Ventuno:
Hazme olvidar.
Pasado...
Siento palmaditas en mi espalda, sé porqué lo hacen y conozco a la perfección a la mayoría de ellos. Pero ahora eso no me importa, necesitaba encontrarla. Porque deseaba matar a ese hijo de puta y sino me controlaba podía que sucediera. Mi instinto asesino estaba en su punto máximo y debía calmarme. Aún no era el momento de cometer una estupidez, aunque sentía a mi sangre hervir de la rabia. Jamás creí pisar este repugnante lugar y menos para lo que he venido.
Sabía que esto sucedería, lo presentía. Pero me negaba a ver la verdad, a comprender que ella seguía detrás suyo. ¡Maldición! Lo había prometido, prometió no volver a acercarse a ella. Pero debí verlo, debí saber que eso era otra de sus viles y asquerosas mentiras. Pero hoy se termina, ya no volvería a pelear para él. Acababa de cavar su propia tumba al traerle a este puto mundo y si en mis manos estaba acabarle, lo haría.
Acacia era mi tesoro, era lo que mi madre me hizo jurar proteger y pensaba cumplir aquel juramento. Lo era todo para mí y no permitiría que Demetrios la convirtiera en una drogadicta y menos aún en una vil prostituta.
Porque sí, este lugar era donde ese cabrón traía a chicas para prostituirse y eso me repugna de sobre manera. No me cabía en la cabeza como mi hermana se había dejado arrastrar hasta este lugar, pero no dejaría que tocase fondo. No permitiría que arruinase su vida por alguien como Demetrios, quien era una porquería y al cual le rompería cada maldito hueso de su cuerpo.
Había llegado al límite de mi paciencia, había intentado controlar a la bestia de mi interior. Pero ya era tarde, esa bestia quería destruirlo todo y pensaba darle el gusto.
—¡Miren a quien tenemos aquí! —chilla Pride al verme, pero su rostro cambia al ver mi expresión. Sabe muy bien a lo que he venido—. ¿Quieres que te consiga una chica? ¡Tengo unas que estarían complacidas de satisfacer a mi campeón invicto! —sonríe de manera lobuna, entiendo aquella indirecta.
Le tomo de la camisa y lo acerco amenazante a mí —Se terminó, no volveré a pelear para ti —siseé—. Más te vale que ella este bien y que ningún hijo de puta la haya tocado. Porque juro que te arrepentirás por el resto de tu vida si es así —advertí dándole paso a la cólera.
Lo solté de golpe y el muy imbécil cayó al suelo. Uno de sus gorilas intentó acercarse, pero Demetrios se lo impidió con un gesto de mano. Para luego pararse y sonreír de manera sádica.
—El único que ha tocado a tu inocente hermana he sido yo —suelta divertido, intentando provocarme—. Es increíble escucharla gemir mi nombre, bestia. Ella es toda una puta e insaciable —comienza a reír, pero es mi momento de sonreír de manera cínica.
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Sálvame #PremiosPlaneta2020 #CHW2019
Romance«Tercer libro de la Saga Amores Complicados» «Libros anteriores: Lady Elizabeth y Toxic» «No es necesario leer los dos primeros libros para comprender este» ¿Qué pasaría sino es ella la damisela que necesita ser rescatada? ¿Qué pasaría si es él quié...