Recuerdos dolorosos en San Valentín.

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Dieci:

[Amber]

Caigo con fuerza sobre el suelo del cuadrilátero y de inmediato el aire abandona mis pulmones. Joder. La risa de mi hermano retumba en el lugar y como era de esperarse no iba a rendirme tan fácilmente. Patee una de sus piernas y como esperaba el idiota cayó al suelo junto a mí.

Me sentía satisfecha y no pude evitar reír a carcajadas. Sus maldiciones no se hicieron esperar. Ambos seguíamos en la misma posición, esperando recuperar fuerzas.

—Joder Amber —Se queja cual niño pequeño y por mi parte recibe una gran carcajada. 

—Te lo mereces —respondo sin dejar de reír—, Por cierto Aiden está bien, se ha quedado en mi departamento estos días —comento y por su parte suelta un suspiro de alivio.

—Es bueno saber que se está quedando contigo, Pecas se la ha pasado estos días molesta conmigo —bufa—, Y entiendo que lo este, he sido un imbécil con Aiden. ¡Demonios! Pero me he asustado hasta la mierda cuando mencionó las peleas ilegales Ambs, sabes que ese mundo es jodido —no puedo dejar pasar el tono de angustia de su voz, respiro con profundidad.

—Él lo sabe. ¿Vale? No debes preocuparte —le ánimo y parece funcionar porque me regala una sonrisa.

—Mañana es San Valentín y aún no sé que regalarle a Pecas —dice y se muerde una uña. Niego con la cabeza divertida, parece toda una mujer cuando hace eso.

—Ya sabrás que darle, la conoces a la perfección Isaac —respondo y él bufa.

—Vale, tienes razón. Le compraré un libro —sentencia con firmeza.

Por mi parte sonrío y asiento a modo de aprobación. Y había que admitirlo, ese era el mejor regalo que podía hacerle. Lina amaba la lectura y el regalo perfecto era un libro.

¿Por mi parte que haría otro año en San Valentín? Llorar hasta quedarme dormida es una buena opción, ese día en particular traía consigo recuerdos que quería enterrar. Recuerdos que creía olvidados, pero parecía que no era así. La vida se empeñaba en recordar que había sucedido y que mi bebé partió ese día.

Respiro con profundidad, cuando me doy cuenta que el pasado intenta regresar y llevarme consigo a ese momento. Tranquila Ambs, todo pasó. Ya no estás ahí, él ya no está.

Ni él, ni a quien hemos amado con locura.

Exacto y la vida seguía. Aunque eso nos hiciera mierda por dentro y quisiéramos estar en otro lugar.

—Estoy aquí renacuaja —habla mi hermano y me atrae a su cuerpo. No sé en qué momento he comenzado a llorar, pero dejó que Isaac me consuele. Como lo ha hecho los últimos años.

Ambos nos paramos y bajamos del cuadrilátero. Mi hermano no deja que me aparte de su lado en ningún momento y lo agradezco.

Me acompaña a los casilleros para que agarré mis cosas y me vaya a casa a descansar. ¿Pero sería posible hacerlo? ¿Podría dejar de pensar en lo sucedido aquel día? ¿Algún día sería capaz de superar este dolor?

Abro mi casillero y busco mi bolso. Mi hermano sale un momento para buscar sus cosas y llevarme a casa. Y agradecía el gesto. Me coloque mi sudadera y colgué mi bolso en mi hombro.

Sálvame #PremiosPlaneta2020 #CHW2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora