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Punto y coma.

Tre:

[Amber]

— ¿Porqué tienes esa cara larga? — pregunta con suma curiosidad Oliver y se sienta a mi lado en la cafetería de la Universidad. Peina su cabello rubio, para luego escrutarme con sus ojos castaños.

Resoplo con fastidio — Detesto al nuevo socio, es un imbécil — contesto y bebo de mi expreso.

Él ríe sin disimulo alguno.

— Has estado las últimas dos semanas diciendo lo mismo Ambs. ¿Qué te ha hecho Caristeas está vez?

Mis labios se fruncen por voluntad propia — Nada, pero su mera presencia me molesta — refunfuño.

Cruzó mis brazos sobre mi pecho e ignoró las carcajadas que mi primo suelta. Demonios.

Tengo razón para detestarle, es un completo imbécil y se tiene ganado mi odio. La escandalosa risa de Oliver cesa y su expresión cambia a una más seria.

— Viene caminando para aquí Jeremy — comenta con desdén.

Me preparo mentalmente para lo que se aproxima y porque estoy hasta el tope con sus ruegos para que volvamos. Inmaduro.

La silla a mi lado es ocupada por él y no puedo evitar que la comisuras de mis labios se eleven. Por un lado me fastidia su insistencia y por otro me divierte. Amo tenerle comiendo de mi mano. Llamadme loca, pero no puedo evitarlo.

— Está noche iré a la cena benéfica de la empresa de tu padre — comenta y por mi parte sigo sin mirarle. Y era de esperarse que fuera, ya que su padre y el mío son muy buenos amigos. Además que el Señor Mayer es socio de la empresa y siempre han soñado que ambas empresas se funcionen con un matrimonio. Pero eso no sucederá jamás.

— Qué te den Jeremy, no me interesa lo que hagas — espeto y bebo de mi expreso.

— ¡Vamos Ambs! — exclama indignado por mi indiferencia —, Perdóname, cometí un error lo admito. Pero estoy arrepentido — intenta que voltee a verle, pero fallando en el intentó.

Respiro con profundidad antes de hablar: — Sabes tan bien como yo que no es sólo un error. ¡Dormiste con otra! Me engañaste cabron y estabas muy consciente cuando pasó — le recuerdo en un tono mordaz.

Lo veo pasarse las manos por su cabello negro, ha pensado que le perdonaría y que correría a sus brazos si se disculpaba. Iluso. Me amo demasiado como para hacer eso y más al saber que estuvo con otra.

Observó la hora en mi móvil y me levantó de mi asiento. Besó la mejilla de Oli — No olvides pasar por mí está noche, no sería buena idea que fuera en moto a la cena — comentó con una sonrisa — Debo irme a la oficina, nos vemos más tarde — me despido y vuelvo a ignorar a Jeremy.

Mi primo asiente y con ello yo caminó a la salida de la cafetería. Me dirijo a paso despreocupado hasta el estacionamiento donde mi hermosa ducatti me espera.

Una vez frente a ella, subo y hago rugir su motor. Amaba mi moto y le agradecía demasiado a mi hermano por darmela como regalo de cumpleaños.

(…)

Unos golpes en la puerta de mi oficina logran que quite la vista de los papales y diga un suave "adelante". La puerta se abre y deja ante mí a Caristeas. Tranquila Ambs, sólo finge una sonrisa. Me aliento, pero sé que de nada servirá.

Se para frente a mi escritorio y me entrega unos papeles — Tu padre me pidió que te los diera y que por favor los firmaras cuanto antes — habla en un tono neutral y por mi parte asiento.