" Di Notte Tutti I Gatti Sono Marroni " 3ra parte.

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Debía superar el luto, Nathalie se sintió muy molesta cuando se enteró que no le había dicho. A sus hijos que se había vuelto a casar.
Y muy probablemente Tampico sabrían que tendrían un hermano o hermana.

Gabriel podría ser un hombre muy estricto, pero cuando de sus hijos se trataba.... Ni sabía cómo lidiar con ellos, y tampoco sabía cómo hablar con ellos.

Sabía que les había fallado, y no sabía que tanto era el alcance de los daños.

Su esposo se sinceró y le contó que nunca podía siquiera escribir una carta decente preguntando cómo estaban o contándoles como estaba, si mucho les escribía una vez o dos al año Se sentía patético e inutil.

Hay comprendió lo dañado que estaba su marido y que si quería que esté se reconsiliara con sus hijos, tendría que poner ella mucho de su parte, porque por el solo , dudaba que lo consiguiera.

Gabriel escribió 5 cartas, 3 para sus hijos 1 para milene vagrant, la mujer que amo y crío a sus hijos con el amor maternal que necesitaban y el otro para su abogado, el cual por cierto era el padre de nino, el cual no sabía tampoco que su cliente se había casado.

Gabriel había hecho arreglos para dejarle en vida la mancion Agrest y varias de sus propiedades.

¿Por qué?, Gabriel y Nathalie tenían sus vidas establecidas en Sicilia, ella era buena criando caballos y el era su inversionista, tenía los más bellos y finos pura sangre y las crusaz más bonitas.

Aunque seguiría teniendo negocios en londres, las rentas y ganancias de negocios mixtos serían para sus hijos, el sabía que Félix nunca dejaría desamparados a sus hermanos.

Esto no le gustó a Nathalie, lejos de enfrentar el pasado, Gabriel escapaba de el.

Comprendía a la jovencita frente a ella, y admiraba que se esforzará por llevarse bien con ella.
No sabía cómo se estaba llevando la conversación en la biblioteca.

Pero Nathalie ya había tomado la decisión de llevarse a Gabriel de vuelta a Inglaterra.
También se haría cargo de presentar a Adrianne en sociedad y tratar de mediar la relación con el jovencito Agrest.

🐯

-..apenas puedo creer que tienes un año de casado.- dijo Félix con voz tranquila, estaba realmente enojado, y mucho.
Al menos eso era algo que recordaba bien de su hijo mayor, no hacía berrinches como los gemelos, no.
Félix te trataba con el frío látigo de la indiferencia, y eso dolía más que cualesquier golpe.
Era algo que aprendió de el, y Gabriel se arrepentia de ello.

Félix no lo estaba mirando a la cara, trataba de controlarse para no reclamarle, miraba el fuego de la chimenea y las llamas se reflejaban en los ojos, pero Gabriel no estaba seguro si era el fuego o la furia lo que se veía en ellos.

Miro con tristeza el semblante de su hijo, era su propia imagen, un reflejo de cuando tenía 20 años de edad.
Una copia idéntica.. en todo.

En su sed de conocimiento, su curiosidad, su persistencia, su ingenio... Su rencor.., un alma abandonada por su padre.

Solo que Gabriel busco complacer a su padre y trato todo, el en cambió, dejo de importarle lo que Gabriel opinaba, hacía mucho que se había encargado de el rol de padre por el bien de sus hermanos.
Era un alma triste, Gabriel se pasó la mano por el bien peinado cabello y se lo alboroto sin querer.

Perdóname!- dijo el.

Félix se vio descolocado momentáneamente y dejó de mirar las llamas de la chimenea para centrarla en su padre.

Pensó que había sido su imaginación, pero aquella súplica se volvió a escuchar.

Perdóname!- Félix sintió un nudo en la garganta, cuando entro en el cuarto pensó que se encontraría con una letanía de excusas y mentiras.
Pero en su lugar se encontró con este hombre extraño y desconocido que se parecía a su padre.

Su padre que siempre había sido más altivo y hasta arrogante en muchas ocasiones, era este despojo de hombre que se convertía en un mar de llanto.

Félix trataba, realmente trataba de odiarlo, quería odiarlo por dejarlos, quería odiarlo por no estar hay con el cuando necesito a un papá, quería odiarlo por contagiar a su madre de una enfermedad a la que ellos 4 sobrevivieron.
Queria odiarlo por estar siempre desesperado por marcharse para no verles la cara.

De verdad quería odiarlo, realmente quería odiarlo, pero no podía.

Una lágrima silenciosa cayó por la mejilla de Félix, no le gustaba mostrar devilidad ante los demás, pero no podía evitarlo, era humano.

Le gustaría poder decirle que si.., que lo perdonaba, pero el horgulloso no le dejaba hablar, o quizá era el enorme nudo en su garganta.

Lo más que podía hacer era abrazarlo y esperar que sus acciones significarán algo.

Gabriel rodeo a su hijo mayor con sus brazos y deceo nunca haberlo soltado, deceo haber sido más prudente y no haber tomado la ruta de el cobarde, y dió gracias al cielo, de que su hijo tenía el mismo corazón de su difunta madre.

👗🐈👗

-¿ De verdad es necesario comprar todo esto?- pregunto de nuevo adrianne.

-¡ Claro que sí!- respondió Nathalie. - cuando regresemos de vuelta a Inglaterra la temporada ya estara, se dice que la moda francesa es la mejor, pero yo opino que la moda se adapta a nosotras no al revés.- sentenció.

Adrianne miro la elegante tienda, en verdad tenían de todo, su madrastra estaba dispuesta a presentarla en sociedad.

Esto la ponía muy nerviosa, no era timida, pero no estaba acostumbrada a lidiar con desconocidos ninmucha gente.

Le asustaba y a la vez la emocionaba, sería su primer baile, mientras Nathalie explicaba y hablaba con su hijastra de las reglas de etiqueta, ella se perdió en sus pensamientos.

Salieron de la tienda de Nathalie se encontró a una conocida que la retuvo.
No se dió cuenta que adrianne se alejó ensimismada, si se dió cuenta que estaba sola, se le volvió a olvidar cuando notó las estructuras y las coloridas calles de la ciudad.

Cundo recobro el sentido común se dió cuenta que estaba totalmente pérdida, trato de buscar la calle donde compraron los accesorios, los zapatos y los vestidos.

Pero o nadie sabía inglés o eran unos..bastardos sin corazón, trato con el francés pero se hacían tontos.

La pobre se sintió indignada, ¿Como podían ser así con los pobres extranjeros?.

-¿ Signorina estás perdida?- pregunto una voz detrás de ella y adrianne se sintió aliviada.
Pero cambio de opinión cuando sintió el tufo de el alcohol, un par de hombres no muy agraciados se paró detrás de ella.
Estos estaban hablándole en italiano y no les entendía del todo, lo que si entendía era la palabra beso y la palabra danos.

Adrianne se asustó mucho, era muy corpulentos y la tenían agarrada, le dolía sé donde la sujetaban y les suplico en vano que la dejarán ir.

Nadie parecía escucharla y las lágrimas comensaron a brotar de sus ojos.

-¡ La señorita dijo que no!, Vamos amigo déjalo ir.- escuchó una amable voz masculina detrás de los borrachos.

Los tipos se voltearon a decirle algo y Adrianne vio a un muy guapo y desaliñado joven hacerles frente.

El más alto y gordo le lanzó un golpe, pero el joven lo evadió con facilidad.
El otro intento lo mismo, pero para el era como un baile que ejecutaba con gracia y elegancia.

Adrianne estaba maravillada, lvgente que ignoro sus súplicas de ayuda comenso a interesarse en el espectáculo y la muchacha sexsintio insultado, como era posible que nadie se prestará para darle una dirección pero cuando se peleaban un par de borrachos estos no tardaban en dilatar.

Se escuchó un silbato y

¿Quien eres Mi Princesa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora