapísimo.- Tú no estás nada mal.
-Como te he dicho, a las reinas siempre se les da lo mejor- me dijo sonrojado
Salimos del auto, llegamos a un teatro, hermoso, era antiguo y tenía todo el techo pintado con mujeres, dioses y todo este tipo de mitología griega. Me tomó de la mano y me ayudó a bajar del auto y comenzamos a caminar hacia el interior de este monumental edificio.
-Te explicaré, mi padre es dueño de varias agencias de publicidad, no contaba con tener una cita y le había dicho que no iba a poder venir a la fiesta que iba a estar dando, pero, dado que ahora tengo la pareja más hermosa que habrá en este evento, he decidido venir tomarnos algo, estar un rato y luego nos vamos a cenar, ¿qué opinas?- me dijo con un tono de voz muy sereno mientras caminábamos rumbo a la fiesta
-Bien, me encantaría.- asentí pero lo dije en un tono despreocupado, lo que me gustó. Mamá tenía razón, este atuendo me hace sentir mucho más segura.
-Bien, hermosa.- me dijo el besando mi mano
Llegamos frente una puerta gigantesca, que fue abierta por un joven que trabajaba en el teatro, supongo yo. La fiesta estaba en todo su apogeo, había mucha gente. El salón era hermoso, paredes blancas, cortinas doradas y ese exquisito techo pintado a mano. Nos dirigimos a la barra del salón y Jake me ayudó a sentarme en uno de los taburetes y luego el se sentó justo a mi lado.
-Que placer verlo aquí Sr. Morrison, pensé que hoy no tendríamos el placer de su presencia.- dijo un señor de unos cincuenta que se encontraba atendiendo la barra
-Yo pensé que no iba a poder darles el gusto, pero, Dios obra por caminos misteriosos y mira, me ha enviado un ángel para que me acompañe en esta noche.- dijo mirándome
-Y vaya que angelito- dijo el señor mirándome tiernamente- ¿Desean que les sirva algo de tomar?
-Claro Fred, linda, ¿te importaría pedir primero o deseas que pida algo por ti?- si algo me ha enseñado mi hermana es que, primero no se le debe aceptar ningún trago a nadie, aunque Jake es un buen chico y segundo, que una chica siempre debe saber qué bebida alcohólica se tomará, y esta chica sabía exactamente lo que quería tomar
-Que amable eres Jake, pero, me gustaría ordenar por mí misma, si no te molesta, claro.- le dije con voz segura.
-No, en lo absoluto, siempre es más atractiva la mujer que sabe lo que quiere y no depende de nadie- me dijo mientras enarcaba una ceja y se mordía el labio inferior con picardía
-Bien- le sonreí y me volteé para mirar a Fred- ¿Podría decirme si tienen Coñac Dudognon Heritage Henri IV??
-Claro- Fred asintió
-Bien, pues tráigame eso por favor- le sonreí y el hizo una mueca de concordancia
-Que sean dos, por favor.- le dijo Jake haciendo un ademán con las manos a forma de dos con el dedo índice y corazón.- Me sorprendes, yo te hacía más de Martini.- me dijo riendo
-Pues no fíjate, hay muchas cosas de mí que no sabes- le dije mirándolo con una pequeña sonrisa en mi rostro.
-Pues, cuenta, no tengo prisa y tu tampoco, estamos solos y, ¿qué mejor sitio que aquí?- me dijo tomando un sorbo de su bebida
-Primero quiero saber de ti.
-¿Qué quieres saber hermosa?
-Bueno, no lo sé, empecemos por lo obvio, ¿de dónde conoces a los chicos?
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Y luego...nos encontramos
RomanceAmanda Louis, una acaudalada y aclamada chica nacida en el Caribe pero criada en Mullingar, Irlanda, se ve obligada a mudarse a Westminster, Londres. Esta hermosa, ruda, real e inquisitiva chica, para nada parecida a las otras de su edad y cuya fe e...