Quattro:
[Amber]
— ¿Sabes? Amo ese vestido en ti — dice una voz masculina a mis espaldas, la cual conozco a la perfección.
Una sonrisa adorna mi rostro y giro sobre mi eje para abrazarle con fuerza — ¡Elliot! — chillo con tanta emoción que temo haberle dejado sordo.
Él corresponde mi abrazo, para luego girarme en el aire como cuando éramos niños y regresaba a Londres de visita unos días. Si no fuera porque no deseo que mi maquillaje se corra, ya estaría inundado el lugar por mis lágrimas. He olvidado por completo cuando fue la última vez que le vi y puedo asegurar que ha sido demasiado tiempo.
— ¿Cuándo has regresado? — pregunté una vez que mis pies tocaron el suelo — ¿Por qué no me has llamado? — reprochó y le pegó un pequeño manotazo.
Por su parte ríe y no puedo evitar contagiarme de su risa — Está mañana — responde con simpleza e intentó replicar —, Y está vez me quedaré mucho más tiempo — besa mi mejilla.
Me lanzo de nuevo a sus brazos y os puedo asegurar que hay muchos observando la escena. Pero que les den, mi primo favorito regreso y eso me hace muy feliz.
— Te he extrañado horrores idiota — me quejo cuál niña pequeña —, Pero me alegra tu regreso. ¿Qué dice la tía Daphne de esto? — curioseo y bebo de mi vaso de bebida.
Se recuesta en la barra y suspira — No le agrada mucho que me aleje de casa y menos si es por las artes marciales mixtas — comenta con tristeza —, A mi padre tampoco le ha hecho mucha gracia mi poco interés por encargarme de la empresa, ya sabes en eso se parece a tu padre — bromea y yo sonrío.
Y tiene razón, mi tío Gregory piensa igual que mi padre hace unos años atrás. Él tampoco comprendía que Isaac no quisiera encargarse de la empresa y que su pasión fuera el boxeo. Sólo al comienzo, porque luego entendió y apoyo a mi hermano siempre.
Pero mi tío le cuesta bastante aún y también entender el hecho de que su hijo — su orgullo como le llama él — sea gay. No todos los padres logran asimilarlo de inmediato y Gregory no es la excepción.
Al contrario de la tía Daphne — hermana menor de mi padre — que acepta con mucho entusiasmo y amor a su hijo. Y claro está que su prima preferida — ósea yo — le apoya también y le ama tanto — O más — de lo que piensa.
— Ya verás que pronto lo aceptará, ya viste a mi padre — aprieto su hombro en un gesto reconfortante.
Por su parte besa el dorso de mi mano y luego posa sus ojos en algo — O más bien alguien —, Oliver. Una sonrisa de oreja a oreja aparece en mi rostro y las ganas de convertirme en Cupido se adueña de mí.
— Ve, habla con él — le ánimo — Le darás una bella sorpresa si te ve — comentó y él asiente, para luego caminar en su dirección.
Sé que los sentimiento de Elliot van hacia Oli, pero los de mi otro primo van para un idiota que no le merece en absoluto. Y que la mayoría del tiempo tengo unas inmensas ganas de partirle su rostro. Maldito Devan Pemberton. Sí, el mismo que molesta a Oliver.
Tienen una relación de lo más tóxica que exista, Devan no ha salido del closet aún. Por lo cual mantiene en secreto su "relación" con Oliver, sí que le podemos llamar así. No comprendo que demonios ve mi primo en es cabron y lo peor es que en la Universidad le molesta olvidando que se trata del chico a quien jura amar.
¿Entienden mi odio hacia ese imbécil? Con sólo verle me entran unas ganas de darle la paliza de su vida, pero por Oliver es que aún no le he hecho.
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Sálvame #PremiosPlaneta2020 #CHW2019
Romance«Tercer libro de la Saga Amores Complicados» «Libros anteriores: Lady Elizabeth y Toxic» «No es necesario leer los dos primeros libros para comprender este» ¿Qué pasaría sino es ella la damisela que necesita ser rescatada? ¿Qué pasaría si es él quié...