«Tercer libro de la Saga Amores Complicados»
«Libros anteriores: Lady Elizabeth y Toxic»
«No es necesario leer los dos primeros libros para comprender este»
¿Qué pasaría sino es ella la damisela que necesita ser rescatada? ¿Qué pasaría si es él quié...
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¿Eso había sido una explosión? ¿Qué demonios esta ocurriendo? Joder. Tiro de la cadena, intentando en vano romperla.
Como si fuera a funcionar, no tienes tanta fuerza; ilusa.
Oh, gracias por el voto de confianza; eh. Mi conciencia era la mejor, un dulce. Solté un suspiro, entendí que no lograría safarme de esa jodida cadena. Miré a Lía, se encontraba de los putos nervios. Maldición.
—Tranquila —dije en su dirección, pero parecía no oírme—. Eh, Lía; calma. Todo saldrá bien, lo que esta pasando debe tener una explicación —traté de que su ataque de pánico cesará, pero falle en todo intento.
¿Qué mierda sucedía fuera? ¿Había sido desatada una guerra? ¿Algún imbécil que quería muerto a Pride? ¿O serían Stef y Nolan? La esperanza iluminó mi rostro, ¿podría ser posible? Por favor, que fuera así. Necesitaba, no; más bien deseaba que fuese de ese modo.
Me puse alerta, en cuanto el sonido de la puerta siendo abierta; interrupió el silencio. Pero volví a respirar, cuando Nolan y Stef entraron por ella. Mi corazón latio desbocado al verle, le había extrañado con locura y eso que no había pasado ni un día.
Se acercó a su hermana, quien comenzó a llorar desconsolada y se abalanzó sobre él. Nolan en cambió, se agachó a mi lado y se encargó de romper la cadena; dejándome libre al fin. Luego hizo lo mismo con la de Lía, Stef se separó de su hermana y se acercó a mí.
Tomó mi rostro entre sus manos y depósito un pequeño beso en mis labios. Temí por un momento que no le volvería a ver, joder.
—Dime que no te han dañado —suplicó y negué.
—Estoy bien, amor —asegure y mis ojos se hinundaron de lágrimas.
Limpió cada una y besó mi frente con ternura.
—Volvamos a casa —pidió.
Salimos de aquella habitación y emprendimos camino por un largo pasillo. No le reconocía y entendía el porque; me habían traído inconsciente. Malditos capullos. Deseaba que las autoridades de aquí le dieran su merecido, merecían lo peor.
Los sonidos de armas siendo disparadas, retumbaban en todos lados; parecía un campo de batalla. ¿Pride habría huido? ¿O seguiría aquí, dándole guerra a la policía? No quería averiguarlo, solo me apetecía regresar a casa con Stef y olvidar este momento de mierda.
Nolan nos hizo detener con un movimiento de su mano, también nos indicó que nos ocultasemos y eso hicimos. Podíamos apreciar como algunos oficiales abrieron fuego, con quienes identifique como hombres de Demetrios. Se les veía dispuestos a matar o morir si fuera necesario. ¿Valía la pena perder la vida por ayudar a ese imbécil? ¿De verdad lo valía? No entendía a esos tíos, porque hacían todo esto. Solté un suspiro, quería que esto acabará de una vez.
