Capítulo XXVI- El libro cerrado vuelve a ser abierto

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***Josh***

Andaba por las calles de Westminster con la única esperanza de encontrarla caminando, pero o fue así. Me dirigí a un pequeño bar que quedaba a unos pies de distancia, no recuerdo muy bien su nombre, creo que era Dionne’s, para ser sinceros era como un tipo de club, los mosos y bartenders vestían con etiquetas y en resumen era bastante elegante. Me senté en uno de los taburetes haciendo repasos mentales de lo que le diría a Amanda si la llegaba a encontrar en RED esta noche. Le hago una seña al bartender para que viniera.

Gustav- Buenas noches caballero, soy Gustav ¿Qué desea tomar?- me atendió con una impecable sonrisa, tenía un humor envidiable el hombre y hablaba con ese maldito acento inglés.

Josh- Quiero un whiskey, doble por favor.

Gustav- Claro, enseguida se lo traigo- se fue a servirme mi bebida mientras yo pensaba y pensaba. ¿Qué haría si la encontraba con alguien? ¿Y si no quería hablarme? No lo sé, me contestaba a mí mismo. Lo único que quiero es dejarme llevar.

Gustav- Aquí está su whiskey señor- me tiende el vaso con el líquido ámbar- ¿Desea algo más?- A Amanda, pero de seguro que no sabes ni quién es.

Josh- No, eso es todo- necesito conseguir un coche pensadolo bien, no quiero estar haciendo que Amanda camine toda la ciudad, aunque a ella no le importaría, esa mujer puede correr todo Londres en tacones y no se cansaría- Oye, ¿Gustav cierto?- el chico asintió, no era mucho menor que yo, creo que también está en último año- Necesito alquilar un coche, ¿dónde hay un establecimiento de alquiler de autos?

El chico pensó unos segundos- Aquí al doblar la esquina hay un señor que renta autos, pero debo advertirte que no son autos normales.- alzo las cejas y torció la boca en una sonrisa, yo entrecerré los ojos.

Josh- ¿A qué te refieres?- le dije algo curioso

Gustav- Bueno que no son Mercedes o BMW. Ese señor lo que renta son Porshe deportivos, Lamborghinis, Camaros, Mustangs y carros de carrera. Y aquí entre nos, no es muy accesible que digamos- dijo acercándose a mí y haciendo una ademán con las manos a modo de dinero. La realidad es que era perfecto, a mi chica le encanta los autos, de seguro encontrando uno muy lindo ella me daría por lo menos la oportunidad de hablar con ella, dar una vuelta o algo no sé.

Josh- Pefecto- Gustav se sorprendió al ver mi reacción.

Dejé un billete de 50€ y le dije a Gustav que se quedara con la vuelta. Caminé hasta el local del cual Gustav me había hablado y entré con decisión.

XXX- Buenas noches- me dijo una chica, conqueteando, ni caso le hice- Bienvenido a Luxury Rides, ¿qué puedo hacer por usted?

Josh- Quiero un auto, es urgente. ¿Me podrías ayudar…- nie el nombre me ha dado esta, está envelesada mirando mi torso, claro, soy un tipo guapo, pero en mi mente solo está ella, Amanda.

XXX- Oh disculpe mi falta de modales- dijo arreglándose el busto disimuladamente, mas bien debería disculparte la falta de pudor- Mi nombre es Lisbeth.

Josh- Bien Lisbeth, necesito un auto rápido.

Lisbeth resignada al ver que no intentaba nada con ella, se dispuso teclear algo en el ordenador.

Lisbeth- Mire estos son los modelos que tenemos disponibles por ahora y que se puede llevar inmediatamente.

Josh- Quiero un lamborghini- le dije en un tono sereno, ella dio un click en  la palabra Lamborghini. Aparecieron varios modelos Gallardo, Aventador pero mis ojos se detuvieron al ver un Lamborghini Murcielago color azul, tan azul como los ojos de mi enana.

Y luego...nos encontramosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora